IOMA advierte a sus afiliados tras una noticia que circuló durante las últimas horas. La obra social tomará medidas legales ante irregularidades.
El Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA) emitió un comunicado en las últimas horas, donde realizó una aclaración respecto al aumento en el valor del Bono de Ejercicio Profesional (BEP) anunciado recientemente por los médicos bonaerenses.
"El supuesto aumento del BEP de hasta $25.000 es irregular e ilegal al no estar contemplado en el convenio entre IOMA y los médicos prestadores", indicaron desde la obra social.
Los médicos anunciaron un nuevo aumento del Bono de Ejercicio Profesional que pagan los pacientes en La Plata y la región e impactará en las próximas consultas.
La Agremiación Médica Platense levantó el corte de atención ambulatoria a afiliados de IOMA y la prestación vuelve a la normalidad desde este lunes.
En este marco, indicaron que "los afiliados no deben ser obligados a pagar sobreprecios para ser atendidos, solo tienen que pagar el copago acordado por la obra social con los prestadores, por lo que los profesionales que exijan estos pagos adicionales carecen de la autoridad para hacerlo".
Por tal motivo, aseguraron que "cualquier solicitud de dinero que no esté estipulada en el acuerdo vigente es inaceptable ya que los profesionales e instituciones adheridos deben brindar sus servicios conforme a los valores establecidos en los convenios".
De esta manera, indicaron que un cobro indebido o irregularidades en la atención pueden ser denunciadas mediante una nota en la delegación de IOMA que corresponda o a través del sitio web oficial.
El último lunes, los médicos informaron que el tope máximo del BEP pasaba a ser de $25.000. El incremento representa un salto significativo respecto del último ajuste aplicado en enero, cuando el monto máximo había quedado fijado en $15.000.
La decisión, adoptada por los profesionales de la Salud, volvió a poner en discusión el financiamiento del sistema privado y mixto en la región.
En el sector médico explican que la actualización responde a un escenario de costos en permanente aumento que no es acompañado por los valores que abonan las obras sociales y las empresas de medicina prepaga. El sostenimiento de un consultorio implica afrontar alquileres, servicios, insumos, tecnología y personal auxiliar, gastos que crecieron muy por encima de los honorarios profesionales.
En ese contexto, el BEP funciona como una herramienta para evitar la degradación de la atención o la ruptura masiva de convenios con las entidades financiadoras, una situación que dejaría a miles de afiliados sin acceso directo a sus médicos de confianza, tal y como sucedió hace pocas semanas entre IOMA y la Asociación Médica Platense (AMP).
El BEP no es obligatorio y se cobra únicamente en consultas particulares. No se aplica en clínicas ni sanatorios y su implementación depende del acuerdo entre el médico y el paciente. En algunos casos, el monto abonado puede ser reintegrado total o parcialmente por la obra social o la prepaga, según el plan de cobertura.
La medida surgió hace años por impulso de sociedades científicas y colegios médicos como respuesta a la llamada "crisis arancelaria". Su objetivo es reconocer la especialización, el tiempo dedicado a cada consulta y la experiencia profesional, sin romper completamente los convenios vigentes con las obras sociales.
Como ocurre con cada actualización, el aumento del BEP reaviva tensiones dentro del sistema de salud. Para muchos pacientes, el bono impacta directamente en el bolsillo y genera incomodidad al momento de la consulta. Desde el lado médico, el planteo es que sin una recomposición real de los honorarios, la práctica se vuelve insostenible.