Un nuevo episodio de violencia y terror sacudió a una familia de La Plata en las últimas horas, cuando tres motochorros armados ingresaron a la casa de un jubilado de 77 años. Al intentar escapar, la hija del hombre y su marido los persiguieron y los ladrones no tuvieron reparos en disparar para ahuyentarlos.
El hecho ocurrió durante la mañana del martes en calle 16 entre 522 y 523, a tan solo algunas cuadras de la vivienda de Tolosa donde horas antes una pareja de jubilados de 81 y 85 años había sufrido un violento asalto.
En este caso, el asalto se produjo cuando el jubilado salió unos minutos a recibir a su yerno y su hija, quienes habían llegado en auto. Al dejar abierto el portón, tres ladrones a bordo de dos motocicletas aprovecharon la oportunidad para ingresar la vivienda.
Ajeno a la presencia de los delincuentes, el hombre volvió a su casa y se encontró cara a cara con los agresores. La situación se tornó violenta rápidamente cuando los ladrones intentaron continuar con el asalto y el jubilado trató de defenderse.
Persecución y tiros en Tolosa
En medio de un forcejeo, los delincuentes lo atacaron, aunque rápidamente se dieron a la fuga por la resistencia de la víctima. Sin embargo, al salir de la vivienda, fueron vistos por los familiares, lo que desencadenó una persecución que de milagro no terminó en tragedia
La hija del jubilado y su marido, decididos a no dejar escapar a los asaltantes, comenzaron a perseguirlos. En un intento desesperado por huir, uno de los motochorros sacó un arma de fuego y comenzó a disparar contra ellos.
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El dramático robo tuvo lugar en una vivienda de La Plata ubicada en calle 16 entre 522 y 523.
En medio de la persecución, al llegar a la intersección de las calles 16 y 524, dos de los tres ladrones cayeron de una de las motos y quedaron tendidos en el asfalto. El otro motochorro, a bordo de una moto, levantó a sus cómplices caídos y continuaron la fuga.
Pese a los disparos efectuados, no hubo que lamentar heridos, aunque el jubilado herido fue trasladado al hospital San Roque de Gonnet, donde permanece en observación por los golpes recibidos.