domingo 19 de octubre de 2025

No cualquiera se sienta en los bancos de Estudiantes y de Gimnasia

Esta es la historia de catorce directores técnicos que supieron ocupar los bancos de suplentes tanto de Estudiantes como de Gimnasia.

Hubo un tiempo en que parecían más amigos. Y los hechos hablan por sí solos. Ídolos o referentes de Estudiantes y de Gimnasia que se identificaban con un color, de pronto podía pasar al rival del barrio. Y algunos pasaron en forma directa, es decir, de un año al otro.

En la previa de una nueva edición del clásico platense, esta es la historia y trayectoria de catorce celebridades con suerte diversa, que no escaparon de la guillotina del resultado y en algunos casos se fueron cuestionados o vituperados por sendas hinchadas.

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Es por eso que, 0221.com.ar, pone la lupa en las curiosas designaciones de aquellas Comisiones Directivas en que eligieron a uno “de la contra” para sacar adelante a los sagrados colores.

Manuel “Nolo” Ferreira

El notable centrodelantero de Estudiantes entre 1931 y 1936 —la época en que se alineaban “Los Profesores” al sacarse las botas del crack que levantó elogios de Pincha—siendo capitán de la Selección argentina y con un año en River—, se encontró con la propuesta de un presidente de Gimnasia, Gabriel “Tito” Rodríguez, que tras el ascenso de 1948 le pidió al “Nolo” que tomara la conducción aunque sea en forma transitoria.

Ferreira prestó su ayuda y le tocó debutar en un clásico, aquel del 9 de mayo de 1949, 2 a 2. Su única satisfacción pasaba por ayudar, desechando recibir recompensa monetaria. Pero el final fue triste, cuando tras una derrota de local con Banfield un grupo de exaltados hinchas intentó agredir al entrenador.

Nolo Ferreira

Por esta situación, el mandamás gimnasista presentó la renuncia en forma indeclinable, solidarizándose con el ídolo que él había convencido. “Ferreira tuvo el altruismo de negarse a recibir extipendio alguno trabajando gratuitamente”, fue su frase.

Alberto Máximo Zozaya

Después que el entrerriano infernal sacudiera 144 veces los arcos, en 181 partidos jugados para su amado Estudiantes, la lesión de ligamentos lo llevaría a forjarse en la dirección técnica. Pasó por Platense, Estudiantes y siguió en Gimnasia, para después seguir por Lanús, Cambaceres y Benfica. “Don Padilla”, otro de los cinco “Profesores” de inicios del profesionalismo, fue en 1959 el reemplazo del húngaro Jyorgy Ormos en el banco tripero.

Una fecha 13 fue el debut con buena suerte, de visitante ante Racing, 3 a 2. Pero la prueba fue el clásico en 1 y 57, ahí donde lo tuvieron como un dios pagano. Aquel Zozaya cambiándose en el vestuario visitante del Estadio Jorge Luis Hirschi, pese a la ventaja 2-0 para su Gimnasia, vio la reacción de los albirrojos que festejaron la victoria por 3 a 2.

Naón Zozaya
Zozaya, puro gol albirrojo, en la tapa de El Gráfico junto a Naón

Zozaya, puro gol albirrojo, en la tapa de El Gráfico junto a Naón

Permaneció diez meses. El mal comienzo de la temporada 60 frenó su labor en la sexta fecha, cuando sumaba un triunfo, dos empates y tres derrotas. Renunció. Murió en 1981 a los 72 años de edad, y en el sepelio hubo un hincha gimnasista depositando claveles.

Roberto Jorge Sbarra

Nacido en 1912 y más platense que la Catedral, fue símbolo en el primer equipo de Estudiantes durante una década (1931-1941) y además campeón con Argentina del viejo Sudamericano (Chile 1941).

Un llamado del gobernador bonaerense, coronel Domingo Mercante, lo puso frente a un compromiso. “Robertón”, que dirigía con éxito a Huracán, dijo sí pero con la condición de volver al club de Parque Patricios una vez concluido el campeonato e independientemente del resultado.

Roberto Jorge Sbarra
Roberto Sbarra, jugador albirrojo, ascendió a Gimnasia.

Roberto Sbarra, jugador albirrojo, ascendió a Gimnasia.

Gimnasia ascendió y el hombre se fue. Más tarde, fue el coach de Vélez, Lanús, y a Estudiantes en dos períodos (1953 y lo salvó del descenso en 1961), teniendo el éxito máximo con Independiente campeón de 1960. Un personaje culto y viajero que vio siete Copas del Mundo, varias como periodista acreditado por Radio Rivadavia y Provincia; la Sala de Prensa del Country Club de City Bell lleva su nombre.

