Estudiantes cerró un año con todos los condimentos posibles. Eduardo Domínguez pasó de ser discutido a conseguir dos estrellas más.
El 2025 para Eduardo Domínguez fue el más cambiante y con más condimentos desde que es entrenador de Estudiantes. Las expectativas comenzaron por los cielos con un mercado de pases rutilante con miras a la Copa Libertadores como gran objetivo pero los resultados tardaron en aparecer.
El plantel de Dominguez que contó con varios refuerzos de renombre y la oportunidad de mantener todos los nombres que terminaron consagrándose en el Trofeo de Campeones, tuvo la posibilidad de revalidar lo hecho con el Torneo Apertura, la Copa Argentina, la Copa Libertadores, el Torneo Clausura y la final de la Supercopa Argentina.
Tras meses en obras, el Municipio de La Plata reinauguró en 2025 las plazas San Martín, Rocha e Italia como parte del Plan de Recuperación del Espacio Público.
La llegada de los Hells Angels, sus recorridas por el centro, las fotos, las peleas y hasta un tiroteo marcaron una de las semanas más intensas en La Plata.
Para el cuerpo técnico la oportunidad de seguir compitiendo en los primeros puestos era una tentación pero poder tener revancha en la Libertadores de convirtió en el principal motivo de preparación para un plantel que tenía en Domínguez la bandera de la ilusión.
En el plano internacional, terminó primero en el grupo tras vencer a Carabobo en dos oportunidades y a Universidad de Chile y Botafogo en una. Además, se clasificó como uno de los mejores primeros, ubicándose en el quinto lugar por debajo de Palmeiras, Sao Paulo, Liga de Quito y Racing.
En el plano local, el Apertura fue la primera medida de fuego para el Pincha, donde la prioridad en la Libertadores lo hizo desviar el foco de atención. Luego de una primera mitad del certamen casi perfecta, donde consiguió cinco triunfos y tres empates, a partir del mes de marzo alcanzó una racha adversa de más de cuatro meses sin conocer la victoria.
A esto se le sumó un factor importante, Domínguez no podía encontrarle la vuelta a los partidos, a pesar de tener un gran nivel en el ambito internacional, el Apertura costaba y el entrenador empezó a cambiar la receta pero sin conseguir funcionamiento ni puntos.
Esto se vio reflejado en los puntos, ya que, en los segundos 8 encuentros de la zona A, no cosechó victorias, perdió cinco encuentros y empató en los tres restantes. Sin embargo, pudo clasificarse a los playoffs por una serie de resultados pero quedó eliminado de forma prematura ante Rosario Central.
Sin dudas, el momento más turbulento del ciclo fue entre el 4 a 0 en contra ante Argentinos Juniors y la reanudación del Torneo Clausura. En ese lapso de tiempo, el Pincha disputó seis encuentros pero con definiciones importantes.
Con un plantel diexmado por las lesiones y los bajos rendimientos, Domínguez iba a afrontar la eliminación ante Central en el torneo, la eliminación ante Aldosivi en Copa Argentina y la perdida de una final ante Vélez con cuestionamientos y sin poder explicar algunas decisiones.
En ese periodo, uno de los episodios que parecía ponerle fin a su ciclo como entrenador fue la irrupción de Carina Magnabosco y una conferencia de prensa explosiva tras la eliminación ante el TIburón. El DT fue contundente al enumerar los motivos por los que su cargo estaba en riesgo.
"Tuve tres maneras de irme de un club: por malos resultados y desgaste con el grupo, porque me dicen una cosa y hacen otra, o porque buscamos cosas diferentes para el futuro. Una de esas tres está pasando". Con estas palabras, le abrió la puerta a la polémica y horas después se supo de la presencia de Carina Magnabosco como colaboradora externa en el Pincha.
Uno de los motivos que lo llevó a renovar su contrato en el Pincha fue poder tener un rol protagónico en la Libertadores y sin dudas lo logró. Más allá del deslucido papel en la primera mitad del año en el Torneo Local, la Libertadores lo tuvo como protagonista. Tras superar su grupo sin contratiempos, enfrentó en los octavos de final a Cerro Porteño y con un gol de Santiago Ascacíbar de penal en el partido de ida, el equipo abrochó la clasificación.
