Un diluvio histórico cayó sobre La Plata entre la noche del miércoles y la mañana de este jueves, que afectó a buena parte de la zona Oeste de la ciudad y se replegó a las viviendas que se encuentran apostadas al borde de los arroyos que recorren el territorio platense. La gran cantidad de agua que cayó del cielo, sumado a las fuertes ráfagas de viento provenientes del Río de la Plata -lo que provocó su crecida-, más el agua de lluvia acumulada en las localidades cercanas, se combinaron y resultaron ser el factor determinante que desencadenó lo que se pudo ver en los distintos escenarios de las inundaciones que se registraron mayormente en las afueras de la región.
"Sin la obra complementaria del Reservorio, esto hubiera sido mucho peor". Esas son las palabras del intendente Julio Garro, quien desde el COEM Base Operativa de La Plata recibió a 0221.com.ar y, una vez pasado el temporal, reflexionó respecto a cómo la ciudad combatió los más de 150 milímetros de agua que cayeron desde el cielo, destacó el trabajo y el despliegue de todas las unidades de asistencia de la Comuna que lograron atender las necesidades de los barrios más afectados y además apuntó a seguir trabajando para finalizar las obras que restan para que ningún sector de la ciudad vuelva a inundarse.
"Desde hace 68 años en un día de agosto que no caía esta cantidad de agua que cayó en la ciudad. Esa vez cayeron 68 milímetros y el salto a hoy fue casi del doble", explica Garro, quien además sostiene que "la lluvia tuvo un impacto muy puntual en la ciudad, sobre todo en el Oeste". Además, confirmó que en Ángel Etcheverry cayeron 155 milímetros, en Melchor Romero 70 milímetros y en Los Hornos 50 milímetros, como los lugares más afectados de la ciudad. Sin embargo, aduce que el gran caudal de agua que ingresó por las casas de los vecinos de dicha zona se debió a un conjunto de eventos que provocaron ese descenlace.
"Cuando toda esa agua empieza a bajar, va desbordando y llenando de agua parte de otros barrios. Lo mismo pasa con los municipios aledaños: en Brandsen o en Belgrano, donde llovieron 103 milímetros, todo ese agua que cayó pasa por nuestra ciudad. Entonces, también tenemos que sumar lo que cayó del cielo, más el agua que viene por tierra. Por eso en muchos barrios lo que sucedió es que la mayoría de la gente que vive cercana a los cauces naturales de los arroyos se vio afectada por esos arroyos desbordaron", explica el intendente, mientras mira de reojo como se aleja el frente tormentoso en el mapa hidrometeorológico de la provincia de Buenos Aires por lo vientos que lo dirigen más hacia Capital Federal.
Entre otro de los factores que llevó a que diferentes barrios sientan más fuerte las consencuencias de las fuertes e incesantes tormentas, Garro se lo adjudicó a las ráfagas provenientes desde las costas del Río de la Plata, que luego de su bajada pasadas las 15 empezaron a descomprimirse los barrios. "Lo que no ayudó fue que desde el Río de La Plata con una sudestada muy fuerte estaba 'apretando' la salida del agua, hasta que cambió el viento. Cuando el río se retiró un poco los barrios comenzaron a descomprimir el agua", indicó.
Si bien estaba previsto un frente de tormenta fuerte, con el pasar de las horas comenzaron a darse cuenta de que el tiempo iba a superar los parámetros pensados y fue en ese momento que los diferentes frentes de emergencia meteorológica del municipio entraron en acción. "Desde el COEM podemos ver todos los sensores de los arroyos y por las cámaras visualizar cómo está el caudal de todos ellos. Eso nos ayudó a darnos cuenta que íbamos a tener un problema en el Maldonado, entonces salimos directamente para allá y estábamos ahí antes de que suceda, esto antes no pasaba", sostuvo Garro.
Al mismo tiempo, no dejó pasar el hecho de que aún restan finalizar las últimas dos etapas del Plan Maestro de Obras hidráulicas y responsabilizó a la gestión de la provincia de Buenos Aires como a Nación. "Si no hubiese sido por las obras en el Arroyo del Gato, el agua no salía de verdad. Si estaba como antes, que era de pasto, esto hubiera impactado en todos los laterales, que no impactó en esta obra nueva. Sin embargo, sí impactó más arriba, dónde aún falta finalizar la segunda y tercera etapa de la obra, de las que deben encarar desde la provincia de Buenos Aires o mismo de la Nación, que tiene que ser en compromiso, no con un intendente, sino con la gente para poder llevarlas adelante y que podamos estar mucho más tranquilos", soltó.
Siguiendo la misma línea, abordó la importancia de poder finalizar las obras y su importancia e impacto en la vida de los vecinos. "Son obras que se necesitan porque en definitiva son obras que salvan vidas, no son obras de embellecimiento", dijo. Luego, hizo un apartado sobre la importancia del Reservorio de 72 y 137 para poder contener el agua durante el diluvio de esta jornada. "Hoy el reservorio juntó agua equivalente a 30 piletas olímpicas, hoy estaba a tope. Si esa agua no estuviera ahí, hoy estaría en Los Hornos o en todos los barrios de la cercanía de ese lugar. Sin esa obra complementaria esto hubiera sido mucho peor", agregó.
Sin embargo, el Intendente no desvió el foco de los barrios que salieron afectados por las inundaciones en ciertos sectores de la ciudad y replicó el sentimiento de colaboración con los vecinos. "Ahora hay que seguir trabajando en la asistencia, que llevamos adelante desde temprano porque abrimos tres centros de evacuados. Estamos alrededor de 150 personas en total".
A continuación disparó contra los medios nacionales y habló de "información errónea": "Aún tenemos esa imagen de cuando nos sentimos solos en el 2013, pero no es así. Quizás hubo alguna casa en la que no llegamos a tocar alguna puerta, pero estuvimos con los centros de evacuación, Defensa Civil, el SAME, la Cruz Roja, Bomberos voluntarios, los delegados, todos en la calle trabajando duramente. A veces se informa erróneamente y nos hacen creer que hubo un tsunami en la ciudad. Nos tocó una situación extrema, difícil, muy sectorizada que gracias a Dios empezó a solucionarse", enfatizó.
"Me comprometo a acompañarlos, a asistirlos, a ayudarlos y a no dejarlos solos. Porque ese fue el primer compromiso del primer día que me tocó asumir como intendente. Por suerte el agua ya está bajando, ¿estamos bien? No, por eso hay que seguir con la etapa 2 y la 3. Ahí vamos a evitar que Ringuelet y Tolosa definitivamente nunca más se inunden", cerró el Intendente.