En enero los servicios se multiplicaron por diez y siguieron subiendo en el Hogar del Padre Cajade de La Plata, a donde casi no llegan alimentos de Nación.
El ajuste y la quita de subsidios golpea fuerte a los sectores más vulnerables, entre los que se encuentra el Hogar del Padre Cajade de La Plata, donde el aumento constante de los servicios de luz y gas ya supone el 40% del presupuesto. En agosto, pagaron más de $6 millones entre luz y gas y vaticinan un gasto todavía mayor para este mes.
"El sacudón importante fue a principios de año", afirma Verónica Ducca, tesorera de la Obra del Padre Cajade, y agrega: "Pasamos de pagar poco más de $100 mil a pagar un millón". En los meses siguientes, las boletas continuaron subiendo hasta que, en agosto, la factura de la luz superó los $2 millones y, además, tuvieron que gastar cerca de $4 millones en gas envasado, ya que a la zona de 643 entre 12 y 13, donde se encuentra la mayor parte de la obra, no llega la red. Para septiembre, Ducca prevé que la boleta de la luz de los consumos de agosto ronde los $2,5 millones.
El relevamiento da cuenta del incremento exponencial en la apertura de estos espacios en los diferentes barrios de la región. Todos los detalles.
La mayoría de los comedores advierte que reciben poca carne, frutas y alimentos secos como harina, azúcar y arroz.
La obra cuenta con un hogar convivencial en el que viven unos 50 niños y adolescentes de los cuales 25 fueron derivados por la Justicia ante casos de abuso o abandono. Además, tiene cuatro casas de día que reciben a chicos de entre 6 meses hasta 18 años, a los que alimentan y educan. En total se trata de entre 250 y 300 nenes y jóvenes.
Para afrontar los gastos, la obra cuenta con las becas que otorga la Provincia, que "se vienen pagando en tiempo y forma", afirmó la tesorera del hogar. Además, a través de un convenio, la Municipalidad de La Plata le reintegra el gasto en servicios en un plazo de 45 a 60 días. "Nos devuelven pero mientras tanto tenemos que disponer del dinero para pagar", explica Ducca.
De momento, el Hogar del Padre Cajade puede afrontar el exponencial aumento del gasto en luz y gas, aunque le insuma casi la mitad de su presupuesto. Un despropósito si se tiene en cuenta cómo recrudeció la realidad del sector al que asisten desde que se recortaron los subsidios y se restringió la ayuda en alimentos por parte del Estado.
Hasta principios de año, el hogar era beneficiario de tres programas del Gobieno nacional de los cuales solo persiste uno. Hasta diciembre, podían entregar bolsones de comida a las familias de los chicos que asisten a las casas de día pero ya no. En total, unas 150. Además, se incrementó en un 10% la cantidad de chicos que asisten a las casas de día.
"Antes los chicos casi ni venían a principios de mes porque las familias podían comprar su comida y elegir qué comer", explica Ducca y añade: "Ahora vienen desde el primer día hasta el último". Y ese no es el único cambio que observan: "A veces nos dicen: 'Si te sobró comida, ¿me das que me la llevo para la noche?'".
En el Hogar del Padre Cajade la restricción en la provisión de alimentos para los sectores más pobres por parte del Estado se evidencia de la manera más cruda los días lunes, cuando los chicos con hambre del fin de semana. "Nos damos cuenta cuando vienen sin comer desde el viernes porque te piden más de un plato de comida", cuenta Ducca y continúa: "Tenemos que servirles de a poco porque engullen y después se terminan descomponiendo".
Desde agosto hasta diciembre de 2023, en el Hogar del Padre Cajade avanzaban dos obras necesarias: la remodelación de la cocina de la casa de día Chispita, a la que asisten los chicos de 6 a 12 años; y la renovación de la Casa Joven, a la que van los adolescentes. Ambas obras se solventaban con fondos de Nación que dejaron de llegar. "Estamos esperando que nos hagan el desembolso y nos vienen bicicleteando desde enero pero hasta ahora no pasó nada", lamentó Ducca.