domingo 12 de octubre de 2025
Guillermo Barros Schelotto Palermo Clásico
En su día

Historias épicas de partidos en La Plata donde los árbitros dieron su show con Gimnasia y Estudiantes

En el Día del Árbitro, se recuerdan cientos de historias de partidos en La Plata que tuvo como protagonistas tanto a Gimnasia como a Estudiantes.

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Siempre se le ha prestado muy poca atención Día del Árbitro, que además se fue distorsionando puesto que en varios medios se informa que “es el día internacional a raíz de una primera vez que se jugó con árbitro”. Esto no es así, y varios históricos arbitrajes, sucedieron en La Plata.

Nada más alejado de la realidad, porque solo es en nuestro país, ya que en muchos otros existen otras fechas. El anuncio fue en 1948, por un hecho particular, ilustre. Un 11 de octubre, de 1942, se había conformado la primera comisión directiva de un grupo de árbitros, que tuvo al señor Daniel Rivas como primer presidente. Ese nucleamiento fue antecesor al movimiento gremial que hoy es la Asociación Argentina de Árbitros.

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En diálogo con 0221.com.ar, Germán Bermúdez, recién retirado del referato y dedicado a la música (hace tributos a Serrat) aportó otros aspectos de aquella matriz explicativa de la celebración.

“Antes, otro suceso importante de esos ex árbitros había sido la aparición de una revista que se vendía en los estadios, en la década del '40, y lo recaudado se destinaba a viajar, a la vestimenta o a cubrir algún problema de salud", comenzó relatando, y agregó: "Esa revista El Árbitro le dio un sentido de unidad o de identidad, con el cual después llegaron a pensar en hacer una asociación legal para defender los propios intereses, que fue un 11 de octubre”.

Acostumbrados a sufrir

Muchos árbitros atendieron a este medio. Y con la excusa de saludar y conocer, muchos ex suspiraron en una montaña de recuerdos personales, resucitando el tiempo vivido, especialmente aquellas décadas del siglo pasado en que se dirigía más por vocación que por dinero. Ángel Coerezza era monaguillo y se animó a dirigir en partidos entre iglesias porteñas, cuando ni el más futurista de sus amigos pensaría que iba a jugar dos Copas del Mundo.

Angel Coerezza Mundial 1974 Alemania Federal e Inglaterra
Angel Coerezza, en el Mundial 1974. Alemania Federal e Inglaterra.

Angel Coerezza, en el Mundial 1974. Alemania Federal e Inglaterra.

La famosa semifinal del Torneo Metropolitano de 1967, que Estudiantes logra superar a Platense tras perder por 3 a 1, tuvo para Ángel una decisión acertada al sancionar el penal por la viveza de Carlos Bilardo, que al estar en las narices del arquero de Platense, Hurt, y ante la reaccionó del arquero del Calamar con un golpe de puño, marcó el punto penal que Raúl Madero convirtió en el 4 a 3.

Curiosamente, don Ángel irá a otras dos copas, la de México 1986 e Italia 1990, donde la AFA le asignó el rol de instructor de esos planteles justamente dirigidos por Bilardo y con Madero como médico.

Abel Gnecco fue referí desde 1973 a 1993, un carácter vehemente con el que no se dejó prepotear por nadie, incluso por Ricardo Gareca, que era alto, y contrastaba con el tamaño bajito del referí. La primera fecha del Metro 1984 tuvo en Estudiantes vs Boca muchos roces, en jornada donde los capitanes eran los caudillos Miguel Ángel Russo, de Estudiantes, y Oscar Ruggeri, de Boca.

Abel Gnecco Estudiantes Boca
Boca-Estudiantes, 1984. Gareca ya le tiró la roja a Abel Gnecco, y la tarjeta caerá cerca de Russo.

Boca-Estudiantes, 1984. Gareca ya le tiró la roja a Abel Gnecco, y la tarjeta caerá cerca de Russo.

En el final, el León defendía con uñas y dientes el 1 a 0, y Pasucci cometió falta sobre Ponce y dejó al Xeneize con diez. Era la tercera vez que Gnecco echaba al bravo Roberto, que no paraba de revolear sus brazos en señal de queja y al gesticular en demasía la mostró roja. Esta tarjeta todavía no la había puesto en el bolsillo cuando el Tigre Gareca le hizo frente. “¿Por qué lo echás?”, “Lo echo por la patada que dio… “.

