Un grupo de vecinos del Arroyo El Pescado fueron protagonistas de un hallazgo histórico para la ciudad y la región mientras realizaban una campaña de limpieza sobre el espacio ubicado en el sur de La Plata. Se trata de una barcaza que aparentemente dataría de principios o mitad del siglo XX y que todavía conserva de buena manera varios elementos de cuando estaba en uso.
Tanto los que hallaron la embarcación como el resto de los vecinos de la zona se vieron sorprendidos ante semejante hallazgo, aunque tenían muy poca información sobre lo que encontraron en el arroyo, por lo que dieron el aviso a las autoridades locales y provinciales para que se encarguen de determinar la longevidad del elemento.
Fueron los expertos Mariano Del Papa -División Antropología del Museo de Ciencias Naturales de la UNLP- y el arquitecto Cristian Murray -Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano- los encargados de constatar la antigüedad de la barcaza que mide unos 5 metros y medio de largo, 1 y medio de ancho y 50 centímetros de alto.
En el informe hecho tras la minuciosa investigación sobre aquel curioso objeto detallaron que el mismo podría haber sido utilizado para la navegación fluvial debido a sus dimensiones, al tiempo que destacaron que se trata de una construcción "poco habitual" debido a su fondo plano, lo que da cuenta de que se habría construido para navegar en aguas de baja profundidad. No lograron establecer si se utilizaban remos o un botador para poder propulsar la barcaza.

Además, explicaron que el mismo cuenta con nueve cuadernas y más de una decena de tracas que la componen. "El fondo plano generalmente está relacionado con la navegación en cursos de agua de escasa profundidad, aunque también podría ser consecuencia de una búsqueda de reducir la complejidad de la construcción", sumaron ambos.
En medio de la sorpresa por el hallazgo y la expectativa respecto a lo que se hará con ella, del Papa explicó que "lo ideal" sería devolverla al agua para que sus partes no sufran ningún deterioro al estar expuestas al sol, mientras tanto buscarán una manera de moverla de allí sin que se deteriore. En paralelo, comenzarán los trámites para que el CREPAP (Centro de Registro del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico) lo reconozca como patrimonio cultural.