En la continuidad tuvo que enfrentar al campeón, Flamengo. Domínguez fue clave para poder llegar al encuentro de vuelta con vida. Tras una primera mitad que pudo terminar con goleada en contra, el DT le dio lugar en cancha a Gastón Benedetti y cambió el partido. En el cierre del encuentro llegó el 1-2 en el pie de Guido Carrillo y en La Plata la historia fue distinta.
Apelando a la historia del club, Domínguez planteó un partido largo, presentándole un juego friccionado que el Mengao no estaba acostumbrado y le dio rédito, como así también, el ingreso de Benedetti que cambió el encuentro en el Estadio Maracaná y le dio vida en el Estadio UNO. En el cierre de la primera mitad, el lateral por izquierda que jugó como carrilero, definió de volea en el área para dejar sin defensa a Agustín Rossi y forzar los penales.
A pesar de la eliminación, ese día Domínguez empezó a escribir la conquista del Clausura, con una declaración que despertó la ilusión: "Vamos a ir en búsqueda del título local, nos queda ese torneo solo y lo tenemos que ir a buscar. No sé qué va a pasar, pero si vamos con este entusiasmo de representar a esta institución, vamos a estar cerca".
A diferencia de la primera mitad del año, el plantel pincha empezó con algunas dudas el Clasura pero con un factor clave, los resultados. Con la llegada de dos piezas claves en el mercado de pases, Domínguez armó un equipo con Fernando Muslera, Leandro González Pirez, Santiago Ascacíbar y Guido Carrillo como la columna vertebral del campeón.
En la primera mitad de encuentros cosechó cuatro victorias y cuatro derrotas, pero manteniendo el invicto en condición de local. La segunda mitad del torneo tuvo un repunte a partir de la eliminación de la Libertadores y en total ganó dos encuentros, perdió tres más y empató los tres restantes.
Con estos resultados quedó en el octavo puesto pero la primera señal de un posible título llegó en el cierre de la jornada 16, cuando tres resultados lo favorecieron y lo hicieron meterse en tre los ocho mejores. El equipo de Domínguez necesitaba que no ganen Defensa y Justicia, Huraçan y Belgrano, por lo que, en el último suspiro confirmó su presencia entre los ocho mejores de la zona.
A partir de ahi, todo cambió. Con la disputa de Juan Sebastián Verón con la AFA por el título que recibió Rosario Central en las oficinas de LPF, la cúpula del fútbol argentino se puso en contra del club, lo obligaron a hacerle pasillo de campeón al Canalla y se dio una de las imágenes más históricas del último tiempo.
El plantel de Estudiantes realizó el pasillo de espaldas como clara muestra de disconformidad y esto llevó a Pablo Toviggino, un dirigente de alto rango de la AFA, a expresarsarse en tono amenazante contra Estudiantes, la aparición de boletines oficiales viejos que se terminó constatando que estaban adulterados y todo eso llevó a Domínguez a reinventarse, encontrar el camino y pelear por el título.
Cuando parecía que su ciclo estaba terminado, el Pincha se reencontró con el Domínguez ganador y en los playoffs fue imparable, venció al Canalla, a Central Córdoba, Gimnasia y en la final superó a Racing para conseguir su cuarto título en la gestión pincha.
Ante Platense y en el Estadio Único de San Nicolás, Estudiantes cerró el año con una nueva coronación. Eduardo Domínguez concluyó su tercer año al frente del plantel con la obtención de su quinto título tras vencer 2 a 1 al Calamar y se empezó a encaminar su presencia para el 2026. Luego de las dudas que se generaron sobre su continuidad, el entrenador resurgió y cambió la opinión dividida por la unanimidad de la dirigencia y la hinchada para que su continuidad sea en Estudiantes.
En los festejos del plantel y todo el cuerpo técnico en Plaza Moreno tras la obtención de su quinta corona como entrenador, Domínguez le agradeció a la gente y le tiró la pelota a Marcos Angeleri para su renovación: "Les agradezco de todo corazón pero depende de Marcos, no de mí".
Con más posibles trofeos por delante, Domínguez seguirá a cargo del plantel para disputar el Torneo Apertura, la Copa Libertadores, la Copa Argentina, defender el Torneo Clausura y seguir ganando, con las finales de la Supercopa Argentina, Supercopa Internacional y dos posibles triangulares por delante.
Eduardo Domínguez busca un acuerdo por dos años con cláusula de salida, mientras el club evalúa lo económico y el mercado de pases para Estudiantes.
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