“En ese momento me pegó en la mano y voló la tarjeta por el aire, y entonces le grito ‘vos te vas sin tarjeta, vamos, rajá…’”. En mayo de 1991 el mismo Gnecco tuvo que esquivar un zapato de un plateista pincharrata, un sábado en que Racing se llevó el triunfo con gol de Juan Ramón Fleitas, pero el socio se fue con el calzado ya que se lo “devolvió” Emilio Commisso, futbolista local. Gnecco fue docente en en la Escuela de árbitros e integró la comisión arbitral Conmebol. Es militante peronista, “y cristinista”, aclaró. El pasado jueves concurrió al estadio de Boca para dar el adiós a Russo. “Los eché dos veces y las dos veces me dio la mano”, contó a 0221.com.ar.

La vida le gana al fútbol

Juan Carlos Loustau sostiene que nació y se va a morir en Temperley, mientras disfruta de cada momento con los nietos (7) que le dieron tres hijos, de los cuales los dos varones son parte del actual mundo arbitral, Patricio (preside la comisión de árbitros de la Liga Paulista) y Juan Pablo (pita la Primera Nacional). La capital bonaerense tenía un destino para Pichi y no solo por los encuentros de Cambaceres, Gimnasia y Estudiantes. Hizo la conscripción en City Bell, en el Batallón 601, en tiempos que ya estaba de novio con María Cristina Pousa, su actual mujer.

Juan Carlos Loustau Barcelona San Pablo
Juan Carlos Loustau, final Barcelona y San Pablo, en Japón.

Juan Carlos Loustau, final Barcelona y San Pablo, en Japón.

Cuando Loustau era uno de los grandes del referato, le tocó pasar por una circunstancia delicada, quien ya era su esposa había contraído una varicela mientras trabajaba en un hospital donde era doctora en medicina nuclear. “El virus se le alojó en el corazón y empezamos el baile, sin saber qué hacer”, recordó Juan Carlos a 0221.com.ar.

El problema corrió por los pasillos de la AFA y se enteró Héctor “Cacho” Delmar, el recordado presidente de Gimnasia. “Cristina estaba internada en terapia y Delmar se acercó a la oficina de los árbitros para ofrecer, si hacía falta, una ayuda de la ciencia, y ofreció que habláramos con el doctor René Favaloro. Ante una situación tan grave, ¡cómo no iba a aceptar! El cardiocirujano intervino para dejarnos en manos de un especialista en infectología, y salimos adelante, cuando mi señora estaba conectada a un marcapasos, con miocarditis y dieciséis pulsaciones por segundo”. La historia tuvo final feliz. Tanto es así que años después pudo dar a luz a un tercer hijo, Juan Pablo. Cuando el árbitro (hoy con 78 años) preguntó por los honorarios a Favaloro, éste le devolvió una mirada a los ojos y cerró el tema. “¿Cuánto es cero más cero, Loustau?”.

Con respecto a Delmar y “la labor como árbitro, nunca cuestionó una decisión de ningún tipo. Nos quedó un agradecimiento de por vida”. Dos décadas más tarde, el destino tuvo otra señal amable en La Plata, ya que, en el estadio del Lobo, en 2009, Patricio Loustau fue debutante como principal en la máxima categoría. Aquel que era un niño cuando la familia sufría un momento duro. La pareja vive en Temperley, a diez cuadras de la Estación Turdera.

Partidos épicos en La Plata

Carlos Espósito puede hablar de un estadio Azteca con capacidad completa, 147 mil personas, para México vs Bélgica, y no tiene por qué ocultar una mala decisión de aquella jornada en el Mundial de 1986. “Luego del gol de Hugo Sánchez, éste hizo su vuelta carnero y le dio un puntinazo a la pelota, a cualquier lado, pero era de alegría y no para demorar. El asistente me informó mal y lo amonesté, y después de eso me di cuenta que el ídolo se perdía los Octavos de Final frente a Alemania Federal”, dice a los 84 años, en Cardales, mientras sigue en la ruta del fútbol con una Asociación arbitral donde forma instructores para aquellos que se han retirado.

