El presidente Javier Milei reveló que está dispuesto a llamar a un plebiscito en caso de que el Congreso Nacional no apruebe el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) con el que impuso importantes desregulaciones económicas y que sea el pueblo el que respalde o no su iniciativa.
En ese marco, cabe recordar que un plebiscito es una consulta en la que se somete al voto popular directo para que la ciudadanía apruebe o rechace una propuesta específica sobre una cuestión política o legal. En Argentina, este mecanismo está incorporado en el artículo 40 de la Constitución Nacional, donde establece que la Cámara de Diputados puede someter a consulta popular un proyecto de ley y si el electorado apoya la medida, el proyecto se convierte automáticamente en ley, lo que se conoce como "consulta popular vinculante".
Por su parte, el presidente o el Congreso también pueden realizar plebiscitos sobre temas de interés general de forma no vinculante, lo que implica que el voto no es obligatorio y no es necesario acatar el resultado de la votación. Un plebiscito no vinculante en Argentina es un proceso en el cual las autoridades buscan conocer la opinión del público sobre determinados temas, pero el resultado no tiene efecto legal directo por lo que no se convierte de manera automática en ley.
La consulta puede ser iniciada por una ley del Congreso o por decreto del Poder Ejecutivo. Para ser efectiva, requiere la aprobación de la mayoría absoluta en cada cámara del Congreso o, si es por decreto, la aprobación del gabinete de ministros.
Un antecedente histórico en la Argentina que tiene Milei fue la consulta de 1984, durante el gobierno de Raúl Alfonsín, sobre el Tratado del Canal del Beagle con Chile. Entonces más del 80% apoyó la propuesta del Gobierno de un Tratado de Paz con el vecino país, aunque el resultado no tuvo carácter vinculante.