Ariel Paniagua, el árbitro que fue golpeado por Williams Tapón, dijo que nunca "buscó plata" del futbolista que finalmente se quitó la vida. Además, lamentó su muerte.
El árbitro dice haber vivido "el peor fin de semana" de su vida, tras su hospitalización, el posterior suicido de su golpeador y la difusión de unos audios en los que el habla de dinero. Paniagua vive en Gerli, a pocas cuadras de "Estación 98", es padre soltero de cuatro hijos y trabaja como limpia vidrios en altura.
El hombre está en el centro del caso y fue apuntado por los familiares de Tapón quienes lo acusaron de extorsionar al joven de 24 años al pedirle 300 mil pesos para que no lo denunciara. Paniagua habló en Radio Splendid 990 y dijo: "No quería salir a hablar, pero se están diciendo muchas cosas que no son verdad. Yo hablé con él el domingo (por Tapón) y le dije que por lo que hizo él no pude juntar la plata, que me podría haber matado. Yo buscaba una disculpa de corazón, no plata" y agregó, "lamento mucho la decisión que tomó el pibe”.
La versión de los familiares tomó relevancia tras filtrarse un audio que el juez le envió a un hombre llamado Maxi al que le contó la situación horas después de su alta médica. "Me pudo haber matado. Todo el mundo me dice ´hacele la denuncia, lo arruinan´ y yo no quiero eso. Quiero arreglar algo con el pibe por el bien de él y listo. Tengo unas cuentas que pagar, no las pude pagar por esa boludez que se mandó. Yo necesitaba esa guita, por algo laburé doble turno y al final salió todo mal (...) yo le doy hasta la tarde para que me conteste y si no voy a tener que ir a hacer la denuncia porque me está apurando el abogado", dijo.
En las últimas horas, Paniagua afirmó: "Yo nunca hablé de plata con él. Es más tengo un audio que voy a presentar a la Justicia en el que me están a mí ofreciendo plata para que terminara con esto. Yo lo llamé porque quería arreglar las cosas con él, personalmente. Pretendía unas disculpas de corazón, que le saliera del alma, pero lo único que me dijo fue 'no lo pensé en el momento, actué caliente' y le respondí 'casi me matás por sacarte tu calentura'. Eso fue todo"
Respecto al partido del sábado en el que ocurrió la agresión, el hombre dijo, "vi que estaban tomando cerveza afuera de la cancha. Le saco la roja al siete. Me tira un cabezazo, me voy para atrás. Nunca veo a William que viene. Me pega unas piñas, me caigo y antes de poder levantarme me pega una patada en la cabeza. Me desperté yendo para el hospital”.

Por último, en otro medio dijo "Pienso seguir dirigiendo. Esto que pasó no me va a hacer abandonar el laburo. Pero ahora no puedo, siento que no estoy en condiciones de trabajar de nada, porque mi cabeza está en cualquier lado. No sé dónde estoy, necesito ayuda psicológica urgente porque no sé para dónde salir corriendo. No me esperaba nada de lo que sucedió y mucho menos esta repercusión, yo tengo hijos, debo protegerlos", cerró.