Lloraron al recordar a su hijo Lucas Lin muerto en la pileta. La mamá pidió cárcel para los culpables. Detalles de una jornada extensa.
La declaración de los padres de Lucas Lin, el nene de cinco años que falleció en la pileta del Colegio Lincoln de La Plata en febrero de 2019 marcó el inicio del juicio oral para los ocho acusados. La mamá Lij Yan Ying pidió “justicia y cárcel” para los culpables. Min Lin, el papá, sumó el reclamo de “verdad”.
Este miércoles 30 de octubre, el Tribunal Oral Criminal (TOC) III, abrió el juicio oral y público, con una puntualidad pocas veces vista en el fuero Penal local. En esta primera jornada, los padres de Lucas fueron los primeros en testificar, en un momento cargado de profunda emoción.
La audiencia, llevada a cabo en el salón SUM del edificio de calle 8 entre 56 y 57, contó con la presencia de un traductor, ya que los padres del menor no dominan el castellano con fluidez, para lo que requiere una audiencia judicial.
La presencia de la intérprete fue fundamental para que el tribunal y las partes comprendieran plenamente los testimonios. "Queremos justicia para nuestro hijo", exclamaron entre lágrimas, haciendo eco del dolor de toda una comunidad que, casi cinco años después, sigue conmocionada por el caso. La presencia de los padres de Lucas en el estrado fue breve pero impactante, dejando una atmósfera de reconocimiento y dolor.
La tragedia del 5 de febrero de 2019 en el Colegio Lincoln dejó al descubierto una serie de presuntas negligencias y omisiones de las que hoy deben responder ocho personas. La fiscal Helena de la Cruz lleva adelante la acusación en este caso, que podría representar un hito en cuanto a la responsabilidad de las instituciones educativas y sus autoridades. Martín Argüelles y Carolina Muro, enfrentan cargos de “abandono de persona seguida de muerte”. Otros tres implicados –Osvaldo Ramos, Marcos Echaniz y Rosana Costa– enfrentan la imputación de “homicidio culposo”.
Además de las autoridades escolares, el juicio también incluye a los exinspectores municipales Myriam Viviana Salinas y Diego De Luca, a quienes se les imputa “incumplimiento de los deberes de funcionario público” por, presuntamente, no haber llevado adelante los controles y verificaciones necesarias en las instalaciones del colegio. La falta de cámaras de monitoreo en la pileta, sumada a la presunta ausencia de personal capacitado, han sido elementos de fuerte crítica y se perfilan como los ejes de la estrategia de la fiscalía.
Un aspecto central del proceso es la participación de Rubén Monreal, dueño del Colegio Lincoln, quien había sido sobreseído por la Cámara de Apelaciones en instancias previas. Sin embargo, el fallo fue revisado por los jueces de Casación Daniel Carral y Ricardo Maidana, quienes, tras el reclamo de los abogados de la familia Lin, ordenaron que Monreal fuera imputado por “homicidio culposo”. Para los padres de Lucas y sus abogados, Matías Pietra Sanz y Andrea Reynoso, el hecho de que el propietario del colegio deba sentarse en el banquillo es un paso fundamental para entender por qué el lugar carecía de los elementos
La defensa de Monreal, sin embargo, insiste en que el empresario no tenía responsabilidad directa en la supervisión de la pileta. Aun así, los abogados de la familia de Lucas Lin apuntan a que el colegio tenía la obligación de asegurar la integridad física de los niños que asistían a sus instalaciones, especialmente durante actividades de verano que requieren mayor cuidado. De este modo, la situación de Monreal será observada de cerca en las próximas audiencias, ya que podría marcar un precedente respecto a la responsabilidad que recae sobre los propietarios de instituciones educativas en casos de negligencia.
El juicio comenzó con una fecha significativa en el horizonte: el próximo 5 de noviembre se cumplirán exactamente 69 meses desde la muerte de Lucas, un suceso que enlutó a la comunidad china en La Plata y generó una fuerte discusión sobre la seguridad en las colonias de verano. Lucas asistía a la colonia del Colegio Lincoln junto a sus compañeros cuando, alrededor de las 15:30, fue hallado ahogado en la pileta. Según se desprende de la investigación inicial realizada por la fiscal Cecilia Corfield, titular de la UFIJ N°15, el área de la pileta no contaba con cámaras de monitoreo ni con supervisión adecuada, lo que habría facilitado el trágico desenlace.
Para los padres de Lucas, la búsqueda de justicia ha sido una lucha prolongada. Durante estos años han impulsado investigaciones, apelaciones y recursos legales para que el caso llegara a esta instancia. “Nuestra familia ya nunca volverá a ser la misma”, expresó Min Lin en una de las pocas ocasiones en que ha hablado públicamente. A medida que avanzan las audiencias, la familia Lin busca que la justicia determine las responsabilidades que, creen, podrían haber evitado la muerte de su hijo si se hubieran tomado las medidas necesarias para garantizar la seguridad.
El proceso judicial comenzará el lunes 4 de noviembre, cuando se espera la declaración de testigos y peritos que aportarán información técnica y testimonios sobre las condiciones de la pileta y los sistemas de seguridad del Colegio Lincoln. Los abogados de la familia Lin tienen la esperanza de que, a través de este juicio, se haga justicia por Lucas y se siente un precedente claro sobre las responsabilidades de las instituciones educativas y de las autoridades.
Este caso plantea, además, una cuestión de interés social sobre el rol del Estado en la supervisión de las instituciones privadas, especialmente en las que reciben niños. La comunidad china de La Plata sigue de cerca el desarrollo del juicio, que representa un reclamo compartido de justicia y un pedido de que las autoridades respondan por la tragedia que acabó con la vida de un niño lleno de sueños y futuro.
A medida que el juicio avance, se espera que las audiencias sigan arrojando luz sobre los factores que contribuyeron a la muerte de Lucas y que los responsables se enfrentarán, finalmente, las consecuencias de una tragedia que, según su familia, pudo evitarse.