Las fotos del crimen de la psiquiatra Virginia Franco, en City Bell, muestran desorden extremo y accesos sin violentar, claves para la investigación.
En las últimas horas salieron a la luz las fotos de la casa de City Bell en la que fue asesinada la psiquiatra platense Virginia Franco. Las imágenes fueron tomadas por personal policial e incorporadas a la causa y evidencian un escenario caótico, con objetos desparramados, cajones abiertos, muebles desplazados y puertas sin daños.
En una de las fotos se observa la puerta trasera –un modelo antiguo de postigos– completamente abierta, pero sin roturas a la vista. De acuerdo con el parte oficial del primer procedimiento, ese acceso había sido hallado sin traba, lo que refuerza la hipótesis de un ingreso sin violencia al hogar de la víctima.
La investigación sobre el homicidio de la psiquiatra Virginia Franco en City Bell cambió de rumbo tras el análisis de lo ocurrido en las horas previas al hecho.
Los trabajadores del Hospital Alejandro Korn publicaron un sentido mensaje de despedida para la profesional que fue hallada muerta en su casa de City Bell.
Lo mismo ocurrió con el portón frontal de madera, que estaba apoyado y sin la traba colocada, lo que para los investigadores es un detalle central que se conecta con la línea que aparece como más sólida: la presencia de sujetos que 2 días antes del crimen fueron vistos por vecinos realizando supuestas tareas de poda en el jardín y la ligustrina.
Las fotografías del interior del comedor muestran una mesa redonda con objetos tirados a su alrededor, una cartera tirada en el piso y muebles abiertos, como si alguien hubiera revisado cajones con apuro. A pocos metros, en el pasillo, habría sido encontrada Franco, tendida boca arriba, rodeada de manchas de sangre.
La casa de la psiquiatra asesinada en City Bell estaba revuelta y los accesos no habían sido violentados
Mientras las fotos aportan un nuevo capítulo al expediente, la atención vuelve sobre quienes merodearon la vivienda en los días previos. Vecinas relataron haber visto a dos hombres desconocidos moviéndose entre los ligustros y una testigo declaró haber advertido "a un muchacho del barrio", con antecedentes de mala conducta, dentro del terreno el jueves por la tarde. Tal como se informó previamente, esa reconstrucción alimenta la sospecha de que el ataque pudo haber sido cometido por alguien que conocía la rutina de Franco o logró que ella misma abriera la puerta.
Vecinas que la conocían desde hacía años aseguraron que "la inseguridad se desbordó" en los últimos meses. Una de ellas recordó que tiempo atrás sufrió una violenta entradera protagonizada por cuatro hombres encapuchados que revisaron toda su casa en busca de objetos de valor.
En paralelo al análisis de cámaras y teléfonos incautados, la causa avanza hacia una medida determinante: una nueva autopsia ordenada por el fiscal Álvaro Garganta para indagar acerca de las lesiones, la cronología del ataque y eventuales rastros omitidos. La primera pericia había determinado que Franco sufrió múltiples heridas cortantes en el rostro y un corte profundo en el lado izquierdo del cuello, además de hematomas compatibles con un episodio de extrema violencia.
La primera pericia había determinado que Franco sufrió múltiples heridas cortantes en el rostro y un corte profundo en el lado izquierdo del cuello
Otro punto crítico es que el celular de la víctima continúa sin aparecer, pese a los rastrillajes realizados en la casa. Ese faltante impide reconstruir sus últimas comunicaciones y podría aportar información clave. Tampoco está claro si faltaba dinero en el domicilio. Un amigo cercano declaró que en los últimos meses ella había manifestado su intención de invertir sus ahorros en plazos fijos, por lo que no se descarta que manejara efectivo.
Las fotos obtenidas de la escena del crimen, sumadas a los testimonios y a la nueva autopsia, podrían ser decisivas para identificar a quienes estuvieron dentro de la casa durante la noche del viernes, cuando -según la pericia inicial- se habría cometido el asesinato. Tras las primeras diligencias, la casa fue entregada a los cuñados de la víctima, quienes quedaron a cargo de su resguardo mientras avanza la investigación.