Saúl Fortunato Ongaro

Después de ser patrón del mediocampo estudiantil entre 1937 y 1946, “El Conde” pudo dirigir a Gimnasia en 1953 con un sexto puesto, y en 1956 volver a la vereda roja y blanca de sus amores.

Puso en primera división a tres pibes que iban a tener un futuro esplendoroso: Juan Ramón Verón, Eduardo “Bocha” Flores y Carlos Pachamé y decidió la contratación de Raúl Madero, cuatro campeones del mundo.

Saúl Ongaro
Saúl Ongaro.

Saúl Ongaro.

Dirigió a la Selección en dos partidos y la gloria se llamó Racing, a la que le dio un campeonato en 1961. Caballero y recto, como lo pintan, solía distraerse estudiando otra pasión, la música.

Miguel Ubaldo Ignomiriello

Pasó tres períodos en los dos clubes. Su raíz se halla en 1943 en Gimnasia, con un grupo de jugadores nacidos en el año ’30. En 1957, con solo 29 años, arrancó la temporada al frente del plantel superior, incluyendo la preparación física, pero un mal arranque con un empate en el debut ante Lanús y cuatro derrotas con Boca, River, Tigre y Racing lo decidieron a seguir en el papel de coordinador de las juveniles. Otra vez volvió al banco mens sana, un partido de interino, el 31 de octubre de 1961.

Con veinte años de experiencia llegó a Estudiantes en 1963, donde aplicó su frase de cabecera: “No hay misterios, hay que trabajar en función de futuro y en forma organizada”. La noche feliz pincha de 1965 con el título de Tercera fue la rúbrica de una labor excepcional que llevó a firmar contrato a Poletti, Aguirre Suárez, Medina, Malbernat, Pachamé, Bedogni, Echecopar, Manera, Eduardo Flores y Verón (de los diez, futuros campeones, seleccionó para quedar en el club a todos menos a Bocha y la Bruja).

Miguel Ignomiriello Tercera que mata
Miguel Ignomiriello y su Tercera de 1965, campeona en 1 y 57.

Miguel Ignomiriello y su Tercera de 1965, campeona en 1 y 57.

Se fue inesperadamente a mediados de 1966, y retornó en 1971 para tener su chance en la Primera, clasificando al equipo a la cuarta final de la Libertadores (sin suerte ante Nacional). Su trayectoria volvió a tenerlo en Gimnasia en 1975 (fútbol amateur) y en Estudiantes como mánager de las categorías formativas a finales de los ochenta. A los 98 años está por presentar su libro.

Ricardo Roberto Infante

En el décimo lugar de los máximos goleadores de la historia de AFA con 217 tantos (Estudiantes 180, Huracán 31, Gimnasia 6), pasó a dirigir pero fue un corto período en Primera. Primero, dupla con el “Cochero” Antonio en el Pincha de 1960, cuando tenía 36 años y al mismo tiempo seguía jugando.

El “Beto” aparece como ayudante técnico en un año 1962 donde nace la leyenda de “El Lobo”, secundando a Enrique Fernández Viola y luego a Adolfo Pedernera, y ante la desazón de no haber podido ganar el torneo, asume en forma interina las tres fechas finales —un triunfo, un empate y una derrota—.

Ricardo Infante
El

El "Beto" Infante, goleador en los dos y DT en el Lobo.

Carlos Roberto Aldabe

“Cacho” había nacido en Roberts en 1919 y llegó a primera en Platense, donde conoció al técnico Zozaya. Retirado, se abocó a estudiar educación física y se largó a trabajar en fútbol profesional, iniciándose en Gimnasia, donde reemplazó justamente a Zozaya.

Debutó el 22 de mayo de 1960 y pensó en dejar en octubre de 1961 tras caer con Estudiantes de visitante. Sin embargo, quedó un partido más ante Chacarita, pero al repetirse los errores defensivos, el 3-5 fue su final.

Carlos Aldabe
Carlos Aldabe en la tapa soñada por todo deportista.

Carlos Aldabe en la tapa soñada por todo deportista.

En 1962 pasó por Argentinos Juniors, en 1963 por Almagro, y en 1964 recaló en Estudiantes. Como AFA había suprimido los descensos no tuvo presiones y llegó a a poner a “Pelusa” Bedogni con 19 años. A fin de año acordó la salida y su sucesor será Osvaldo Zubeldía.

