Axel llega a La Plata y se presenta en el Coliseo Podestá

—Fue un año sorprendente para mí porque después de la pandemia, todo era como volver de a poco, ir haciendo cosas y de repente arrancamos un año lanzando "Humano" y ahí surgieron muchos conciertos en muchos festivales del país. Luego, en marzo, me llaman para hacer un programa de televisión en Ecuador y fuimos para allá sabiendo que teníamos una gira también por el país. Era un programa de música que se convirtió en el más exitoso en los últimos diez años en Ecuador. Realmente rompió el rating y eso nos dio el puntapié para hacer giras en Ecuador, en Perú, en Colombia, toda la zona del norte de Sudamérica y Uruguay. También hicimos dos teatros Ópera agotados en abril y ahora, regresando a la Argentina, empezamos la gira por el país todos los fines de semana, con la sorpresa de que, a pesar del momento dificilísimo que atraviesa el país, la gente agota las entradas en todos los conciertos entonces digo ¡wow! qué lindo y estoy muy agradecido obviamente, con ganas de dejarlo todo en cada escenario que nos toca pisar.

—Sos de los artistas más queridos de la Argentina, ¿cómo lo vivís vos?

—Humildemente me siento muy querido, muy respetado y siento que es recíproco: es un ida y vuelta. Son muchos años de shows con la gente. Con mi forma de ser, así natural, espontánea, de barrio, siempre estuve muy cerca del público y lógicamente, a la larga, lleva a esta relación tan estrecha tan tan linda.

—También estuviste en La Voz Uruguay, ¿cómo convivió la gira con esas grabaciones?

—Fue complicado porque estuve cuatro meses viviendo en Guayaquil y de ahí iba a diferentes países. También era grabar dos programas por día y después venían los programas en vivo. La verdad que fue un gran sacrificio. Estuve mucho tiempo arriba de un avión este año, pero agradecido de todo. Veníamos de estar dos años parados en la pandemia, sin poder laburar, a todo lo lindo que está pasando. Tenía muchas ganas de volver a salir a los escenarios, de hacer televisión, que a mí me encanta. He hecho La Voz en Colombia y en Argentina. Hice varias veces La Voz y ahora también lo de Ecuador. Me siento muy cómodo en televisión.

Axel Witteveen, en La Plata

—¿Cómo se logra la convivencia entre este artista que este año estuvo por todos lados y el papá de cuatro niños?

—Tengo a mi lado una gran madre de nuestros dos niñas y dos niños que realmente es el pilar de la familia y sostiene todo cuando yo no estoy. Cuando estoy presente, yo soy full, 100% papá y estoy a full con ellos. Pero cuando no estoy, ella es la que sostiene todo y es una entregada a sus hijas y sus hijos. Así que eso es fundamental. Además, hoy la tecnología te ayuda mucho. Hago videollamadas prácticamente todos los días con los chicos. Eso te mantiene mucho más cerca que en otras épocas. Cuando éramos chicos, no existía esa posibilidad. Hoy te pueden ver pueden ver en la habitación del hotel donde estás. A un hijo chiquitito le gusta saber que su papá está en el lugar confortable, que está seguro, si no también sufre por el papá.

—Son 20 años de una carrera con muchos premios y el cariño incondicional del público. Si tuvieses que decir qué cambió de ese chico que inició su carrera como solista y el hombre que sos ahora ¿qué me dirías?

—Pienso que es lógico que uno cambie con el paso del tiempo: va madurando y creciendo como artista. Siento que cuando me subo al escenario, hoy en día, me siento mucho más seguro. Siento que canto mucho mejor, que ejecuto el instrumento mucho mejor, me siento con más oficio y es lógico. Lo que siempre rescato y me hace feliz es mi pasión no cambió. Soy el mismo tipo apasionado de hace 20 años. Subo a un escenario a darlo todo y disfruto muchísimo de cantar con la gente: esa conexión con el público. Para mí un concierto no es un trámite que me quiero sacar de encima. Yo subo a un escenario y me tienen que bajar a los golpes porque yo no quiero bajar. La verdad que a mí me tienen que apagar la luz y cortarme el sonido porque yo sigo. La verdad que eso no cambió, yo soy muy apasionado y amo tocar en vivo.

—Has sacado muchos temas con muchas bandas y colaboraciones de muchos géneros. Si tuvieses que elegir la colaboración que más disfrutaste o en la que más te divertiste ¿cuál elegirías?

—Es difícil porque he grabado con mucha gente. Es difícil, la verdad. Las últimas que hemos hecho fueron con La Konga y Los Palmeras y las disfruté mucho porque son ritmos bailables y son canciones de amor, pero se transforman en canciones que también pueden sonar en una disco. Entonces, una balada que podía bailarse como un lento se baila como un cuarteto o como una cumbia. Eso me divirtió mucho y me gusta mucho.

Axel Witteveen, en La Plata

—¿Hay algo nuevo en lo que estés trabajando y quieras adelantar?

—Después de "Efecto Dominó", ya grabamos una canción nueva con el mismo equipo de gente y calculo que saldrá en noviembre o diciembre. Además estamos trabajando en el nuevo disco que saldrá en marzo o abril, después de seis años. Vamos a tener un disco completo para salir a girar como corresponde, con un concepto claro, y el año que viene hacer una gran gira por toda Latinoamérica y España. Estamos preparando todo para que 2024 sea un gran año. Arrancar con disco nuevo nos predispone con una energía muy especial, así que va a ser un gran año

—¿Cuáles son las expectativas para el show de La Plata?

—Ojalá que la gente agote las entradas como está pasando en todos los conciertos de todo el país. Es un formato de concierto que vengo haciendo en España, Uruguay, Paraguay, Colombia, Ecuador, Perú y un montón de países. Pero nunca lo hice en Argentina y me ilusionaba mucho traer este formato porque es un concierto de aproximadamente tres horas de mucha conexión con el público. Hay momentos de reflexión, de mucha alegría y de baile, así como momentos de euforia, de tristeza o de lágrimas. Es un concepto que te hace repasar un montón de emociones y es muy sanador. Más que un concierto, es una ceremonia la que vivimos, así que espero que el 18 de noviembre la gente de La Plata lo disfrute mucho.