El 12 de agosto del 2019 es un día muy triste para todos los hinchas del fútbol, pero sobre todo los de Estudiantes, dado que fue en ese entonces, el Tata Brown perdía su vida a los 62 años producto de una larga enfermedad neurodegenerativa.
El 12 de agosto del 2019 es un día muy triste para todos los hinchas del fútbol, pero sobre todo los de Estudiantes, dado que fue en ese entonces, el Tata Brown perdía su vida a los 62 años producto de una larga enfermedad neurodegenerativa.
Quien fuera campeón del mundo con la Selección Argentina, el viernes pasado hubiese cumplido 67 años, y uno de los tantos recuerdos que aparecen para mantener vivo su legado, llegó luego de una historia que reveló su hijo Juan Ignacio, a la hora de hablar de Valentino, el nieto del Tata Brown. Teniendo en cuenta esto, y en diálogo con Super Deportivo Radio, relató cómo se mantiene fuerte la conexión entre abuelo y nieto.
“Con mi hijo, Valentino, nos pasa algo muy particular y raro. Él habla del abuelo como si lo conociera e incluso tiene un parecido físico bastante importante con papá. El año pasado nos tocó vivir una situación muy difícil con él. De un día para el otro, no sabemos por qué, le dejaron de funcionar sus riñones”, comenzó comentando sobre esta particular.
Además, siguiendo con los hechos, Juani agregó: “La pasamos muy mal y hace 4 meses fue trasplantado, su mamá le tuvo que donar un riñón. El pasó muchos momentos feos y en alguna que otra cirugía que tuvo que pasar, dijo que había visto al abuelo y que lo estaba ayudando. A nosotros nos llamó mucho la atención porque él no llegó a conocerlo, cuando nació mi papá ya estaba internado. Él lo tiene muy presente y habla te diría que casi todos los días de su abuelo”.
En este sentido, y sobre la relación de amor que se mantiene entre su papá y su hijo, completó diciendo: “Nos llama la atención y nos hace mucho ruido esta situación porque es un nene. Tiene un vínculo muy fuerte con su abuelo que evidentemente viene del más allá. Una vez que salió de una biopsia que le estaban haciendo me dijo que lo había visto y que el abuelo lo estaba ayudando. Nos dijo que él estaba ahí y que le había hecho upa. Gracias a Dios su mamá le pudo donar y hoy están recuperándose muy bien los dos”.