Carlos Espósito Selección Argentina México 1986
Carlos Espósito, el referí argentino en México 1986, volviendo con el plantel de Bilardo.

Carlos Espósito, el referí argentino en México 1986, volviendo con el plantel de Bilardo.

El arbitraje es uno solo: es lealtad, honestidad por lo que estás haciendo. El de La Plata es el único clásico que no dirigí”, cuenta Carlos, quien ofició de chofer del uruguayo Luis Da Rosa, árbitro de un célebre partido por Copa Libertadores, el agónico empate de Russo para dejar 3 a 3 el cotejo con Gremio, con siete jugadores del equipo local. “Acompañar a la cancha y llevarlos a almorzar y cenar fue una costumbre del arbitraje argentino con los colegas”, señaló Espósito.

Aquel viernes 8 de julio de 1983, Da Rosa amonestó a Marcelo Trobbiani antes de iniciar el juego y luego lo expulsó junto a Ponce a los 35 minutos del primer tiempo, siguiendo la vorágine de tarjetas rojas con Julián Camino y Hugo Teves a los 25' y 29' de la etapa final. Por algún secreto profesional, pasadas cuatro décadas Espósito no soltó prenda a la hora de contar detalles de una cena que habrá sido menos agitada que el partido.

Carlos Coradina llevó el silbato veinticinco años, de 1966 a 1990, y luego sumó otros veinticinco almanaques en la Escuela de árbitros. “Debuté en Cambaceres como juez de línea, en reserva, en una época que para llegar desde la Capital teníamos toda una historia”. Otro recuerdo no menor fue en el Estadio Juan Carmelo Zerillo, el caluroso domingo del 30 de diciembre de 1984, Gimnasia 4 vs Racing 2, cuando Coradina anunció el final del Octogonal y de un suplicio de cinco años del Tripero militando en aquel durísimo fútbol de la segunda categoría profesional. Coradina tiene publicados dos libros técnicos, y se jubiló en 2018 de la AFA.

Javier Alberto Castrilli debutó en un Estudiantes vs Español, el 31 de marzo de 1991, con goleada Pincha 3 a 1 con tres goles del puntero Lorenzo Saez, y el descuento de la visita con gol de José “Pepe” Albornoz. Ese viaje a la Primera división en sus comienzos lo hacía escuchando música de tango en sus walkmans, y por su peinada con gomina, no faltó algún colega que lo llamaba Gardel. “Así bajaba la ansiedad y las presiones”.

En la misma cancha vieja fue “figura” durante varios minutos cuando no continuó un Estudiantes vs River hasta tanto no se retirarán las cámaras de TV detrás de los arcos y esperó pacientemente a que bajara el último hincha albirrojo del alambrado de calle 55, antes de que Marcelo Escudero ejecutara un tiro penal. El Sheriff adicionó 18 minutos. Quien jugó el Mundial de Francia 1998 con 42 años, hoy trabaja para la Asociación Nacional del Fútbol Amateur (ANFA) luego de romper vínculo con la Federación Chilena de Fútbol Profesional.

Baldassi Estudiantes Gimnasia
Héctor Baldassi en el clásico de La Plata histórico.

Héctor Baldassi en el clásico de La Plata histórico.

Héctor Baldassi, apodado "La Coneja" desde su tierra natal, Córdoba, en épocas del colegio secundario mientras laburaba repartiendo soda. A los 29 arrancó en Primera D y aplicando psicología y jugar “pegado” a la pelota llegó a una Copa del Mundo Sudáfrica 2010. Los de Estudiantes lo recuerdan por el 7 a 0 en el Estadio Único de La Plata, cuando su coterráneo Juan Carlos Olave sufrió la peor parte. Pero no fue el único momento en que Baldassi fue como una maldición para el ex arquero mens sana, ya que una vez lo expulsé en un entretiempo, cuando se pelearon con Gustavo Barros Schelotto.

Una más del Pincha. “Resulta que conmigo no ganaban nunca, y un día me tocó jugar el clásico, el último que se jugó en el estadio viejo de 1 y 57. Cuando llegué a la cancha me paró una persona y me dijo ‘no lo tome a mal, Baldassi pero le quiero hacer un regalo’. No, le dije: ¿qué me quiere regalar? Me regaló una cabeza de ajo con una cinta roja, y ese día ganó Estudiantes 1 a 0 con gol de Calderón. Después, cada vez que me tocó dirigir a Estudiantes me daban una cabeza de ajo”.

