Mientras Gimnasia sigue inmerso en la pelea por evitar el descenso, la temporada está a dos fechas de finalizar de una manera muy distinta a la que comenzó donde había un equipo plagado de pibes del club, con Sebastián Romero como entrenador.
Sin Chirola, el lugar es ocupado por Leonardo Madelón, y tras el primer mercado de pases luego de 2 años sin poder incorporar, cambió la fisonomía del primer equipo, sumado a las ventas que se realizaron debido a las buenas actuaciones de alguno de los tantos juveniles como fueron los casos de Ignacio Miramón, Alan Lescano o Tomás Muro.
Uno de los juveniles que comenzó jugando el año en Primera, ante la necesidad del primer equipo y aprovechando el conocimiento de Sebastián Romero, es Alan Sosa que tuvo un 2023 llenó de emociones y cuyo enero comenzó con la firma de su primer contrato profesional, que lo vinculará al Lobo hasta diciembre de 2025.
Luego llegó el turno de debutar en la máxima categoría del Lobo cuando por la primera fecha de la Liga Profesional de Fútbol ante Vélez en Liniers, fue titular y jugó todo el partido en la derrota por 3 a 1. Luego de varios partidos siendo parte estable del primer equipo y teniendo algunas actuaciones destacadas, lentamente comenzó a perder su lugar siendo relegado al banco de suplentes y, más tarde, regresando a la Reserva.
La joven promesa terminó destacando en la segunda parte del año, siendo el jugador con más gambetas completadas y más acciones en ataque exitosas, donde además se dio el lujo de poder marcar dos goles llevando al equipo de Lucas Lobos a dar pelea hasta el final para intentar acceder a los Cuartos de final de la Copa Proyección 2023. Sin dudas, que pensando en lo que se viene, habrá que seguirlo de cerca para saber si puede volver a ser una opción para el primer equipo, como supo hacerlo en la primera parte de este año.