El secretario de Turismo, Daniel Scioli se reunió con la empresa que es dueña de la Fórmula 1 para empezar a negociar que las carreras vuelvan a Buenos Aires.
El efecto Franco Colapinto no cesa y mientras el joven piloto argentino corre en San Pablo ante miles de argentinos que se acercaron a verlo, el secretario de Turismo, Daniel Scioli, se reunió este viernes en en esa misma ciudad con Stefano Domenicali, director de Liberty Media, dueña de la máxima categoría del automovilismo con la mente puesta en traer el mayor circo automovilístico a la Argentina.
"Pusimos en marcha el proceso para que vuelva la F1 a la Argentina", escribió sin rodeos Scioli en su cuenta de X al término de la reunión Domenicali y Torben Olsen, el jefe de Desarrollo y Carreras.
"Mucho trabajo por delante, para la preparación de un evento tan exigente, sofisticado y prestigioso como este, que requiere de una serie de evaluaciones y exigencias múltiples", agregó.
Según publicó Letra P, antes de concretarse la reunión, allegados al exgobernador bonaerense dijeron que el objetivo del funcionario libertario era "saber cuánto dinero hay que reunir para que Argentina vuelva a ser sede de la F1”.
Mientras que se estima que Liberty Media exigirá entre 35 millones y 40 millones de dólares para quedarse con la fecha, Scioli asegura que "ya están los inversores privados para el proyecto”. Las fuentes consultadas anticiparon que a esta cifra hay que sumarle otra igual o superior para la remodelación del Autódromo Juan y Oscar Gálvez, que depende del Gobierno porteño.
La administración de Jorge Macri ya está haciendo obras para que el circuito porteño sea homologado como “Grado 2” por la Federación Internacional del Automóvil (FIA), pero esa remodelación excluye la posibilidad de la Fórmula 1.
Entre los puntos a favor del posible retorno del Gran Premio de Argentina está que ya hay fechas asignadas en México y Brasil, lo que, para especialistas del negocio automovilístico, genera una logística accesible para “bajar” hacia Buenos Aires.
“Ojalá más pronto que tarde se dé la posibilidad de que Sudamérica sea sede, no sólo con México y San Pablo en Brasil... ¿Por qué no?”, dijo Domenicali.
Tal es el comentario que, según trascendió, le hizo el dueño de la F1 a Martín Migoya, CEO del unicornio informático Globant, una de las empresas auspiciantes de la escudería Williams y de Colapinto.
El presidente Javier Milei está al tanto de la gestión de Scioli e incluso ya hizo su ingreso dialéctico para asociarse al fenómeno del piloto de Pilar. "Me dijeron que soy como Colapinto, sólo sabemos acelerar e ir para adelante", se espejó.
En las gestiones también está Eugenio Breard, presidente de la Comisión Deportiva del Automóvil Club Argentino (ACA). “Estamos trabajando para 2027. Si el país sigue yendo por este camino, la Ciudad de Buenos Aires avanza como lo está haciendo y se pueden llevar a cabo las obras en el autódromo, más la frutilla del postre que sería tener en la grilla a un piloto argentino, ahí recién se darían todas las condiciones para volver a tener un Gran Premio de Fórmula 1″, evaluó Breard al programa especializado Carburando.
El 12 de abril de 1998, ante 50 mil personas, ganó Michael Schumacher y corrió el argentino Esteban Tuero con el equipo Minardi. Así el circo automovilístico internacional, todavía comandado por Bernie Ecclestone, se despidió de Argentina para no volver.
La idea de que la F1 regrese siempre estuvo latente. Según recuerda Letra P, la entonces presidenta, Cristina Fernández Kirchner anunció que había grandísimas chances para el regreso de la Fórmula 1 en 2023, pero como en la actualidad, se requería de una inversión de u$s 40 millones.
CFK anunció también que se construiría un autódromo callejero en la ciudad de Mar del Plata. Entonces Sergio Massa era el jefe de Gabinete y Scioli era el gobernador de la provincia de Buenos Aires y quien traccionaba esta sede balnearia, como lo había hecho en 2008 cuando fue el impulsor de que la final de la Copa Davis se jugase allí.
Mauricio Macri era alcalde porteño cuando armó una comisión con el objetivo de crear las condiciones para el regreso de la máxima categoría a Ciudad.
En 2018, con Cambiemos en la Casa Rosada, los ministros del Interior, Rogelio Frigerio, y de Transporte, Guillermo Dietrich, dijeron que ya no era una "utopía" pensar en el regreso de la F1.