Argentino Geronazzo

Nació en Capital en 1931, jugador de Vélez y del Nápoli donde estudió mucho el fútbol y luego volvió a entrenar a su país, con “el manual europeo”. Amigo de Zubeldía, editaron juntos el libro “Táctica y Estrategia” y fueron socios fundadores —entre otros— de la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino (ATFA).

Cuando asume Zubeldía en Estudiantes en enero de 1965, la prensa catalogó a su ayudante como “asesor-espía”, aunque estuvo poco tiempo.

Argentino Geronazzo
Argentino Geronazzo.

Argentino Geronazzo.

Llegó a Gimnasia para el Torneo Metropolitano 1967 (el mismo que ganaría el Pincha) y le fue pésimo: cayó en el debut de local con San Lorenzo 1-3, luego los bailó Banfield 0-4 (tres goles de José Sanfilippo) y al pelearse con un grupo de fanáticos no tuvo más remedio que irse.

Juan Eulogio Urriolabeitia

Dirigió en las dos instituciones y en dos torneos de Primera División a ambos lados del Bosque. Tras la admiración como jugador de fina técnica que tuvo entre los simpatizantes en los cincuenta, retornó para conducir a los juveniles en 1966 y ser el espía de Zubeldía. Urriolabeitia viajó a Manchester —junto al profesor Jorge Kistenmacher— para reconocer lugares y aspectos futbolísticos del gran rival inglés con el que empataron el 16 de octubre de 1968,

En Gimnasia hubo “Vasco” durante el Nacional de 1974 y el Torneo Metropolitano de 1975, con buen suceso en el juego. Y volvió a Estudiantes para tomar el primer equipo toda la temporada 1979. “Cuando un entrenador llega, los jugadores lo prueban tirándole la pelota” respondía Juan, cuando el mismísimo Patricio Hernández se asombraba ante los peloteos que hacían inalcanzables algunas pelotas en la práctica con los arqueros.

Juan Eulogio Urriolabeitia
Saco azul para el

Saco azul para el "Vasco" Urriolabeitia.

Fue inolvidable para Urriolabeitia y los estudiantiles más nostálgicos el 6 a 4 ante Boca el 25 de marzo de 1979, la máxima goleada ante los Xeneizes que vinieron a la ciudad con la chapa de campeones del mundo.

Héctor Edelmiro Antonio

Fue crack de Estudiantes y su potencia ofensiva lo llevaron al cartel de ídolo. “Cochero” convirtió un gol en la cancha de Gimnasia en la que una tribuna se derrumbó el 28 de mayo de 1959. Fue transferido directo a Gimnasia en 1962 y dejó su impronta en el famoso Lobo, donde el chivilcoyano se retiró.

En la faceta de entrenador el periplo fue al revés, arrancó por 60 y 118 donde ordenó al equipo en 1967, siendo interino un partido de local con Chacarita (con derrota 1-3) y luego se quedó como ayudante de campo de Enrique Fernández Viola, el uruguayo que al cumplir una sanción acordó que sea Antonio el que aparecía en el banco con el equipo.

Héctor Antonio
Héctor Antonio.

Héctor Antonio.

En 1977 tomó Estudiantes, durante medio campeonato Metropolitano y todo el Torneo Nacional donde llegaron a las semifinales invictos y se quedaron afuera con el futuro campeón Independiente (empataron en los dos partidos y el León de Antonio (y su auxiliar Héctor Massa), cayeron en el alargue del segundo match. Falleció a los 59 años jugando un partido benéfico en la cancha de Gimnasia, el 22 de abril de 1989.

José Manuel Ramos Delgado

El “Negro” era del ’35 y alcanzó la dimensión de un coloso cuando al Santos brasileño y fue compañero de Pelé en las famosas giras, club paulista que lo tuvo de técnico coordinador de 1976 a 1978 y en 1995.

La Plata lo vio primero en su vínculo Pincha en una experiencia fugaz, dirigiendo 15 encuentros. Tres meses después del título argentino en Mundial de México, se sentó en el banco local para el debut con Independiente, 1-1, y será contra los Diablos Rojos su despedida el miércoles 1 de abril de 1987, en el viejo Estadio de la Visera, goleado el equipo del “Negro” por 5 a 1, con un verdugo que llevó a decir adiós: el peruano Franco Navarro le hizo cuatro al Pincha.

Se sentó en el banco de suplentes de Gimnasia por primera vez el 13 de agosto de 1989, en la primera fecha ante San Lorenzo, sin darse el dicho de técnico que debuta gana. Cayó 0-1. El apoyo cambió tras aquel mes de enero de 1990 cuando el Lobo volvió de la India, en la Copa Nerhú, donde la marcha triunfal fue frenada por Olimpia de Paraguay.

