Comenzó la celebración de la Mamma Nostra en La Plata, con gastronomía, shows, feria de emprendedores y la tradicional procesión.
La Plata celebra este fin de semana el 78° aniversario de María Santísima Mamma Nostra, patrona del pueblo calabrés de Bivongi. La propuesta, que reúne a la comunidad italiana y vecinos platenses, incluye gastronomía, feria de emprendedores, espectáculos musicales y la tradicional procesión.
Este sábado comenzaron las actividades, que continuarán el domingo, en Parque Castelli, en 25 y 66. En la celebración, los vecinos pueden disfrutar de la feria de productos típicos, foodtrucks, danzas tradicionales y un cierre especial con el tenor lírico Juan Carlos Vassallo acompañado de fuegos artificiales.
Carla Escobar es una artista platense que presentará sus retratos en el viejo continente. Estará en París, Florencia e Inglaterra.
Las autoridades locales elevaron un nuevo proyecto al Concejo Deliberante, para reordenar el tránsito y prohibir el estacionamiento en calles y avenidas clave.
Además, este sábado, a las 18, se realiza la misa en la Parroquia Nuestra Señora de la Piedad. El domingo, en ese mismo templo, se desarrollará la procesión central desde las 16, en un recorrido que reunirá a la comunidad devota y a cientos de familias.
La devoción a la Mamma Nostra llegó a la ciudad de la mano de inmigrantes de Bivongi, un pueblo de Reggio Calabria. Más de 230 familias se asentaron en las cercanías de Parque Castelli en el período previo y posterior a la Segunda Guerra Mundial, dando origen a esta tradición que perdura hasta hoy.
La celebración tiene sus raíces en 1710, cuando el sacerdote Giuseppe Cretari aseguró que el cuadro de la Virgen debía permanecer en Bivongi por voluntad divina. En La Plata, la primera procesión se realizó en 1947, tras la fundación de la Asociación Bivongesa para los festejos de María Santísima Mamma Nostra.
Actualmente, la imagen se conserva en la Parroquia Nuestra Señora de la Piedad y en la capilla Mamma Nostra, inaugurada en diciembre de 2024. Cada nueva procesión revive el espíritu de Bivongi y reafirma la unión de la comunidad italiana con la ciudad.