Dos platenses se tatuaron una milanesa napolitana en honor a El Dante, el clásico restaurante de La Plata que los une desde hace años.
Una milanesa napolitana fue la elegida para quedar grabada en la piel de dos platenses que decidieron rendirle homenaje al restaurante más tradicional de la ciudad: El Dante, ubicado en 15 y 41, famoso por sus porciones abundantes y su atención familiar desde 1953.
Nicolás Hrabar y Lucía Gervacio son los protagonistas de esta historia. Fueron pareja y se separaron en 2016, pero la amistad y una tradición muy particular los sigue uniendo: cada vez que ella vuelve de Europa, donde vive actualmente, se reencuentran para compartir una comida en El Dante, como hacían cuando estaban juntos.
El detrás de escena de Dante parece una cinta fordista. Allí se preparan una de las milanesas más famosas de la ciudad y Ricardo Cabral es un mozo histórico, pieza clave del restaurante.
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"Al Dante empecé a ir de muy chico, me llevaban mis viejos y quedó como el lugar familiar para ir a comer. Es un lugar muy tradicional en La Plata y nos gusta cómo se mantiene", contó Nicolás en diálogo con 0221.com.ar. Además, recordó con admiración que "hasta en la pandemia los propios mozos eran los que repartían los delivery".
El restaurante es, para ellos, mucho más que un lugar para comer. Es el espacio donde se mantienen los rituales. Según Nicolás, la visita a El Dante es obligatoria: "Cuando ella viene, al otro día que llega y antes de que se vaya metemos una cena o almuerzo para compartir juntos ahí".
La idea del tatuaje fue de él, pero Lucía no dudó en sumarse. Lo hicieron con el artista Facundo "Ficu" Baigorri y el diseño elegido no fue al azar: "Es una foto de una milanesa de El Dante. La particularidad es que había otros diseños, pero se les veía el queso arriba y las del Dante llevan la salsa arriba y el queso no se ve".
La dupla suele pedir siempre lo mismo: una napolitana de carne, una calabresa de pollo y papas fritas. "Son las mejores milanesas de la ciudad y me animo a decir del mundo", lanzó convencido Nicolás, que en las últimas horas compartió en sus redes una foto del tattoo y etiquetó a la cuenta oficial de El Dante, que lo reposteó.
Aunque todavía no fueron al restaurante a mostrar el tatuaje en persona, la idea es que lo hagan en estos días antes de que Lucía regrese a Europa. Así completarán el ritual con la piel marcada por lo que consideran parte de su historia.
Para Nicolás, el secreto del lugar está en la atención y el ambiente: "Desde que conozco al Dante, jamás escuché a nadie que tuviera una queja al respecto ni de la atención ni de la comida. Hay un ambiente muy familiar, los mozos son súper atentos y tienen muy buena conexión con los clientes".