El puesto de Plaza Rocha fue clausurado días antes de que se terminara la renovación del espacio. Desde hace algunos días funciona en su nuevo local.
El conflicto por la clausura del desalojo el histórico puestos de comidas de Plaza Rocha quedó definitivamente en el pasado al concretarse la relocalización en un local del centro de La Plata. La tensión derivó en una negociación y esta en la reubicación a menos de 300 metros.
El puesto, que funcionaba en la esquina de 7 y 60 bajo el nombre "La Filia", volvió a abrir y sus dueños y empleados recuperaron la fuente de trabajo. Con la misma oferta de sandwiches a su clientela, el local ya está a pleno sobre la avenida 7, a metros de la calle 57, muy cerca de las fiscalías penales.
Los empleados del puesto de comidas de Plaza Rocha dicen que patrullas de Control Urbano intentaron un desalojo nocturno. Finalmente se clausuró este jueves.
El histórico puesto de Plaza Rocha que fue clausurado días atrás será relocalizado a un local del centro tras un acuerdo con la Municipalidad de La Plata.
La relocalización fue producto de un un acuerdo con las autoridades municipales. El nuevo espacio está ahora en una zona aún más céntrica de la ciudad, a pocas cuadras de la plaza, y cuenta con un contrato por dos años.
"Es volver a empezar pero con la fe de que va a ir bien, la gente nos quiere mucho y sabe la excelente mercadería que manejamos y el buen trato sobre todo", expresó Florencia Bustos, una de las empleadas del puesto, en diálogo con 0221.com.ar.
En tanto que los dueños confirmaron que junto a la Comuna se buscó un local que estuviera cerca de la plaza, se hicieron las refacciones y se pudo abrir conservando el mismo espíritu que tenía el puesto en la plaza. "Ofrecemos a los clientes lo mismo que antes, todos productos de sandwichería", remarcaron.
La mudanza del emprendimiento implica dejar atrás un lugar que supieron sostener durante años, incluso en medio de la remodelación de Plaza Rocha. Desde un primer momento, la familia que llevaba adelante el comercio manifestó su intención de adaptar el puesto a la nueva estética de la plaza.
Pese a esa voluntad, las autoridades municipales argumentaron que la concesión estaba vencida y que el plan de remodelación no contemplaba el mantenimiento de ese puesto. Esto generó una gran incertidumbre en los seis trabajadores que viven de esta actividad.
Después de unos días de tensión se llegó a un acuerdo hasta que finalmente el negocio pudo abrirse la semana pasada. "Ahora necesitamos que la gente que nos compraba sepa que ya estamos funcionando y ofreciendo lo de siempre", agregaron.