Los analistas privados que siguen la evolución de los precios al consumidor estiman que la inflación mensual de marzo rondará el 7%, impulsado por una suba en los alimentos y bebidas que no cesas. A diferencia de otras semanas, el producto que encabeza el aumento acumulado en este tramo del mes es el pan, con un 8,2%. De esa forma la carne, que venía siendo el sector que registraba más incrementos en las últimas cinco semanas, perdió el liderazgo.
En febrero la carne encabezó los aumentos en alimentos y bebidas, con el 21,1%. En total aportó, 6,2 pp de inflación de alimentos y bebidas en GBA y 1,5 de inflación general. Según la consultora LCG, esto se debió en parte a la recomposición de precios a raíz del atraso que se había generado hacia finales de año, cuando por efecto de la sequía se adelantó la liquidación de cabezas de ganado moderando la escalada de precios.
Los alimentos y bebidas que más subas registraron en las últimas cuatro semanas de marzo fueron los siguientes:
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Productos panificados, cereales y pastas: 8,2%.
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Productos lácteos y huevos: 6,4%.
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Carnes: 6%.
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Condimentos y otros productos alimenticios: 4,4%.
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Bebidas e infusiones para consumir en el hogar: 3,7%.
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Frutas: 3,3%.
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Aceites: 3,1%.
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Comidas listas para llevar: 2,6%.
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Azúcar, miel, dulces y cacao: 2,3%.
Según la consultora Ecolatina, hay otro factor que presionará sobre los precios en el tercer mes del año. “Sumado a una inercia inflacionaria difícil de desarmar en el corto plazo sin recurrir a un plan de estabilización y un crawling peg cercano al 6% mensual, en marzo se conjugará el impacto de distintos aumentos puntuales”, como colegios, prepagas, tarifas y combustibles, puntualizó Santiago Manoukian, jefe de investigación de la consultora.
“Vemos una inflación rozando el 7% para marzo. Uno de los principales rubros es ‘Educación’ por el inicio del ciclo lectivo, pero en particular este año hay un arrastre de alimentos y bebidas, como carne, pollo, lácteos, huevos”, sostuvo Lorenzo Sigaut, de la consultora Equilibra.
Por su parte Matías de Luca, economista de LCG, agregó que marzo suele ser un mes donde la demanda de dinero comienza a caer y eso impulsa la inflación al alza. “Cuando hay mucha inflación la gente se quiere sacar la plata de encima porque saben que se deprecia, entonces en vez de tenerla, aprovecha y va al supermercado, compra ropa antes de que aumente. Es decir, aumenta la velocidad de circulación del dinero”, precisó.