El plantel de Estudiantes parte este martes 13 rumbo a Brasil, en un día que está signado por la mala suerte para aquellos que viajen. La historia.
Estudiantes tendrá menos carga horaria que en los últimos días, ya que tiene programado el vuelo hacía Brasil este martes a las 16.30 luego de lo que será la última jornada de entrenamientos en el Country Club de City Bell pensando en el partido de mañana ante Botafogo.
El elenco de Eduardo Domínguez se estará midiendo ante el Fogão este miércoles desde las 21.30 en el Estadio Nilton Santos en el cierre de la fecha 5 del Grupo A de la Copa Libertadores, y al finalizar el encuentro, el plantel quedará licenciado por unos días, ya que, el último partido en este semestre será el miércoles 27 de mayo desde las 21.30 ante Carabobo en el Estadio UNO.
Santiago Arzamendia fue multado por la Conmebol tras los hechos ocurridos en Brasil. Los montos serán descontados de los ingresos por TV de Estudiantes.
Con la aparición de competencia fuerte por Fernando Muslera, Estudiantes volvió a tener en cuenta un arquero que en 2024 está jugando en Colombia.
Pero volviendo al presente, lo cierto es que el martes 13 está rodeado de supersticiones que se remontan a mitos nórdicos, relatos cristianos y creencias romanas. Asociado con la mala suerte, este día "mufa" es temido por muchos que evitan tomar decisiones importantes, viajar como hará la delegación del Pincha, o casarse. Su fama creció con el tiempo y sigue vigente en la cultura popular.
La aversión al martes 13 combina el temor al número 13 con la mala fama del día martes. En la mitología nórdica, Loki —dios del caos— fue el decimotercer invitado no deseado en un banquete en el Valhalla, provocando la muerte del dios Balder. Esta tragedia habría consolidado la idea de que el número 13 trae desgracia.
La tradición cristiana refuerza este simbolismo. Se dice que, en la Última Cena, Judas Iscariote fue el decimotercer apóstol en sentarse a la mesa. Además, la caída de Constantinopla en 1204, durante la Cuarta Cruzada, ocurrió un martes 13, lo que habría cimentado la mala reputación del día. En la antigua Roma, también se creía que las reuniones de brujas debían tener doce integrantes. Un decimotercer miembro rompía el equilibrio y traía mala fortuna.