El 4 de octubre se cumplieron dos meses desde que comenzó a funcionar en La Plata la fiscalía especializada en delitos contra los animales o maltrato animal, una dependencia que rápidamente se ganó el nombre popular de “la fiscalía de las mascotas”.
La UFI 17, que encabeza la fiscal María Eugenia Di Lorenzo, lleva 2 meses investigando delitos de maltrato animal en La Plata y la región.
El 4 de octubre se cumplieron dos meses desde que comenzó a funcionar en La Plata la fiscalía especializada en delitos contra los animales o maltrato animal, una dependencia que rápidamente se ganó el nombre popular de “la fiscalía de las mascotas”.
En este corto tiempo, el área logró rescatar 56 animales en distintos operativos y acumular una serie de actuaciones judiciales que comienzan a delinear el alcance de esta nueva política criminal en la materia.
Durante un procedimiento por maltrato animal, los rescatistas pusieron a salvo a varios animales que se encontraban heridos y los trasladaron hacia un refugio.
Un caballo herido fue hallado en City Bell y rescatado por una ONG de Quilmes. La flamante Fiscalía de Maltrato Animal ordenó la aprehensión de su dueño.
De acuerdo con las estadísticas oficiales de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 17, a cargo de la fiscal María Eugenia Di Lorenzo, en estos primeros 60 días se rescataron 42 perros, un gato, dos caballos, ocho loros, dos patos y un conejo en procedimientos realizados en La Plata, Berisso y Ensenada.
Además, siete personas fueron aprehendidas y cuatro permanecen imputadas con procesamiento pendiente, mientras que otras causas se encuentran en etapa de investigación preliminar.
Desde el lunes 4 de agosto, la UFI 17 concentra todas las denuncias e investigaciones por maltrato, crueldad y daños contra animales domésticos. La medida fue dispuesta por la Fiscalía General de La Plata para unificar criterios y especializar la persecución penal de estos hechos, que hasta hace poco tiempo se tramitaban dispersos entre distintas fiscalías.
La fiscal Di Lorenzo, con más de 16 años de experiencia en el Fuero Penal, explicó que este cambio implicó “sumar una nueva competencia sin dejar de lado las causas habituales”, que van desde hurtos y robos hasta homicidios. Sin embargo, destacó que la incorporación del tema animal “demanda una sensibilidad especial y un trabajo constante con la comunidad”.
“No somos una fiscalía de mascotas, somos una fiscalía de instrucción con una competencia adicional muy importante. Queremos generar conciencia de que los animales son seres sintientes y que quienes los maltratan también enfrentan responsabilidades penales”, sostuvo Di Lorenzo en diálogo con 0221.com.ar.
La primera denuncia que recibió la nueva fiscalía se originó en un allanamiento por hurto de autopartes en Berisso, cuando personal policial encontró un perro y un caballo en estado de abandono: sin agua, con signos de desnutrición y lesiones visibles. Desde entonces, la intervención de la UFI 17 permitió el rescate de más de medio centenar de animales en condiciones críticas.
En varios casos, los procedimientos se coordinaron con áreas de Zoonosis municipales, Protección Animal y organizaciones no gubernamentales dedicadas al rescate y cuidado temporal. Este trabajo conjunto permitió, además de retirar a los animales de situaciones de riesgo, iniciar procesos penales contra los responsables y establecer redes de tránsito y adopción.
“El problema más grande sigue siendo el destino de los animales rescatados. Estamos trabajando para crear una red de personas y familias que puedan recibirlos en tránsito o adopción definitiva, con controles adecuados y acompañamiento veterinario”, explicó la fiscal.
Más allá del trabajo judicial, la UFI 17 comenzó a impulsar proyectos de prevención y políticas públicas en coordinación con los municipios de la región. Según confirmaron fuentes judiciales a 0221.com.ar, el equipo de Di Lorenzo se encuentra redactando un proyecto de ordenanza animal para presentar ante la Municipalidad de La Plata.
El objetivo es mejorar la atención primaria veterinaria, aumentar la cantidad de turnos de castraciones y formalizar canales de denuncia y rescate, con una red de voluntarios certificada. El texto también busca establecer protocolos de intervención cuando un animal es secuestrado en el marco de una causa penal, algo que hoy depende de la disponibilidad de hogares o refugios particulares.
“Queremos institucionalizar la colaboración entre la Justicia, los municipios y las entidades civiles. Es un desafío grande, pero necesario si queremos dar respuestas concretas ante cada rescate”, anticiparon desde la fiscalía.
La fiscalía especializada también avanza en tareas de concientización. En estos dos meses, se realizaron charlas con estudiantes de Derecho, ONGs animalistas y agentes policiales para explicar el alcance de la Ley 14.346, que sanciona los actos de crueldad y maltrato animal, y los artículos 183 y 184 inciso 2 del Código Penal, que contemplan daños a la propiedad, entre ellos, los cometidos contra animales.
Di Lorenzo subrayó la importancia de visibilizar que maltratar o abandonar un animal es un delito, y no una contravención menor. “La ley puede ser antigua, pero tiene herramientas. Si las usamos con criterio y firmeza, podemos lograr condenas ejemplares y evitar la impunidad que antes era la norma”, sostuvo.
“Quiero dejar una impronta de que se puede resolver, además del resto de los delitos, también estos. Marcar una línea de concientización social de que los animales, como seres sintientes, hay que respetarlos. Y que si no se los respeta, va a haber una respuesta penal”, reafirmó la fiscal.
A dos meses de su puesta en marcha, la fiscalía de maltrato animal de La Plata ya muestra resultados concretos. Los 56 animales rescatados, los 7 aprehendidos y los 4 imputados reflejan un cambio en la forma en que la Justicia aborda los casos de crueldad animal.
Pero más allá de los números, el trabajo de la UFI 17 apunta a construir una política criminal sostenida y preventiva, que combine investigación penal con concientización y cooperación institucional.
La creación de esta fiscalía -una iniciativa que había tenido un antecedente en 2018 y luego fue discontinuada- retoma un camino que busca dar coherencia y continuidad a la protección penal de los animales domésticos. Y según anticipa Di Lorenzo, lo que viene será aún más ambicioso: una Justicia que no solo castigue, sino que también promueva el respeto y la convivencia responsable con los animales.