Este miércoles comenzó en la Capilla Sixtina el proceso para definir al nuevo líder de la Iglesia católica, con la participación de 138 cardenales.
Este miércoles inició el cónclave en el Vaticano para designar al nuevo papa, tras el fallecimiento de del papa Francisco. Su pontificado estuvo centrado en promover cambios dentro de la Iglesia Católica y el perfil de su sucesor todavía es una incógnita.
El procedimiento se desarrolla en la Capilla Sixtina con la presencia de los cardenales menores de 80 años. De los 252 miembros del Colegio Cardenalicio, 138 están habilitados para emitir su voto. La elección pondrá en juego visiones teológicas, políticas y pastorales dentro de la estructura eclesiástica.
Los concejales votaron el proyecto de ordenanza enviado por el intendente Julio Alak para homenajear al Sumo Pontífice fallecido el 21 de abril.
La movilización comenzará el Melchor Romero y seguirá por comedores, merenderos y refugios para víctimas de violencia de género en barrios de La Plata.
La especialista Inés San Martín indicó a Infobae que uno de los temas centrales será si los cardenales continuarán la apertura hacia otras regiones o si volverán a elegir un Papa europeo. "La elección también será una señal sobre si se busca una continuidad con Francisco o un giro en otra dirección", afirmó.
Con 70 años, el secretario de Estado del Vaticano es uno de los favoritos. Italiano, moderado y con experiencia diplomática, Parolin representa una figura de consenso. Sin embargo, su cercanía al poder juega en su contra: históricamente, los secretarios de Estado no suelen ser elegidos Papas.
El cardenal húngaro, de 72 años, es conocido por sus posturas conservadoras en temas como el matrimonio y los derechos LGBTQ+. Aunque fue una figura destacada hace años, hoy su perfil mediático bajo y su disminuida influencia podrían jugarle en contra.
El cardenal filipino, de 67 años, es considerado una opción progresista. Su cercanía con las comunidades excluidas y su carisma pastoral lo hacen atractivo, pero algunos cardenales dudan de sus capacidades administrativas. Su juventud relativa también podría ser un obstáculo.
A sus 69 años, el italiano Zuppi ha sido un aliado clave de Francisco. Promotor del diálogo con sectores marginalizados, su perfil moderado podría unir distintas alas de la Iglesia. Sin embargo, su bajo perfil político podría limitar sus chances.
Ambongo Besungu, de 65 años, es un conservador africano con fuerte respaldo en su continente, aunque su oposición a ciertas reformas genera divisiones.
Por su parte, Okpaleke, de 62 años, representa una figura de centro con una historia de resistencia, defendido por Francisco ante su país de origen.
Con 60 años, este cardenal italiano se desempeña como patriarca latino de Jerusalén. Su experiencia en Oriente Medio y su perfil diplomático podrían posicionarlo como una figura de equilibrio entre tradición y misión.
A los 76 años, el arzobispo de Yangón se ha pronunciado enérgicamente contra la violencia en Myanmar. Su liderazgo en Asia y su trayectoria lo destacan, aunque su edad podría ser un factor limitante.
Argentina cuenta con cuatro cardenales con derecho a voto: Ángel Sixto Rossi, Mario Aurelio Poli, Vicente Bokalic Iglic y Víctor Manuel "Tucho" Fernández, quien se desempeñó como arzobispo de La Plata antes de ser ordenado cardenal por Francisco. Si bien todos tienen trayectorias destacadas, ninguno aparece entre los favoritos. La elección de otro latinoamericano no parece probable en este contexto.
El cónclave se desarrollará en la Capilla Sixtina con hasta cuatro rondas de votación diarias. Para ser elegido, un candidato necesita al menos dos tercios de los votos. Los cardenales permanecen aislados, sin contacto con el exterior, buscando inspiración divina en medio de un ambiente ceremonial y solemne. Una vez alcanzado el consenso, la fumata blanca anuncia al nuevo pontífice.