La comunidad estudiantil de la Facultad de Psicología de la UNLP manifestó toda su tristeza por la muerte de Psiquis, la perra que solía deambular por los pasillos de la unidad académica que funciona dentro del predio ex BIM III, en 52 y 122.
En medio del dolor, las agrupaciones políticas y cuentas de redes sociales de la Facultad publicaron emotivos mensajes de despedida para “su compañera perruna”. “Adiós psiquis, siempre te recordaremos como la mejor mascota de todas las facultades, de todas las universidades, de todos los tiempos”, expresaron desde la cuenta @psimpson_unlp.
El Instituto de Astrofísica de la UNLP realizará su primer concurso de fotografía. Es en el marco del 25° aniversario y habrá interesantes premios.
Se trata de Larisa Maldonado Clar estudiante de séptimo año del Bachillerato de Bellas Artes de la UNLP, y Laureano Alvarez, alumno de Exactas.
En tanto desde la agrupación Utopía, escribieron un extenso texto para agradecerle a Psiquis por el cariño que les brindó a los alumnos durante tantos años. “Seguramente apenas ingresaste a la facu te cruzaste con una compañera perruna en la entrada, un poquito chueca y un poquito sorda, que nos acompañaba cada día, de principio a fin. Gracias Psiquis por tu cariño y por ser parte del recorrido de cada estudiante que transitó esta casa de estudio, o mejor dicho la casa de Psiquis. No hay palabras para el dolor que atravesamos, lo que si tenemos es la certeza de que en estos momentos difíciles es fundamental alojarnos en el abrazo colectivo. Como Utopía no queremos dejar de destacar y valorar el cuidado constante que nuestrxs compañerxs nodocentes y de guardia edilicia han tenido con nuestra amiga, por eso lxs abrazamos también”, resaltaron.
Desde Franja Morada, por su parte, manifestaron que “con profunda tristeza nos despedimos de Psiquis, nuestra querida compañera perruna que formó parte de nuestra facultad durante muchos años y quien hoy deja una huella imborrable en nuestros corazones y en el alma de nuestra institución”. Y agregaron: “Psiquis -o Lucky como era llamada por los nodocentes- era mucho más que una perra: era un miembro valioso de nuestra facultad. Sus siestas en el césped eran un símbolo de la serenidad que tanto anhelábamos en medio del estrés estudiantil”.
“Tu partida nos llena de nostalgia y tristeza. Siempre te recordaremos recostada bajo el sol, transmitiendo paz y serenidad a todos los que te rodeábamos”, completaron desde la agrupación de tinte radical.