Un jubilado de 80 años vivió una madrugada de terror en su casa de La Plata, cuando fue sorprendido por varios delincuentes que entraron a robar mientras dormía. Con gritos desesperados, logró espantarlos y evitar que le desvalijaran el hogar.
Un jubilado de 80 años fue asaltado mientras dormía en su casa de La Plata y logró espantar a los ladrones a los gritos.
Un jubilado de 80 años vivió una madrugada de terror en su casa de La Plata, cuando fue sorprendido por varios delincuentes que entraron a robar mientras dormía. Con gritos desesperados, logró espantarlos y evitar que le desvalijaran el hogar.
El hecho ocurrió en las últimas horas en una vivienda ubicada sobre calle 59 entre 13 y 14. El hombre descansaba en la planta alta cuando comenzó a escuchar ruidos extraños que, en un primer momento, pensó que provenían de una casa vecina.
Delincuentes atacaron a un joven de 27 años en City Bell y le robaron sus pertenencias a punta de pistola. Lo sorprendieron cuando se dirigía rumbo a su auto.
Un grupo de vecinos que estaba disfrutando de la nueva Plaza Italia grabó a un hombre orinando sobre el monumento Alla Fratellanza, a poco de la reinauguración.
Sin embargo, el sonido se volvió cada vez más claro y terminó confirmando su peor sospecha: había ladrones dentro de su propia casa. Ante esa escena, el jubilado comenzó a gritar con todas sus fuerzas, con la intención de ahuyentarlos.
Desde la ventana, alcanzó a ver cómo al menos dos personas escapaban por la calle. Uno de ellos incluso amagó con volver, como si buscara algo o dudara de su huida, pero finalmente se fue. Temiendo que quedara alguien más adentro, el hombre llamó al 911.
Pocos minutos después llegaron patrulleros al lugar. Al inspeccionar el frente, los efectivos notaron que una de las ventanas que da a la vereda tenía los vidrios rotos, lo que indicaría que ese fue el único punto de ingreso, ya que la puerta principal estaba trabada.
Los policías ingresaron por la ventana rota y encontraron el sector del escritorio totalmente revuelto: papeles tirados, armarios abiertos y cajones desordenados. Todo indica que los delincuentes se tomaron su tiempo para revisar el lugar, y que fue la reacción del dueño de casa lo que interrumpió el robo y los hizo huir.