Nito Mestre se presenta este viernes en el Teatro Coliseo Podestá
—¿Qué significa para vos volver a tocar en una sala como el Coliseo Podestá, con tanta historia y calidez del público platense, y cómo te preparas?
—Es para mí una alegría, sobre todo, ir a reencuentros con el público de La Plata, que sé que es bastante rockero. Desde los inicios de mi carrera, yo he ido a La Plata asiduamente. He tocado con músicos de La Plata, caso Jorge Pinchevsky, Mono Irigoyen, que tocó con batería conmigo. Muchísimo semillero de rock allá. Entonces, el público creo que aún persiste y las nuevas generaciones también. Hay una nueva generación que también está escuchando bastante rock, así que bien, eso por un lado. Contento por eso y contento porque voy al Coliseo Podestá, que es un teatro divino. Esas dos cosas se juntan con el festejo de que este año se cumplen los 50 años de Adios de Sui Generis, y también estoy cumpliendo más de 53 años de carrera. Entonces, se juntan, es momento de festejar la vida, y esto es con un show que es recorrida de muchos de los temas que estuvieron en Adiós, algunos de los temas que debieran haber estado y no estuvieron, y cuento historias, anécdotas respecto de por qué algunas cosas de esas pasaron. No tengo un guion específico escrito, porque las historias van saliendo, anécdotas van saliendo a medida que transcurren los temas, con ciertos temas. No es una conversación, obviamente, porque cantamos como 26 temas. Pero a veces les cuento cositas que me parece que no salieron o que en una de esas no se enteraron, que fue como el trasfondo de por qué pasaron ciertas cosas o de algún tema o dónde lo grabamos, o algo que en una de esas la gente no sabe porque no salió en notas, porque a veces no se preguntan. Entonces, yo lo considero como un evento, fiesta, stand up, concierto. Es una mezcla de cosas, como un gran fogón dentro de un teatro, donde cantamos, nos divertimos, escuchan historia, es un poco de todo. Y todo eso en un lindo ámbito, en una linda ciudad. Espero siempre al público que está muy últimamente, con el público que me encuentro en los distintos lugares que hago esto, el público está de muy, ¿cómo te diría?, de muy buen humor y muy agradecido, sobre todo. Y entonces todo eso lo recibo y se lo devuelvo. Es bueno devolver, en este momento, en esta altura del partido, todo lo que me dieron. Y hay muchos temas que, obviamente, están dedicados exclusivamente al público, que hablan de eso.
—Después de tantos años de carrera, ¿qué sigue emocionándote o sorprendiéndote arriba del escenario?
—Mirá, salir a tocar ahora, desde hace ya un tiempo, incluso después de la pandemia, cuando todo se estabilizó un poco, como queda menos yo por delante por una cuestión de edad, cada día es un evento para mí. Entonces, lo disfruto mucho más porque es todo el día para mí cuando voy a tocar. Y yo no sé la cantidad de cosas que pueden pasar en cada lugar, porque me están pasando cosas que antes no me pasaban, hace mucho tiempo. Porque toco en distintos lugares, o vuelvo a tocar a ciertos lugares que no iba hace mucho tiempo, y el público cambió. Vino otra generación distinta. Vienen los seguidores de siempre, pero viene también una generación distinta que tiene otra expectativa, otra energía, y esperan ver a ver de qué se trata. Entonces, es sorpresa para ellos y es sorpresa para mí. Y cuando salís de tu casa para ir a tocar, uno vive sorprendiendo, moviéndose. A mí me gusta mucho moverme. Y si cuando lo hago pasan cosas. Este año me han pasado cosas por moverme, encantadoras. Como ir a tocar a Chile con un teatro llenísimo, con orquesta sinfónica. Después terminar tocando en Nueva York con un trío, con la cantante de un trío muy famoso de allá, al cual yo seguía, y terminé cantando con ella el tema favorito mío en inglés en Nueva York. Cantar en Lituania con una banda de 13 años, cuando fui a ver las raíces donde había nacido mi madre, y combiné con una banda de allá que estaban encantados con toda la historia, y terminamos en una fiesta. Y todo ese tipo de cosas pasan increíblemente ahora. Antes estas cosas no pasaban. Entonces, yo disfruto mucho el salir, el viajar, tocar en otros lugares. También ahora hay una integrante nueva, muy jovencita, de 22 años, que entró a la banda, que se llama Julia Horton, que canta, toca teclados, toca guitarra. Armonizamos distinto, tenemos una voz femenina dentro de la banda. Y todo eso hace que todos los días son distintos. No soy nostálgico. Los temas suenan como ahora. Son esos mismos temas, pero suenan como ahora. Y eso es divertido. Y también es muy divertido poder salir, salir a hacer giras, tocar, moverse, poder cantar, hacer show de dos horas con una prueba de dos horas anteriores para calentar la voz y todo eso, y que salga bien, y que la gente salga del show y diga: “Qué suerte que vine.” Eso vale oro.
nito mestre (2).jpg
Nito Mestre y las giras: "Yo disfruto mucho el salir, el viajar, tocar en otros lugares"
—¿A qué le atribuirías el hecho de que las canciones de Sui Generis sigan cautivando a distintas generaciones y hoy tener tanto público joven?
