La muerte de Carolina Salas todavía se encuentra envuelta en un velo de misterio y es que los forenses que finalmente terminaron la autopsia realizada sobre su cuerpo no detectaron signos de violencia. La abuela de Pía Larrea, la nena de 2 años asesinada a balazos el pasado 5 julio en Ensenada; falleció en un departamento que alquilaba en La Plata y ahora se esperan los resultados de estudios complementarios para confirmar si se trató de una muerte natural o no, según informaron en las últimas horas fuentes judiciales.
Salas, de 39 años, fue hallada muerta el martes por la mañana. Su repentino fallecimiento despertó sospechas debido a que se produjo poco después del crimen de su nieta y el hecho de que en el domicilio en el que fue encontrada, situado en diagonal 77 entre 4 y 5, se secuestraron casi 300.000 pesos, tres celulares, un frasco con marihuana y varias balas de distintos calibres.
De acuerdo a los resultados preliminares de la autopsia "los causales de muerte fueron naturales", dado que "no se encontraron signos que acrediten una muerte violenta". Ahora, sin embargo, resta esperar los resultados de las muestras toxicológicas y patológicas recogidas en el cuerpo y que fueron sometidas a análisis.
Uno de los datos más controvertidos de la operación realizada fue la confirmación de que Salas no tenía útero, a pesar de que días antes del asesinado de su nieta había anunciado en sus redes sociales que estaba embarazada. La mujer mintió y los investigadores creen que habría intentado llevar adelante ese mismo engaño en otras oportunidades.
La muerte de Salas es investigada como "averiguación de causales de muerte" por la fiscalía 2 de La Plata, a cargo de la fiscal Betina Lacky, quien trabaja en forma conjunta con UFI 3 a cargo del fiscal Juan Menucci, quien lleva adelante la investigación del asesinato de su nieta.
EL CRIMEN DE PÍA
Pía Abril Larrea fue asesinada de un disparo en la cabeza en 50 y 123, en la vecina ciudad de Ensenada, en medio de una disputa por la venta de una casa. Como contó 0221.com.ar, una estafa, una usurpación, amenazas y tiros se sucedieron durante aquella medianoche fatal. La pequeña estaba saliendo de la casa para subirse a un auto cuando los acusados llegaron en moto, se metieron en la antepuerta y balearon la propiedad casi desde adentro. La pequeña se desvaneció en el acto y murió en el hospital.
Según se supo luego, la familia había pagado una buena suma de dinero -cerca de 2 millones de pesos- por la compra de la vivienda, pero todavía debía unos 180.000 pesos más. Esa deuda habría sido la que motivó el arranque de furia de los atacantes, que finalmente terminó en tragedia. En medio de las negociaciones hubo un mal entendido entre los vendedores y la familia que pretendía comprar la casa y a partir de allí comenzaron los primeros gestos de violencia. Las discusiones terminaron de la peor manera y ahora la Justicia trabaja para determinar quiénes fueron los culpables del brutal homicidio.