Tras la sanción del nuevo Plan de Ordenamiento Urbano, el presidente del Concejo Deliberante de La Plata, Marcelo Galland, celebró la construcción de consensos.
En un contexto nacional marcado por la confrontación y la falta de acuerdos, el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad un proyecto clave para nuestra ciudad: el nuevo Plan de Ordenamiento Urbano, la herramienta que determina cómo crecerá y se desarrollará La Plata durante las próximas décadas.
El Deliberativo local pudo, a contramano de la lógica de los enfrentamientos, la falta de diálogo y la dificultad para alcanzar consensos mínimos entre los diferentes espacios políticos, aprobar por unanimidad el proyecto enviado por el intendente Julio Alak. Todos los concejales del cuerpo acompañaron la iniciativa, aportando su visión y propuestas, lo que enriqueció el texto final. El resultado es más que fructífero: un nuevo Plan de Ordenamiento Urbano que no responde a los intereses de un espacio político o a una gestión municipal, sino a la totalidad de la comunidad de nuestra ciudad.
El proyecto contó con el consenso de todos los bloques opositores. ¿Cuáles son los cambios que propusieron los bloques al texto original?
El expediente que resume un superávit de $57.900 millones fue refrendado con los votos de Unión por la Patria, la UCR y el PRO. El bloque libertario votó en contra.
De esta manera, desde la capital bonaerense se ofrece un ejemplo de madurez política y conducta democrática, basado en un modelo político poco habitual en estos tiempos, que lejos de buscar la imposición o el conflicto permanente apuesta a la construcción de consensos amplios y a la elaboración de una visión de ciudad común, que priorice el bienestar de la comunidad.
El Plan de Ordenamiento Urbano delimita con claridad las áreas residenciales, los sectores centrales con actividades comerciales y de servicios y las zonas productivas destinadas a la industria. Además, establece una protección activa del cinturón frutihortícola platense, uno de los más relevantes del país, que abastece a buena parte del Área Metropolitana.
Por otra parte, el texto aprobado contempla la necesidad de adaptar la ciudad al cambio climático, destinando las áreas de mayor riesgo hídrico a espacios verdes y públicos, al tiempo que jerarquiza avenidas y propone mejoras en la conectividad y el transporte público para construir una ciudad pensada para sus habitantes.
El Plan de Ordenamiento Territorial surge en el marco de un complejidad territorial extrema, en la cual se han exacerbado tanto las desigualdades estructurales de la población como los riesgos ambientales y sociales.
Como resultado de la falta de normativas adecuadas, control y planificación durante años, ha tenido lugar el desarrollo de aproximadamente 450 loteos y proyectos irregulares en zonas no aptas o inundables, afectando a los barrios más postergados del Gran La Plata que carecen de acceso a servicios básicos y sufren las consecuencias del no drenaje del agua, entre otras.
Como siempre destaca el intendente Alak, con este gran paso recuperamos el orden y le damos sentido a una planificación participativa junto a las universidades, los colegios profesionales y los diferentes actores de nuestra ciudad.
La elaboración de este Plan fue posible también gracias al Consejo de Ordenamiento Urbano y Territorial (COUT), el cual, a partir de otra ordenanza que el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad, se encuentra integrado por las universidades, los colegios profesionales e instituciones centrales en materia de urbanismo, ambiente y desarrollo humano y social.
Esto permitirá generar un abordaje colaborativo e integral para recuperar la planificación como eje de las intervenciones sobre el territorio y como herramienta central de gestión, frenando el proceso de degradación urbano y dando lugar a un modelo de ciudad inclusiva, ordenada y sostenible.