Un informé explicó que pese a que cerraron casi 10.000 empresas y en su mayoría fueron pymes, la mayor cantidad de despidos ocurrieron en las grandes empresas.
Un informe reveló que en los primeros seis meses del Gobierno de Javier Milei se cerraron casi 10.000 empresas en todo el país y en su gran mayoría fueron las pequeñas y medianas empresas (Pymes) pero, que además, el 70% de los despidos que se registraron en ese período fueron en grandes empresas de más de 500 trabajadores.
El estudio fue realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) e indicó que, entre noviembre de 2023 y mayo de 2024, la cantidad de empleadores del país tuvo una merma de 9.972 empresas, de las cuales el 99,5% fueron pymes. El informe explica que se perdieron más de 265.308 puestos de trabajo, un número mayor al relevado por el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), que pertenece a la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) y estima la caída de 175.700 empleos en el mismo período.
La Cámara Argentina de la Industria del Juguete detectó que bajaron un 16% las compras de juegos y juguetes por el Día del Niño. Dificultades en el sector.
Una consultora privada destacó que el 24,7% de los argentinos estaría debajo de la línea de la indigencia si no existieran los planes sociales.
A su vez, el estudio detalla que, mientras las grandes empresas redujeron su personal en un 3,90%, estimado en 186.357 puestos de trabajo, las pymes sólo redujeron el 1,56%, es decir 78.951 empleos menos.
El informe remarca que la tendencia de despidos en las pymes tiene como explicación que estas empresas dependen de la capacitación de su personal para seguir operando con competitividad, por lo que despedir a sus trabajadores limita la capacidad de repunte de las firmas.
En esa línea, el Observatorio de Industriales Pymes Argentinos (IPA), sostiene que las grandes empresas tienen mayor capacidad de adaptación en el corto plazo, debido a sus mayores recursos, por lo que pueden tomar decisiones más rápido que las pymes durante las crisis económicas como la que atraviesa el país.
Como contrapartida, el IPA explica que la menor capacidad de reacción de las pymes, que además cuentan con menos empleados, hace más costosas las bajas laborales, ya que representan una pérdida de la inversión en el capital humano de las plantillas.