La Provincia de Buenos Aires avanza con la expansión de polos industriales en cárceles bonaerenses, en el marco del programa Más Trabajo, Menos Reincidencia. La iniciativa busca fomentar la reinserción laboral de las personas privadas de la libertad, al tiempo que produce guardapolvos, mobiliario escolar y otros productos destinados a escuelas y hospitales.
A través de estos polos industriales, internos de distintas unidades penitenciarias realizan tareas de confección, carpintería y producción de mobiliario escolar. La semana pasada, por ejemplo, se entregaron 600 guardapolvos en San Martín, confeccionados por internos del Polo Industrial Textil de la Unidad Penitenciaria N°37 de Barker, y 180 sillas junto a 90 mesas escolares, producidas por el Polo Industrial de Mobiliario Escolar de la Unidad Penitenciaria N°57 de Campana. Estos materiales equipan un total de seis aulas.
Desde noviembre de 2023, en la UP N°37 de Barker se confeccionaron 38.000 guardapolvos, y para 2026 se proyecta la producción de 24.000 más. El polo cuenta con 48 trabajadores privados de la libertad, que operan en turnos mañana y tarde, utilizando 25 máquinas textiles y mesas de corte.
Por su parte, el Polo Industrial de Mobiliario Escolar de Campana comenzó a producir en enero de 2025 bancos y sillas escolares combinando hierro pintado con melamina, siguiendo los diseños oficiales de Educación PBA. Allí trabajan 25 internos dentro del Programa Integral de Asistencia y Tratamiento para Jóvenes Adultos, y se prevé equipar 25 aulas para 2026.
La expansión de polos industriales en cárceles bonaerenses
En total, la Provincia cuenta con 16.035 personas realizando actividades laborales en unidades penitenciarias, distribuidas en 9 polos industriales. Entre ellos se incluyen polos textiles en Los Hornos, La Plata, Florencio Varela y Magdalena; un polo de mobiliario escolar en Campana; un polo textil para guardapolvos en Barker; un polo textil para productos de salud en Los Hornos; y un polo de carpintería para viviendas del programa Hábitat PBA. Además, se suman dos nuevos polos en Merlo destinados a mobiliario urbano de hormigón, que producirán mesas, bancos, baldosas, bloques y adoquines.
Este esquema genera un círculo virtuoso: mientras los internos adquieren formación laboral y experiencia, la sociedad recibe productos y servicios útiles, y se contribuye a la reducción de la reincidencia delictiva y a la seguridad pública.
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La expansión de polos industriales en las cárceles y el Plan de Infraestructura Penitenciaria buscan reducir la reincidencia
La política de reinserción laboral se complementa con el Plan de Infraestructura Penitenciaria, que busca disminuir la sobrepoblación y mejorar la seguridad ciudadana. Hasta ahora se completaron 8.424 nuevas plazas de un total de 12.000 planificadas, se prevé incorporar 1.616 plazas en 2025 y 3.260 en 2026, y se sumaron 12.051 oficiales al Servicio Penitenciario Bonaerense, con una inversión de $148.740 millones entre 2025 y 2026.
Según el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, estas políticas públicas articuladas permiten que las cárceles se transformen en espacios de educación y trabajo, generando herramientas para la reinserción efectiva y contribuyendo a una sociedad más segura y justa para todos los bonaerenses.