—Porque muchos temas hablan de las cosas que pasan en la adolescencia, que son cosas que se repiten y te quedan marcadas para toda la vida. Y que, como en mi caso, siempre yo llevo el adolescente adentro, pese a estar más maduro, mi forma de actuar, a veces no en el escenario, sino en la vida, es con cierta parte adolescente, con esa cosa de curiosidad, de moverse, de descubrir a ver qué pasa. Y eso hace sentirse más joven, digamos, en mi caso. Y la conexión con los adolescentes, con la gente más adolescente, es una cuestión natural. No soy un sociólogo ni un psicólogo para ver específicamente por qué pasa, pero lo veo que pasa, porque se sienten que estamos hablando un mismo idioma en ciertas cosas. Pese a que a veces cambia la forma, naturalmente. Pero hay una conexión que me pasó, por ejemplo, con Milo J, que quería cantar "Canción para mi muerte" conmigo. Vino a cantarlo conmigo al Teatro Ópera el año pasado, y después me invitó a cantarlo en el estadio de Morón, en su cumpleaños, y fue una fiesta. Y hay una cosa que lo sentí, por ejemplo, estando en los camarines, que es la misma vibración que yo tenía cuando tenía 18 años. Simplemente pasaron ciertas cosas y hay algo en común. Cuando hay algo en común, como cuando escuchas a Paco Amoroso y a Catriel, que también, dos pibes que salieron de un colegio, fueron compañeros de colegio, armaron una banda, una banda que no le fue tan bien. Después, cada uno por su lado, después se juntaron y va fantástico. Y hay algo en común que no te lo sabría explicar, pero que yo estoy feliz que les vaya bien. Me siento y los sigo, a ver qué hacen, qué dicen. Y me parece fantástico que pasen esas cosas. Yo ahora, hace poco, fui a tocar a Paraguay, y me encontré abajo con Duki en el vestíbulo del hotel, y estaban todos en el hotel, los de El Zar. Y hay siempre una cosa de, aunque hay diferencia de música, estamos en el mismo mundo, haciendo cosas distintas, pero tirando para un mismo lado. Somos colegas al fin y al cabo.
—¿Qué escuchas de la música actual y con qué artistas tenés más cercanía?
— Escuché El Zar, por supuesto. Bandalos Chinos, que también me gustaron. Me comuniqué con ellos, nunca se sabe qué vas a hacer. Con Bizarrap, lo conocía él. Nicki Nicole, que también la escuché, la he visto cantar cuando cantó Seminare. Pero también la conocí en la fiesta de Milo J. No tengo una relación directa, que nos veamos. Porque yo, en realidad, me veo con mis músicos, con algunos, no me veo con tanta gente. Y todos están haciendo su actividad. Cuando vos te encontras con ellos es un festival, una entrega de premios, una cosa así. Pero sí, buena apertura de estar, de decir yo dejo un poco esto medio abierto a las señales que puedan pasar. Ahora estoy viendo de incorporar a la banda ya mía estable algunos otros integrantes que colaboran de otra manera a la música para darle una vuelta de tuerca. Y eso es muy divertido. Cuando los conoces, ahora es mucho más fácil porque hay algunos que los conozco personalmente, ya sabía lo que hacían.
nito mestre (4).jpg
Mestre expresó que la vigencia de Sui Generis se debe a que "muchos temas hablan de las cosas que pasan en la adolescencia, que son cosas que se repiten y te quedan marcadas para toda la vida"
—¿Qué sentís cuando escuchás que algún artista, la mayoría en un momento de mucho éxito, toca temas de Sui Generis?
—Digo, bueno, ante todo, qué alegría. Lo que se hizo no estuvo tan mal. Por otro lado, lo primero que digo: qué buen gusto, porque pienso realmente, cuando algún músico se inclina, no solamente porque canto yo por ejemplo, lo escuché cantar a Catriel un tema de Spinetta, que lo cantó fantástico, antes de Paco y Catriel, del éxito, de antes del Tiny Desk y todo eso, y canta súper bien. Lo vi cantar y dije: “Pero qué hijo de puta, qué bien este pibe”. Paco Amoroso, también tiene una voz distintiva. Y eso es lo que llama la atención. Y así hay un montón. También vi en vivo a Wos, que es de otro palo distinto, pero yo reconozco para dónde van, la energía que producen. Y aparte veo a ellos y al público, qué les pasa. Por eso, cuando los veo en vivo es cuando te das cuenta ese traspaso de energía, que es lo importante. Y hay otros que tocan exactamente lo mismo y no pasa nada, porque en realidad no es lo mismo. Y lo bueno es estar abierto a escuchar.
—¿Qué lugar ocupa Sui Generis en tu vida y en tus recuerdos?
