Los cercanos de Pedro Pablo Mieres se reunieron en el Hospital San Martín, lugar donde trabajaba, para pedir justicia por su terrible muerte.
Decenas de familiares, amigos, compañeros de trabajo y conocidos de Pedro Pablo Mieres se concentraron desde las 9 frente al Hospital San Martín, en La Plata, para reclamar el esclarecimiento del brutal crimen que terminó con la vida del joven de 30 años.
Con pancartas, fotos y carteles con la consigna “Justicia por Pablo Mieres”, los presentes acompañaron a la familia en una movilización cargada de dolor y recuerdo. El hospital fue un lugar emblemático en la vida de Pablo: allí no solo trabajó, sino que también se convirtió en un pilar durante los momentos más duros de la pandemia.
Con antorchas y fuerte presencia en las calles, docentes de la UNLP reclamaron presupuesto, paritarias libres y justicia por Pablo Mieres.
El funcionario de la facultad de Ciencias Exactas Pedro Pablo Mieres fue asesinado y en la UPA de Los Hornos lo recordaron por su trabajo.
Pedro Pablo Mieres comenzó su vínculo con la institucion durante las campañas de vacunación contra el COVID-19, como parte del voluntariado que asistió a la comunidad en los momentos más críticos de la emergencia sanitaria. Su rol fue clave en la logística de vacunación y en la realización de hisopados.
“Siempre estuvo a disposición de cada necesidad”, destacaron desde el hospital, al recordar su paso por la institución. A mediados de 2022, se incorporó al equipo del Banco de Prótesis, donde se ocupó de asistir a los pacientes con empatía y compromiso. “Empatizaba con cada caso, tratando de resolver todo lo que estuviera a su alcance”, agregaron.
La movilización de este lunes fue una forma de rendir homenaje a su memoria en el mismo lugar donde tanto dio por los demás, y de exigir que su asesinato no quede impune.
El cuerpo de Pablo fue hallado el martes pasado en su casa de La Plata, atado de pies y manos y con signos de una brutal golpiza en la cabeza. El caso, investigado como un homicidio, mantiene abiertas varias líneas de investigación, mientras su familia y seres queridos insisten en que no descansarán hasta obtener justicia.
“Pablo no era solo un trabajador, era un compañero indispensable, un ser humano comprometido con su comunidad. Exigimos justicia y que su caso no quede en el olvido”, señalaron algunos de sus allegados durante la manifestación.