A casi 20 días del inicio de la demolición del depósito de Aloise, los expertos de la UTN tratan determinar si la estructura está firme.
La demolición del depósito de Aloise Tecno en La Plata arrancó hace poco más de dos semanas, pero las tareas ahora se encuentran paralizadas a la espera de un informe técnico que será determinante para saber si se derribará por completo lo que queda en pie o si parte de la estructura podrá conservarse.
El estudio, a cargo de especialistas de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) en conjunto con la Municipalidad, evaluará la estabilidad del sector que permaneció en pie tras el incendio ocurrido el 16 de julio en Diagonal 77 y 48: si se determina que no hay riesgo de colapso, la demolición podría detenerse y esa base integrarse a la futura construcción. En cualquier caso, los resultados serán entregados al fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta, quien definirá el curso de acción.
A dos semanas del inicio de la demolición del depósito de Aloise Tecno, los expertos intentan determinar si la estructura que queda en pie está firme.
En caso de que se frene la demolición, se abriría la posibilidad del regreso de los vecinos evacuados a sus hogares. Casi dos centenares de personas esperan desde hace un mes para poder retornar a las viviendas de las que fueron evacuados por el riesgo edilicio.
La demolición mecánica del depósito que sufrió un incendio y derrumbe el 16 de julio pasado arrancó hace más de dos semanas y luego de atravesar la etapa más delicada, en la que se utilizó un robot de demolición, la actividad en el edificio se redujo notablemente.
Durante la semana que termina las tareas fueron escasas y se centraron en la limpieza del lugar, donde aún permanecen numerosos electrodomésticos como aires acondicionados, lavarropas y cocinas, que esperan una resolución sobre su destino.
Hasta el momento, 187 personas siguen sin poder volver a sus viviendas: 25 están alojadas en hoteles y el resto en casas de familiares o amigos. La prioridad oficial es garantizar la seguridad estructural y ambiental antes de habilitar el retorno.
La demolición mecánica, que comenzó el 28 de julio, ya atravesó la etapa más riesgosa con maquinaria pesada y un robot especializado. Si se decide continuar con el derribo total, las obras demandarían entre 15 y 20 días adicionales, lo que retrasaría el plazo original previsto para fines de agosto.
Mientras tanto, comerciantes y frentistas esperan una resolución rápida para retomar la normalidad en la zona, donde el tránsito permanece cortado desde el siniestro.