La Facultad de Ingeniería de la UNLP construyó una estación terrena capaz de recibir señales de tres tipos. Ya está instalada y pronto comenzará a funcionar.
La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) instaló una estación terrena en el Edificio Central de la Facultad de Ingeniería para recibir y enviar información satelital. Desde la casa de altos estudios informaron que es una de las pocas teconologías de este tipo que existen en Argentina.
Se trata una antena parabólica de 1,90 metros que está acompañada por otras dos, para sus diferentes bandas de frecuencia. Se destinará a fines de investigación, colaborativos y de fomento del uso de datos satelitales de la Universidad. "La dea es que sirva no sólo para nuestros satélites sino también para los de otras universidades de Argentina y del mundo”, señaló la ingeniera Sonia Botta, integrante del Centro Tecnológico Aeroespacial (CTA), que participa del proyecto junto al grupo Sistemas Electrónicos de Navegación y Telecomunicaciones (SENyT) del Departamento de Electrotecnia.
El acuerdo establece que la UNLP otorgará una Licencia de Uso de los Sistemas Informáticos de Gestión y proveerá el Sistema de Asistencia Técnica.
La facultad de la UNLP contará con un edificio que alcanzará los 450 m2. El proceso de adjudicación de la Licitación ya está en marcha y se espera que las obras empiecen entre los meses de febrero y marzo.
La antena servirá para recibir información en las bandas VHF y UHF, que son las más usuales, y también para la recepción de datos en banda S, que se utiliza para la transmisión de datos científicos. "Es una de las pocas antenas de este estilo en el país. Tenerlo en la Universidad es un aporte significativo”, destacó Botta.
Por su parte, Marcos Actis, decano de la Facultad de Ingeniería y director del CTA habló sobre cómo surgió la iniciativa: "En 2019 en una visita a la Universidad de Northwestern, en China, vi que ellos contaban con una estación terrena y pensé que la Facultad de Ingeniería debía tener una para el seguimiento de pequeños CubeSats. Hoy es una realidad”. Los CubeSats son satélites en miniatura de forma cuadrada, con un tamaño similar al de un cubo de Rubik, que pesa alrededor de 1 kilo y que pueden funcionar en forma individual o ensamblados en grupos de hasta 24 unidades.
Santiago Rodríguez, integrante del SENyT sumó que "la estación nos permitirá adquirir señales de otros satélites que realicen su pasada sobre nuestra estación y almacenar los datos o publicarlos suscribiéndonos a una red internacional de estaciones terrenas para que nuestra institución colabore compartiendo datos de ciencia. De igual manera, otras estaciones terrenas del mundo podrían realizar la bajada de los datos de nuestro satélite universitario, una vez se encuentre en órbita y operativo”.
La estación tendrá la capacidad de recibir información que van recolectando los satélites. Entre ellos figuran la temperatura que tiene un satélite, si cuenta con suficiente batería, si desplegó las antenas. Asimismo, permitirá saber su posición para verificar si está pasando por el lugar esperado y a la hora indicada. Será un soporte en tierra para ver cómo está funcionando el aparato o la telemetría -como se denomina a la tecnología que permite la medición remota de magnitudes físicas y el posterior envío de la información hacia el operador del sistema-.
En las próximas horas comenzarán a realizarse las pruebas de funcionamiento de la estación, que fue además armada por los integrantes del proyecto. El técnico Gastón Battistessa participó del ensamble de la estructura e integración de todos los componentes de la antena y su mantenimiento.
El ingeniero Simón Lobardozzo, del grupo SENyT, explicó que junto a sus compañeros tuvieron la responsabilidad de elegir los equipos que conforman la estación terrena. Además, tendrán la tarea de verificar sus primeros usos y corroborar su correcto funcionamiento. Luego, en el laboratorio, deberán recibir los datos satelitales, bajarlos a una PC y procesarlos.
“El enlace de comunicaciones con el satélite es muy importante ya que permite enviar comandos y también recibir los datos que manda. Para eso se necesita de una estación de recepción con una antena adecuada y de un equipo que permita mover la antena acorde se desplaza el satélite para seguirlo. Eso es lo óptimo porque uno tiene más chances de captar la señal y seguirla el mayor tiempo posible”, agregó Rodríguez.
La adquisición del kit para construir la estación terrena fue a través de un proyecto del CTA con fondos del Ministerio de Economía, a través del programa de la Secretaría del Economía del Conocimiento “Potenciar Satelital”. El dispositivo será, además, de gran utilidad para el proyecto del satélite universitario de la Facultad de Ingeniería.