Las árbitras que van por sus sueños

Florencia Romano llegó a Berisso el 2 de mayo de 1998, ante Centro Español, un amargo 0 a 0 donde la presencia de la joven tucumana fue la mayor atracción, ya que además venía de un problema en el debut oficial unas semanas antes, en la cancha de Victoriano Arenas, donde el informe de uno de los veedores de la AFA, Juan Carlos Crespi, llevó a la reacción de Romano frente a la adversidad del documento, por lo cual envió una carta intimatoria hacia la casa del fútbol para que Crespi se rectificara. Poco a poco, el caso de Florencia entró en el campo de la desconfianza, hasta desvincularse del fútbol masculino del fútbol argentino. Sin embargo, sobrevino una nueva oleada.

Carla López
Carla López en acción.

Carla López en acción.

Carla Belén López, a los 35 años, hoy lleva el orgullo de ser la primera mujer platense en dirigir Primera división. Nació el 20 de septiembre de 1990 y jugó al fútbol en Argentino Juvenil de City Bell. A los veinte años hizo el curso arbitral en la Escuela Superior Platense de Árbitros (ESPA), con el recordado Jorge Vigliano. Y a pesar de ese millón de hormigas de la adrenalina que recorrían su cuerpo tuvo su debut en Primera C, en Cambaceres.

Con la especialización de árbitro asistente ascendió categoría por categoría hasta que en 2024 llegó el gran día de jugar en la Liga Profesional. Lleva la insignia FIFA y actualmente está viviendo su segunda Copa Libertadores femenina.

Dos personajes que ya no están

Teodoro Nitti vivía por la zona de Mataderos, quien llegó a postularse en elecciones de la AFA, oponiéndose a Julio Grondona. En una cancha pasó momentos difíciles, y su cara solía ponerse colorada como un tomate. En la cancha de Estudiantes, el jugador de All Boys, Andrade, le gritó: ‘¡Sos un ladrón!’. Nitti se guardó el silbato pero no se comió la afrenta.

“Lo levanté de la camiseta y estuve a punto de pegarle ante la indignación que me había provocado la calumnia. Al margen de mi arrepentimiento y las recíprocas disculpas que tuvimos en el vestuario, lo cierto es que había cometido una gravísima falta fruto de mi inexperiencia. Fue la última vez que me traicionaron los nervios de modo tan evidente”.

Luego de su partida en 2004, espiritualmente se lo recuerda cada día al pasar por el predio de la Asociación Argentina de Árbitros, donde tuvo una intensa actividad gremial. Siendo su secretario general, y haciendo honor al hijo de italianos que le dieron la vida, don Teodoro Pascual proyectó el “campito de los árbitros”, que lleva su nombre.

Guillermo Nimo Hugo Gatti
Guillermo Nimo advirtiendo a Hugo Gatti.

Guillermo Nimo advirtiendo a Hugo Gatti.

Guillermo Nimo pertenecía a una familia clase media, fue arquero de Huracán hasta la tercera, momento en que le dieron el pase a Sacachispas. Su vocación de atajar tuvo un ingreso accidental como árbitro gracias a un socio de GEBA que lo invitó a jugar los torneos en Palermo.

Después de jugar su partido, le ofrecieron ser el juez del partido siguiente. De ahí al primer piso de la AFA, curso hecho y unos doce años en primera, coincidiendo con el Estudiantes de Zubeldía y con el Gimnasia de La Barredora. En esos equipos había dos jugadores distintos, a los que Nimo recordó siempre con cariño. Con Bilardo, por ejemplo.

“A ver, múestreme las manos. Déme el afiler”, le dijo una vez, en tono de broma. Y en su libro “Discuta y gane”, apuntó al “Narigón” por una táctica donde “hablar” en el campo tenía no solo el fin de organizar al Pincha sino provocar molestias del juez influenciándolo en los fallos. “Hoy se nos va a hacer difícil ganar porque este referí cobra todo para los contrarios decía Bilardo, buscando que el referí lo escuchase. Pero después yo pasaba cerca y le comentaba “me parece que si esa radio no se apaga la voy a tener que sacar de la cancha”.

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