El bombero voluntario de Ensenada, Jonatan Melián, regresó junto con los 41 integrantes de la Brigada Forestal de la Provincia de Buenos Aires que viajaron el 31 de enero para apagar el incendio en El Bolsón. Antes de dejar la localidad ubicada en Río Negro, los vecinos les brindaron una emotiva despedida.
Según contó el bombero ensenadense, antes de irse, los despidieron con dos autobombas enfrentadas en plena calle, en las que los bomberos locales dispararon agua al cielo formando un arco multicolor. Ninguno de los que viajaba dentro de las 10 camionetas podía creer lo que veía. Fue el último domingo y el clima era de fiesta.
La secuencia parecía la de un equipo de fútbol que regresó a su ciudad después de ser campeón. Así se despidieron luego de trabajar durante dos semanas en el incendio que se extendió por casi 4.000 hectáreas y quemó más de 192 viviendas.
“Para nosotros, que somos bomberos voluntarios y no cobramos un peso, quizás ahí está nuestro pago”, reconoce Jonatan Melián ante 0221.com.ar. Él es Oficial Inspector y trabajó en la primera línea de fuego, a cargo de una cuadrilla de diez bomberos. “Ahí es donde decimos: ‘lo hago por esto, lo hago por el amor del vecino, por la gratificación de saber que le diste una mano para salvar lo poco que tienen’".
Fuego y peligro: el día a día de los bomberos en El Bolsón
Por el amor de los vecinos, todos los días, Jonatan y su cuadrilla convivían con el peligro. Para pelear contra el fuego tenían que llegar a zonas inhóspitas. Cruzaban un río en camioneta. El agua llegaba hasta el capó y la correntada los movía con fuerza. “Era muy estresante manejar. No disfrutabas nada porque todo el nerviosismo lo tenía el chofer, por eso nos íbamos turnando para repartir ese estrés. Cada vez que metía la camioneta pensaba que no llegaba. Si lo pensás no lo haces”.
Jonatan Melián, bombero de Ensenada en El Bolsón.jpg
Jonatan Melián viajó desde Ensenada a El Bolsón el 31 de enero.
Después, en el mismo vehículo, escalaban la montaña. “Le metíamos todos los botones que tiene para trabajar, 4x4 en alta, 4x4 en baja, estabilizador, bloqueo diferencial, eso fue terrible”.
Trabajaban desde la mañana hasta la noche. Fue un sacrificio, donde terminaron exhaustos y, algunos, heridos. En el campamento -dentro de la ciudad-, los esperaban voluntarios, enfermeros, masajistas y kinesiólogos. "Nos ponían gasas descompresivas heladas para relajar las piernas, nos lavaban los ojos, la nariz, nos hacían masajes, nos curaban heridas, nos daban crema para las manos. Era un grupo de gente autoconvocada. Era para sacarse el sombrero lo que hacían. Una locura".
El regreso de los bomberos a la Provincia de Buenos Aires
Al regresar, en la bajada de la Autopista de La Plata-Buenos Aires, lo esperaba su familia y dirigentes de la comisión directiva del cuartel de su ciudad. "Lo viví como si fuera el último incendio al que viajo. A este lo tomé como si fuera el último, porque siempre vienen generaciones atrás y me gustaría que otros compañeros míos vivan lo que yo viví. En mi cuartel somos 120 y viajé yo solo, hay lugares limitados, como soy jefe de la brigada, me toca, pero este año pensaba ir preparando a un compañero para que esté capacitado".
Mientras se encontraba en El Bolsón, Melián contó a este portal que extrañaba a sus hijos: "No veo la hora de volver para estar con ellos", reconoció. Finalmente, lo recibieron con un tierno cartel que decía: "Bienvenido al mejor combatiente forestal. Te amamos".
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Dos de los tres hijos del bombero de Ensenada Jonatan Melián, lo recibieron con un tierno cartel.
En tanto, en El Bolsón, el incendio sigue teniendo actividad, aunque está bajo control: "Es muy difícil que vuelva a tener comportamiento extremo que tuvo", explicó el bombero y agregó: "Seguirá así durante meses, quizá hasta que caiga una lluvia torrencial sostenida o una nevada intensa. Y, aunque es impredecible por la geografía, parece que lo peor ya pasó".
“Volví satisfecho, vi que el incendio tuvo un cambio bastante importante desde que llegamos nosotros hasta el día de nuestro repliegue” cuenta Melián, que viajó sin certeza sobre su fecha de regreso. Y finalmente volvió el 16 de febrero. Justo el mismo día en que él y su hijo cumplen años. "Y extrañaba mucho y estaba ansioso de pegar la vuelta. Fue muy lindo verlos. Por ahí no entienden mucho a donde fue papá, pero uno de a poco les va contagiando esto y van entendiendo".