Una pareja de agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) colaboró con las víctimas de un violento choque automovilístico en 30 y 52, en horas del mediodía de este martes. Entre los heridos, había una pequeña de 5 años que debió ser trasladada de urgencia al Hospital Italiano.
Todo comenzó cuando Julieta Bobadilla se encontraba trabajando en la Unidad 10 Melchor Romero cuando recibió un llamado en el que le anunciaron que su marido, Vicente Belvedere, personal de la Unidad 12 Gorina, había tenido un accidente doméstico y se encontraba en el Hospital Italiano. Enseguida, la mujer fue a verlo y, afortunadamente, con la situación ya bajo control, pudieron retirarse del nosocomio.
Al llegar a la intersección de 52 y 30 se toparon con un choque de dos vehículos. Enseguida, Julieta comenzó a ordenar a las personas que se acercaban a observar la situación y pidió a dos de ellas que llamaran al servicio de emergencias y a los bomberos.
Por su parte, Vicente se aproximó al automóvil que sufrió el impacto más severo, un Volkswagen Polo, y allí divisó a una mujer con su hija y su papá. El hombre, profundamente afectado por la colisión, estaba desorientado y confundido por lo que el agente penitenciario comenzó a mantenerlo en estado de alerta haciéndole diversas preguntas. Mientras tanto, Julieta auxiliaba a la chiquita de cinco años que se encontraba en el asiento trasero con un corte considerable en su frente.
“La nena estaba toda ensangrentada, así que me saqué el pañuelo y la empecé a limpiar para ver a dónde estaba la herida. De a poco le fui hablando y al verme uniformada, se tranquilizó. Así que avisé a quienes estaban en el lugar que la llevaba hasta el hospital”, recordó la agente.
Luego, la penitenciaria arribó por segunda vez al Hospital Italiano, pero en esta oportunidad lo hizo por una persona que hasta minutos antes desconocía. “La situación me impactó mucho, porque soy mamá de una chiquita de la misma edad”, expresó sumamente conmovida.
Finalmente, los médicos del establecimiento de avenida 51 pudieron atender a la nena herida mientras Julieta se quedó a acompañarla hasta que su mamá logró llegar a la sala de guardia. Cabe mencionar que, días antes a esta experiencia de altruismo, la agente de la fuerza de seguridad se había capacitado en primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar en la Unidad Carcelaria en la que trabaja, como parte de una formación integral destinada al personal del SPB que cuenta con el aval del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires.