La Plata se encuentra expectante por la fuga de Luis Fernando Iribarren, popularmente conocido como "El carnicero de Giles", quien estaba cumpliendo una condena de prisión perpetua en el penal de Lisandro Olmos por haber asesinado a toda su familia entre 1986 y 1995, huyó y permanece prófugo de las autoridades.
El carnicero iba a cumplir 29 años consecutivos en prisión este sábado 31 de agosto. Iribarren estuvo detenido durante mucho tiempo en la ciudad bonaerense de Balcarce, a 371 kilómetros de la capital provincial; y luego fue trasladado a la Unidad N° 26 en la que permanecía recluido hasta ahora.
El miércoles 28 de agosto Iribarren tenía que ir a la Facultad de Ciencias Económicas (FCE) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), en 6 entre 47 y 48, y regresar al penal, pero nunca lo hizo. "El carnicero de Giles" se licenció como abogado antes de cometer los crímenes y contaba con el aval del Juzgado de Ejecución N° 1 del Departamento Judicial de Mercedes para realizar un curso que, según indicaron fuentes universitarias 0221.com.ar, él mismo pagó.
¿Cómo se fugó de Lisandro Olmos?
Fuentes vinculadas al caso le indicaron a 0221.com.ar que Iribarren había conseguido un permiso judicial para ir a cursar a la sede de la FCE el miércoles a las 15.30. Según especificaron, en el penal de Olmos lo esperaban de regreso a las 21.30 del mismo día.
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Iribarren tenía que ir a la Facultad de Ciencias Económicas (FCE) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), en la calle 6 entre 47 y 48.
El Juzgado de ejecución penal N° 1 de Mercedes le había otorgado al Carnicero de Giles la posibilidad de obtener salidas transitorias por su comportamiento en prisión .
¿Quién es "El carnicero de Giles?
Iribarren tenía 30 años cuando lo detuvieron, en 1995, por el asesinato de su tía, quien sufría una enfermedad terminal. Cuando la Policía lo capturó, Iribarren confesó haberla matado por piedad, ya que le "jodía que sufriera".
Recién varios días después se descubrió que en 1986 había matado a sus padres y hermanos. A ellos los había asesinado mientras dormía, durante una madrugada de agosto de hace 38 años. Cerró los ojos y les disparó con una carabina calibre 22. Así ultimó a su padre, a su madre y a su hermana de 9 años. A su hermano de 15 le disparó minutos después, luego de fumar un cigarrillo. "Negro, ¿por qué te hice esto si yo te quería?", dijo que pensó en ese momento.
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El carnicero de Giles se escapó del penal luego de ir a realizar un curso a la Facultad de Ciencias Económicas de la UNLP.
Para ocultar el asesinato los enterró a los cuatro en un chiquero de un campo ubicado en una zona rural de Tuyutí, un paraje que pertenece al partido de San Andrés de Giles, en el norte de la provincia de Buenos Aires.
"Todos se sentaron a la mesa para cenar menos yo, porque había discutido con mi papá. Entonces, salí a la puerta a fumar y pensar como hasta las 3 de la madrugada", dijo Iribarren ante el juez de instrucción Eduardo Costía y detalló: "Maldito el momento en el que entré, ahí vi la carabina". El asesino ocultó a los cuerpos en una fosa a 40 metros de la casa, en medio del campo, y engañó a todos diciendo que los cuatro habían huido a Paraguay porque no podían saldar una deuda.
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El carnicero de Giles estaba cumpliendo la condena de prisión perpetua en el penal de Lisandro Olmos por haber asesinado a toda su familia entre 1986 y 1995.
En 1995, luego de asesinar a su tía Alcira, los vecinos que dejaron de verla se preocuparon por eso y les llamó la atención. "Está muy enferma y la llevé a un hospital de Buenos Aires", respondía "El carnicero de Giles" cuando le consultaban por ella, ya que él era el encargado de cuidarla. Al tiempo dijo que había muerto producto del cáncer, pero no le creyeron: un vecino llamó a la Policía y lo denunció.
Cuando los efectivos llegaron a la casa y abrieron la puerta, sintieron un olor nauseabundo que los impactó. El cadáver estaba ahí, con dos hachazos en la cabeza. "Quería ayudarla a terminar con su sufrimiento y procedí a asfixiarla, pero como no pude busqué otra forma. Recorrí la casa y encontré el hacha. Le pegué dos golpes en la cabeza", confesó Iribarren, acorralado. El 21 de agosto de 2002, la Sala III de la Cámara de Mercedes lo sentenció a cadena perpetua por los cinco crímenes.