El Banco Itaú confirmó que pone en venta su filial argentina y comunicó que "se encuentra en negociaciones preliminares con Banco Macro S.A., con el objetivo de transferir sus operaciones en ese país". La entidad bancaria cuenta con una sucursal en La Plata, aunque la mayoría de ellas están en Capital Federal y el resto en el Gran Buenos Aires.
Mediante un comunicado, desde el banco detallaron: "Cotizante en las bolsas de valores de Buenos Aires y Nueva York, Banco Macro S.A. es uno de los principales bancos privados de Argentina. Cuenta con una amplia red de sucursales en el país y ofrece productos y servicios financieros en todo el territorio argentino, atendiendo a todos los segmentos, desde particulares hasta grandes empresas".
A su vez, aclararon que al momento no han firmado un documento vinculante respecto de esta operación y que informarán al mercado cualquier hecho relevante.
Para la entidad, la Argentina es un mercado en el que nunca terminó de desarrollarse. Pese a que según S&P Global Market Intelligence, Itaú era a fines de 2022 el número uno de toda América Latina en cantidad de activos, con US$439.000 millones bajo administración, en la Argentina no llega ni siquiera a alcanzar el top 10. "Para ser líderes, tenemos que ser top 3 en los distintos países donde operamos", reconoció en una entrevista en 2020 Ricardo Marino, socio de Itaú Unibanco y chairman del Consejo Consultivo de Itaú Latam.
Según datos de enero pasado, los últimos disponibles en el Banco Central (BCRA), en la Argentina Itaú tenía activos por $411.714 millones (unos US$847 millones al tipo de cambio libre, de los cuales casi 37% estaban colocados en títulos públicos). Los préstamos al sector privado no financiero sumaban entonces $116.692 millones (unos US$240 millones) o el equivalente al 28,3% del activo total. Básicamente, se trata de una operación casi insignificante para el gigante brasileño. Sus últimos dos balances, a 2021 y 2022, arrojaron además resultados negativos, por $782 millones y $3.165 millones, respectivamente.
Itaú había entrado al mercado local en 1994, pero hizo su apuesta mayor en 1998, cuando adquirió el Banco del Buen Ayre, perteneciente entonces a la familia Garfunkel. Por esa operación había pagado unos US$225 millones, según se consignó en su momento. Ahora, el Banco Macro podría llegar a pagar unos US$100 millones para quedarse con el 100% de la filial local del banco brasileño, una cifra que habla del deterioro de los activos argentinos en el tiempo.
En este contexto, desde el Banco Macro enviaron una nota a la Comisión Nacional de Valores en la que indicaron: "Queremos mencionar que Banco Macro analiza en forma permanente diferentes posibilidades de negocios. En ese contexto, informamos que mantiene conversaciones con Banco Itau Unibanco sobre una potencial operación. Asimismo, se informa que a la fecha no se ha celebrado ningún acto vinculante con relación a esta posibilidad. En la medida que las partes celebren algún acto que así lo requiera, el mismo será informado a los mercados".