Otra jornada de caravanas, ruidos y quejas en Plaza Moreno. Un centenar de motos interrumpió en el centro de La Plata y generó la molestia de los vecinos.
Los ruidos molestos volvieron a ser protagonistas en La Plata durante la noche del domingo y la madrugada de este lunes, cuando decenas de motos se concentraron en Plaza Moreno y recorrieron el centro de la ciudad con cortes, aceleradas y maniobras que despertaron el malestar de los vecinos, quienes piden más controles municipales y policiales.
Un video registrado por frentistas mostró cómo varios motociclistas ingresaron directamente a la plaza, estacionaron sobre la vereda de calle 12 y bloquearon el paso peatonal. En las imágenes se perciben los motores encendidos y el zumbido ensordecedor que, prolongado en el tiempo, se convirtió en una verdadera molestia para quienes viven en la zona.
Se trata de un proyecto ingresado por la concejala de ASAP Nueva Generación, Melany Horomadiuk, quien abandonó la bancada radical.
El Concejo Deliberante de La Plata entregó un reconocimiento a la agrupación Los Águilas por más de una década de acciones solidarias.
El episodio reavivó las quejas de los residentes y comerciantes de las inmediaciones de Plaza Moreno, quienes aseguran que la situación es reiterada y que cada vez resulta más difícil descansar en horas de la noche. Además, volvieron a apuntar contra la falta de controles efectivos.
La escena remite a lo sucedido a mediados de septiembre, cuando otra caravana de motoqueros generó caos en el centro y en los alrededores de Plaza Islas Malvinas. En aquella oportunidad, los conductores circularon a gran velocidad y dos personas resultaron heridas tras un choque provocado por un cambio de semáforo.
Ese antecedente encendió las alarmas entre los vecinos, que advirtieron sobre la peligrosidad de las maniobras temerarias, no sólo para los motociclistas sino también para automovilistas y peatones. "Los ruidos son insoportables y además ponen en riesgo a todos los que circulamos", expresaron entonces los frentistas.
Ante la repetición de estos encuentros, la comunidad insiste en la necesidad de que se tomen medidas concretas para controlar el uso de caños de escape libres, las picadas improvisadas y las caravanas que se organizan en pleno casco urbano, con consecuencias que afectan tanto la seguridad como la convivencia ciudadana.