Una exempleada describió la organización interna y despegó a uno de los acusados. Una trama para el asombro. Así seguirá el juicio oral en La Plata.
A 69 meses de la muerte de Lucas Lin en la colonia de verano del Colegio Lincoln de La Plata, una extrabajadora del lugar dejó un testimonio con mucha información para jueces y partes del debate. Se trata de una de las testigos valorada por Casación bonaerense para ordenar el juicio oral al dueño de la institución de educación privada.
El dramático hecho ocurrió en la tarde del 5 de febrero de 2019 en el campo de deportes y colonia de vacaciones ubicada en calle 518 entre 135 y 137, donde el cuerpo de Lucas fue encontrado en el fondo de la pileta más grande del lugar. El nene no sabía nadar y así lo especificó su padre, Min Lin, en la planilla de inscripción.
Lucas Lin se ahogó en la pileta de natación ubicada en el campo de deportes del colegio. La trama de muerte y negligencia que apagó la vida del pequeño.
Min Lin dialogó con 0221.com.ar en la previa del juicio oral por la muerte de su hijo, Lucas Lin, en la pileta de la colonia del Colegio Lincoln de La Plata.
La lista de acusados está integrada por Gerardo Monreal, (dueño del colegio), su colaboradora Roxana Costa, el encargado de la colonia Osvaldo Ramos y el coordinador de la misma, Marcos Echaniz, los cuatro acusados de homicidio culposo.
También la integran el guardavidas Martín Argüelles junto a su ayudante Carolina Muro, acusados de abandono de persona seguido de muerte y subsidiariamente, homicidio culposo. Y se completa con los inspectores municipales Miriam Salinas y Diego De Luca.
El primero de los testigos en declarar fue el comisario Juan Navatta, quien a la fecha del hecho era el titular de la Subcomisaría La Unión, con jurisdicción en el lugar. El uniformado recordó que cuando llegó ya había sacado el cuerpo de la pileta y que la fiscal Cecilia Corfield llegó en pocos minutos a la escena del hecho.
Camila Cercato, ex empleada en la colonia del Colegio Lincoln. A la fecha del hecho era “la profe” del grupo de los colonos más grandes (entre 8 y 12 años de edad). Su ayudante era Lautaro Ramos, hijo de uno de los acusados.
Lloró al recordar la muerte del nene. Confirmó que el mismo día del hecho, post tragedia, festejaron el cumpleaños de una nena en la colonia de vacaciones. A pocos metros del festejo, estaba el cadáver frío y mojado de Lucas Lin.
También aportó detalles certeros en cuanto a la organización y distribución de roles que puso en situación incómoda a la mayoría de los acusados.
Al momento de comenzar a trabajar había cursado menos de la mitad de la carrera de profesorado de Educación Física, cuando el marco legal exige un mínimo de 80% de materias aprobadas para poder trabajar con infancias.
“Marcos (Echaniz, uno de los acusados) no tomaba decisiones, se las consultaba a (Osvaldo) Ramos (otro de los imputados) que a su vez consultaba a las autoridades” en relación a Roxana Costa. “Marcos sería una especie de preceptor, Osvaldo consultaba con el colegio, con Roxana”, describió. La acusada Costa “venía cada tanto (a la colonia), supervisaba, controlaba y se iba”, recordó.
Según la testigo, la cadena de mando ascendía hasta Costa y facturaba sus servicios al dueño de la firma. En esa cadena, la Justicia deberá encontrar a algunos de los responsables por la muerte del menor. Tal vez sean todos.
Según la versión de la joven, tras la muerte de Lucas, la colonia siguió funcionando, pero ella no volvió a trabajar, golpeada por la situación vivida. Abandonó sus estudios. En una reunión realizada horas posteriores al suceso luctuoso le ofrecieron seguir adelante, en ese encuentro Costa fue una de las coordinadoras. Pero la testigo decidió ponerle un punto final a su etapa laboral dentro de la empresa educativa. Era monotributista, emitía facturas a nombre de Gerardo Monreal, el dueño.
Esta declaración toma más fortaleza si se la cruza con una resolución del Tribunal de Casación bonaerense que sostuvo: “La parte recurrente lleva la razón, puesto que existen pruebas suficientes que indican (con el grado de provisoriedad de la etapa en la que se encuentra el proceso) que efectivamente existía un órgano gerencial de la colonia que estaba integrado, al menos, por el acusado Monreal. En tal sentido, se advierten tres declaraciones de distintas personas que trabajaban en la colonia (el acusado Marcos Echanis, la testigo Camila Belén Cercato y el testigo Camilo Carranza), quienes dieron cuenta de distintos episodios vinculados al funcionamiento de la colonia, que revelan que en la estructura jerárquica existían personas que estaban por encima de Osvaldo Ramos y de Roxana Costa, que tenían poder de decisión sobre la organización de la misma”, indicaron los jueces Ricardo Maidana y Daniel Carral.
En la audiencia de este lunes 4 de noviembre, declaró otro exempleado, que aportó información en el mismo sentido, tal como informó este medio en exclusiva.
La acusación pública está a cargo de la fiscal Helena de la Cruz, mientras que la familia de Lucas está representada por la abogada Andrea Reynoso y su colega Matías Pietra Sanz.
Carolina Muro (37) y Martín Argüelles (42) están acusados de abandono de persona seguido de muerte y subsidiariamente por "homicidio culposo". La mujer es defendida por el letrado particular Tomás Diego Bernard y Argüelles por el defensor oficial Juan Manuel Fernández.
Gerardo Monreal (72) es el dueño de la institución. Está acusado de homicidio culposo y es asistido en la defensa por los letrados Santiago Irisarri y Flavio Gliemmo.
Osvaldo Ramos (63) debe responder también por homicidio culposo. Cuenta con la defensa de la abogada particular Noelia Kirilenko. En la misma situación se encuentra Roxana Costa (65) asistida por el letrado Juan Gabriel Mendy. Lo mismo para el profesor de Educación Física, Marcos Echaniz (38) con la defensa de Joaquín Colombo.
Por último, los inspectores municipales Miriam Salinas (49) y Diego de Luca (51), acusados de incumplimiento de los deberes de funcionario público, cuentan con la asistencia del abogado Marcelo Peña.
El juicio oral está a cargo del Tribunal Oral Criminal III de La Plata presidido por Santiago Paolini acompañado por los jueces Andrés Vitali y Ernesto Domenech por la secretaría de Andrea Lamamy.
La próxima audiencia no tiene fecha cierta, pero se espera la declaración de otro empleado del lugar. Lo habrá bajo juramento de decir la verdad. No puede mentir ni ocultar información, en ese caso, puede tener problemas legales.