El Gobierno advierte que la baja de la inflación será más lenta de lo previsto y concentra sus esfuerzos en la reactivación económica y la acumulación de reservas. La prioridad es empujar la demanda interna, remonetizar la economía y reducir tasas, mientras los mercados muestran confianza tras el resultado electoral favorable.
La segunda etapa de la gestión de Javier Milei llega tras una victoria electoral que superó las expectativas de los propios, incluyendo el triunfo en la provincia de Buenos Aires. Los mercados acompañaron con subas históricas de acciones y la caída del riesgo país, que se acercó a perforar los 600 puntos básicos.
Con respaldo de Estados Unidos, el Gobierno busca generar un círculo virtuoso: estabilidad cambiaria, baja de tasas, recuperación del crédito y reactivación económica. El foco de la política monetaria también cambió, priorizando ahora la remonetización del mercado y la compra de dólares por parte del Banco Central, para incentivar el consumo y la inversión.
Javier Milei
Los números de las elecciones le dan respaldo a Javier Milei para avanzar con su plan económico
Las proyecciones del Banco Central
Los datos del balance cambiario muestran que, en los últimos seis meses, los argentinos adquirieron casi USD 25.000 millones, principalmente para cubrirse del resultado electoral. Este fenómeno dejó el mercado seco de pesos, afectando a las Pymes y elevando las tasas de interés ante la escasez de liquidez.
El Banco Central estima que la remonetización puede acelerarse mediante la venta de dólares acumulados o la compra directa por parte de la entidad. Expertos calculan que hasta 2027 podrían comprarse unos USD 40.000 millones, generando mayor confianza y facilitando la recuperación económica, sin necesidad de absorber todos los pesos volcados al mercado.
Mientras tanto, la deuda argentina muestra señales positivas: los bonos en dólares rinden por debajo del 10% anual y empresas como YPF y Tecpetrol ya colocaron USD 1.200 millones en el mercado internacional. A futuro, la flexibilización del cepo y la apertura del mercado cambiario podrían consolidar la confianza de inversores y acercar al país a la categoría de mercado emergente.