—Es divino. Es como el hermanito padre cariñoso, y darse el gusto en vida. Viste cuando estás diciendo: “Ay, qué lindo sería que me vaya bien, tener una banda”, porque es el sueño de cualquier músico. Y que te vaya bien, y que trascienda, y que trascienda generaciones, esto, lo otro, es como un gratísimo recuerdo. Es algo que te queda de por vida. Eso. O sea, empezar con el pie derecho. Tres años antes empezamos con el pie izquierdo, porque nos echaron de todos lados. Eso también me lo acuerdo. Pero me lo acuerdo como aprendizaje. Que nos hayan dicho que no, que no sirven, esto, lo otro, como para aprender que esto tampoco es tan fácil, que llegás y es una burbuja de colores. Ahora estoy en esa etapa de estar muy agradecido. Y otra de las cosas es estar preparado para recibir el cariño. Que no solamente en el escenario, sino en la calle se nota. Que me saluda la gente, se me acerca alguien y te dice: “Che, gracias por lo que me diste en esta vida. Gracias, me crié con vos”. Y esto es diario. Entonces, es bueno eso, es fantástico, hermoso.
nito mestre (3).jpg
Nito Mestre y su canal de YouTube Rock and Road: "A mí me divirtió muchísimo. No solamente que me gusta manejar, sino que me gusta conversar con colegas o con gente que tenga relación con la música."
—Hace un tiempo te abriste un canal de YouTube donde mostrás otra faceta tuya dentro de lo artístico. ¿Cómo surgió ese proyecto y qué te fuiste encontrando en este camino con YouTube?
—Antes de ello, nosotros tuvimos durante dos años o un poquito más, un programa de radio que se llamó "Distinto Tiempo". Y después, con mi mujer, que es productora y periodista, empezamos en pandemia el "Rock and Road", este programa que ya creo que debe haber cerca de 100 capítulos. Este año paramos de hacerlo, porque primero que estamos esperando tomarlo con más calma para poder retomarlo y darle una vueltita de tuerca, quizás el año que viene, quizás antes. Yo estuve ahora casi dos meses y medio afuera, que filmamos cosas para un supuesto "Rock and Road", pero ya está dirigido a una especie de documental sobre mi vida que está armándose. Entonces, el "Rock and Road" que estamos haciendo, en una de esas lo retomamos más adelante. Este año no. A mí me divirtió muchísimo. No solamente que me gusta manejar, sino que me gusta conversar con colegas o con gente que tenga relación con la música. Que puede ser un cocinero, como me pasó en Perú. Conocer historias y que me las cuenten. Así como a mí me gusta contar historias, me gusta mucho escuchar la historia. Me encanta. Y en el programa eso es lo que pasaba. Yo era un tira-lenguas, digamos. Yo tiraba la lengua. Por supuesto, en el programa sale un cuarto de todo lo que se grabó, porque grabamos una hora y media arriba del auto y salen 15 minutos en una de esas. Pero que me resultaba súper entretenido para mí, y para el pobre editor que tenía que buscar lo mejor de toda la charla.
—Una vez contaste que un grupo de pibes te dijo que tus canciones les habían cambiado la vida, y que en ese momento sentiste que se estaba cumpliendo el sueño que tenías cuando arrancaste con la música. Después de tantos años de carrera, ¿qué te queda como sueño?
—Por supuesto, lo que me gustaría, en una de esas, es compartir escenario con otros. Es una cosa factible. Estamos viendo. No te puedo adelantar nada, nadísimo al respecto. Pero el hecho de salir a tocar ahora es lo que más disfruto. Y la gira, sobre todo, porque me gusta viajar. Entonces combino giras con viajar. Y a veces turisteo un poquito cuando puedo. Pero seguir en la ruta, porque me preparo para eso. Ya todos los días camino 50, 60 cuadras. Entreno la voz todos los días. Revisamos lista de temas. Voy buscando qué más le podemos agregar, qué podemos sacar, cómo cambiar arreglos, etcétera. Todo con la finalidad de seguir tocando y divirtiéndose. Porque cuando sos pibe te divertís de otra manera. Pero cuando tenía 19, 20 años, en una de esas hacía tres, cuatro shows en una noche de 35 minutos, y no conocía a nadie, no veía a nadie, no escuchaba bien, iba de un lado para el otro. Era muy rápido todo. Pero no sé si disfrutaba tanto como lo disfruto ahora. Entonces, llegó el momento de agradecerle al público, que se aguantó 50 años o un poco más. Y entonces brindándole estos shows, eventos, y esto, lo otro, en los lugares más disímiles. También estoy volviendo a hacer las charlas del "Abecedario del Rock", que había dejado hace un tiempo, y empieza ahora en julio, casualmente con el Mono Irigoyen, que es de La Plata. Es una charla donde cuento la historia de alguien, que es mi vida, con las subidas, las bajadas, la entrada al alcoholismo, la salida, la reunión de Sui, cómo nos conocimos en el colegio, padre, madre, etcétera. Que son charlas con apoyo de fotos, videos, y terminamos regalando un par de canciones. Hay un montón de cosas. Retomar lo del programa de "Rock and Road" sí me entretiene. Estamos viendo también.