Ramos Delgado
Ramos Delgado, el silbato; atrás se ríe Insua.

Ramos Delgado, el silbato; atrás se ríe Insua.

Dirigió 28 partidos oficiales y ganó 10, con dos marcas históricas: contra River pudo ganar en La Plata y así quebrar una racha de once años sin poder en el Bosque, 1-0 (Víctor Heredia), y ganaron en la Boca después de veinte años, 3-2 (Merlo, Mannarino y Depietri). El quilmeño se recibió de periodista y trabajó en su ciudad en radio y televisión. Falleció el 3 de diciembre de 2010, en Villa Elisa, a los 75 años de edad.

Higinio Domingo Restelli

Después de consumar una hazaña con Independiente de Trelew (lo ascendió a la divisional máxima en el Nacional del ‘72), la década del ’80 lo tuvo en Gimnasia y en los ’90 en Estudiantes.

Había arrancado en la Liga Amateur, descubriendo en Los Tolosanos que lo suyo era el fútbol. Le tocó trabajar en Gimnasia con juveniles, una especialidad, y la primera vez que salió con la primera fue en 1977, hasta que a la siguiente fecha llegó su amigo y colega Antonio Rattín, con el que siguió como ayudante, hasta el descenso de 1979 con el popular “Rata”.

Higinio Restelli
El recordado Higinio Restelli, aquel DT calvo y carismático.

El recordado Higinio Restelli, aquel DT calvo y carismático.

Con el Lobo en la Primera B fue una suerte de bombero en emergencias, dirigió doce partidos en 1981 y pidió “volver a la paz de las inferiores”, e interino otro sábado en 1983. Se sumó a Estudiantes en 1993 en Quinta y volvió a ser interino en tiempos de dificultades en el plantel superior: el 6 de marzo de 1994 dirigió ante Ferro, 1-1, con Héctor Vargas ante el alejamiento de Eduardo Solari.

Ese mismo año volvió a dar la cara (con Roberto Avalos) en los últimos tres partidos del Clausura que marcaron la pérdida de la categoría, sin haber perdido: el 14 de agosto ante Ferro (L) 0-0; el 21 de agosto 3-3 con Lanús (V) y el 28 frente a Racing (L) 4-1.“Cucaracha” fue profesor de directores técnicos en la Escuela Pedernera y falleció en 2012 a la edad de 71 años.

Eduardo Miguel Solari

El rosarino fue crack tripero, el clásico “5” de los de antes (1978-79) y la misma camiseta marcó una etapa de 1987, segundo semestre en el se mantuvo invicto en sus primeras 14 presentaciones. Pero extrañamente se marchó, con una estadística de 19 partidos, 6 ganados, 11 empates y 2 derrotas.

Eduardo Solari
Eduardo Solari.

Eduardo Solari.

Estudiantes lo llamó en dos etapas donde las centésimas contaban, y volvió a ser fugaz por las diagonales. En 1993, 5 partidos, cuatro empates y un triunfo (2-0 a River en el Estadio Monumental) y adiós. En 2000 asumió en otro duro momento logrará evitar la Promoción.

Luis Garisto

Uruguayo de 1945, cuatro vueltas olímpicas en Independiente (la Copa Libertadores 1972-73) y de selección en su país con un partido en el Mundial de Alemania 1974, tuvo un rasgo como entrenador: el orden defensivo. El “Gordo” fue un especialista en sacar puntos para equipos comprometidos por la tabla de los promedios. Sacó a flote a Gimnasia en la temporada 1985-86, club en el que completó 108 cotejos en dos períodos: volvió en 1988-89.

No perdió contra Estudiantes, ganó dos de local y empató dos de visitante (uno de ellos fue un festejo extra de punto, al imponerse por tiros penales). En su versión Pincha le tocó otro período difícil del club, entre octubre de 1992 y noviembre de 1993, desentonando ante los primos: 0-0 de visitante y traspié de local 0-2. Falleció a los 71 años, el 21 de noviembre de 2017 en su ciudad natal, Montevideo.

Luis Garisto
Luis Garisto.

Luis Garisto.

Un “bonus strack”. Horacio Luis Agostinelli si bien no condujo al primer equipo Pincha, fue ayudante de campo de Garisto, y luego trabajó en juveniles de Gimnasia, siendo DT interino un partido, ante Newell's, el 11 de octubre de 2003. Como jugador, llevó la franja azul con orgullo, dieciséis veces, siendo el debut en aquella semifinal de 1970 por el conflicto de los profesionales.

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