El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, dijo el día después del ataque a piñas que recibió de parte de los choferes enardecidos por el crimen de Daniel Barrientos en La Matanza que su cartera destinó una parte de su presupuesto en la colocación de cámaras para los colectivos del Conurbano y que los dueños de esas empresas no invierten en seguridad. Pero además lanzó una polémica frase que puso en dudas las motivaciones del crimen: "No sé si nos tiraron un muerto", sugirió después de enumerar una serie de elementos de la investigación que nos hacen sospechar.
Para el funcionario hay que "reclamarle a los dueños de las empresas que no han hecho la inversión", al referirse al asesinato del chofer de la línea 620 durante un asalto. Además dijo que "hubo infiltrados" en la manifestación de choferes de colectivos que se realizó este último lunes en repudio al crimen.
"Fuimos ayer para resolver el problema. Cuando asumimos, hicimos la inversión para la colocación de cámaras en todas las unidades. El gobierno de la provincia (de Buenos Aires) hizo la inversión. Tendrían que reclamarle a los dueños de las líneas de transporte porque no han hecho la inversión", insistió en diálogo con la Radio La Red.
Por otra parte, su par de Transporte, Jorge D'Onofrio, dijo que existe "un incumplimiento por parte de las empresas" del sector y aseguró que la administración provincial invirtió 2.500 millones de pesos en cámaras de video que no están funcionando. En relación a la agresión que sufrió por parte de manifestantes que se habían congregado en el límite del partido bonaerense de La Matanza y la Ciudad de Buenos Aires, Berni contó que recibió un golpe que le causó "una fractura de maxilar superior y traumatismo de cráneo".
Para el ministro, el hecho se debió a "la congoja de los compañeros que se mezclan con internas sindicales, que son notorias y públicas, por plata". "Uno de estos intereses en disputa es la política, sabemos que están todos los activistas políticos en un año electoral. Siempre hay infiltrados, vi caras conocidas, en este ambiente nos conocemos todos", aseguró, según resume Télam.
Con respecto al asesinato de Barrientos, sostuvo que no es lo habitual "que crucen un auto a las 4 de la mañana, a un colectivo que no tiene plata" y aclaró que no puede dar precisiones que entorpezcan la etapa de investigación. El arma utilizada es "típica de sicario" y "no es el arma de los delitos amateur del conurbano", opinó. Además dijo que los criminales se llevaron una cartera que ni siquiera abrieron, y que no tenía mucha plata. A su vez, "no se quedaron con el celular, que sale 50 mil pesos en cualquier lugar de la Argentina". "No sé si nos tiraron un muerto", sugirió.
