La escuela secundaria N° 69 de Camino Centenario y 511, en Ringuelet, sufre vandalismo desde hace años. "Ya no queda nada para que se roben", dice su director.
Durante la segunda semana de febrero, la Escuela Secundaria N° 69 de La Plata retomó las actividades después del receso de verano y cuando las autoridades llegaron se encontraron con que los habían saqueado. Es un nuevo golpe a esta comunidad educativa que viene sufriendo ataques delictivos desde hace años y reclama con desesperación más seguridad.
El establecimiento de Camino Centenario y 511, en Ringuelet, es el epicentro de un sinfín de robos que también tiene como víctimas a otros vecinos del barrio y a instituciones cercanas, como el Club 25 (que está detrás de la escuela) y la Parroquia de la Anunciación (7 y 514). Y por eso lo que están gestionando en estas últimas horas es una serie de reuniones entre las autoridades de estos lugares, para iniciar en conjunto un pedido formal.
Las escuelas secundarias inician esta semana la intensificación de materias para reforzar contenidos, dejando atrás el sistema de repitencia completa.
El colegio de La Plata sufrió un ataque durante la madrugada y a primera hora de este viernes la Policía debió realizar pericias, con todos los chicos afuera.
Según le explicaron a 0221.com.ar, lo que buscan es ver la posibilidad de modificar la jurisdicción de la escuela en relación la Comisaría que tiene injerencia sobre ella. Quieren que deje de ser la Comisaría 6° de Tolosa (1 entre 528 y 529) la que responda cada vez que hay un hecho delictivo, para traspasarle esa responsabilidad a la Comisaría 11° de Ringuelet (14 y 530), o bien a la Comisaría 15° de Gonnet (15 y 502). Ambas están ubicadas en una zona más cercana y por ende cuentan con un acceso más directo, rápido y ágil, fundamentan.
Mariano Toledo es el director del colegio de Centenario y 511. Asumió en septiembre del año pasado, y esta cuestión de los robos ocupó gran parte de su agenda semanal, porque es una situación que viene de arrastre y que también lo afecta a él. Solo entre diciembre de 2024 y enero de 2025 contabilizaron al menos cinco ataques vandálicos.
"La escuela ya el año pasado fue vandalizada y saqueada en varias oportunidades. Esta es una historia que se repite y a los delincuentes ya les queda poco por robar, porque se han robado de todo y es como que el ingenio no termina nunca: se robaron todas las computadoras, luego los inodoros y las mochilas, después los cables, otra vez los instrumentos musicales, la última vez ya sacaron directamente las cañerías de plomo, los desagües, impresoras, teclados", contó el director del colegio en diálogo con este portal.
"Y siempre encuentran distintos boquetes para entrar. La escuela está toda enrejada e igualmente rompen las rejas y entran. Ahora directamente la preocupación que tenemos es que la prendan fuego; ya no sabemos qué más pueden robar, porque no queda prácticamente nada", agregó. En el último ataque se robaron hasta el timbre.
Cada vez que sufren un robo y un ataque, realizan la correspondiente denuncia. Pero los hechos se repiten una y otra vez. Y más allá de las posteriores ayudas que reciben por parte del Consejo Escolar, lo que reclaman es presencia policial: rondines regulares y un seguimiento de los casos, para poder determinar quiénes son los autores.
Por el momento, cuando falta cada vez menos para el inicio del ciclo lectivo, las condiciones para comenzar las clases están al límite. Por ahora van a empezar, pero siempre está latente la posibilidad de una postergación, como ya ocurrió el año pasado, producto de un robo la noche anterior.
Para la comunidad educativa de este histórico establecimiento en Ringuelet es desalentador encarar una vez más el inicio de clases en este contexto. La escuela fue saqueada tantas veces que literalmente ya no queda nada para robarle. "Está en riesgo la calidad educativa porque acá no quedó nada, no tenemos internet, no hay computadoras, se robaron todo", describió el director.
Por eso la situación es tan grave que se buscará avanzar con ese trámite de cambio de jurisdicción policial. Durante esta semana entrante van a comenzar las reuniones entre los directivos con la gente de la iglesia y el club, para avanzar en ese pedido formal.
Mientras tanto, los docentes, no docentes y el resto del personal que trabaja diariamente en el colegio continúan realizando sus tareas con angustia, a la espera de una solución que tras varios años sigue sin aparecer.