Mientras avanza la investigación para esclarecer el crimen que conmocionó a La Plata en la última semana, el lugar donde ocurrió el brutal asesinato fue vandalizado e incendiado por un grupo de desconocidos que, según creen los investigadores, estarían vinculados con la víctima y habrían actuado en represalia del asesinato.
En las últimas horas, el taller ubicado en 61 bis entre 153 y 154, donde el dueño del lugar y su cómplice atacaron a hachazos a la víctima, fue desvalijado y luego incendiado.
"Rompieron la puerta de chapa y se llevaron un equipo de música, una cocina y unas cubiertas", indicó la persona que realizó la denuncia ante las autoridades policiales.
Según publicó el diario El Día, además, frentistas de la zona señalaron que se trataría de "vecinos y amigos de la víctima" y manifestaron tener "temor a represalias" que puedan afectar a otras viviendas aledañas.
¿Quién era el hombre asesinado en La Plata?
Este martes se conoció la identidad del hombre asesinado a hachazos en Los Hornos: se trata de Alan Lautaro Gatti, de 33 años. El hombre, según se investiga, había trabajado en el taller del hombre que lo terminó asesinando y hasta era su amigo.
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Alan Lautaro Gatti, el hombre brutalmente asesinado en La Plata
El crimen ocurrió el jueves de la semana pasada y fue descubierto por el testimonio de un testigo clave, que lo denunció ante la Policía Bonaerense. Esa persona informó que se encontraba en el taller junto al dueño y otra persona apodada "El Colombiano" cuando llegó Gatti quien, según el testigo, había estado preso recientemente. A poco de su llegada comenzó una discusión con el dueño del taller por una amoladora. Este último le endilgó además que "se había portado mal" con él en el pasado, por lo que también se investiga el trasfondo del hecho; pero lo cierto es que pronto ambos comenzaron a forcejear hasta que el Colombiano tomó un hacha y lo atacó hasta matarlo.
De acuerdo con el testigo clave para los agentes, ambos lo obligaron a enterrar el cuerpo en cuerpo en el taller pero luego cambiaron de parecer y lo desenterraron para dejarlo envuelto en una sábana, en un descampado en 60 y 179.
Tras esto, el hombre denunció el hecho en el puesto policial de 7 y 90, dando origen a la investigación del caso que tiene a ambos sospechosos todavía prófugos.