Dos jubilados de 77 y 88 años fueron víctimas de un feroz asalto durante la madrugada del último viernes en la localidad platense de Villa Elisa, donde fueron sorprendidos por al menos cuatro ladrones fuertemente armados, quienes los golpearon y torturaron quemándole la cara con una plancha al mayor de ellos para obligarlos a entregar lo poco que tenían.
Vivaldo Rodríguez Matías (88) y Herminia Pacheco (77) son portugueses, pero hace tiempo que viven en La Plata y dormían en su casa de 413 entre 27 y 27 bis cuando, cerca de las 6, un grupo de cuatro delincuentes ingresó a su casa arrancando la reja de una ventana lateral con una barreta y se metieron dentro.
En pocos segundos los intrusos llegaron a la habitación de la pareja, a la que despertaron violentamente. "Mi esposo por el susto no podía hablar. Entonces, uno de los asaltantes me dijo 'queremos la plata y él no habla, decí dónde está todo. ¿Querés que te lo mate?'. Y al final encontraron los 200.000 pesos que juntamos durante largos años y con mucho sacrificio", contó la mujer tras lo sucedido.
Los delincuentes, sin embargo, no se quedaron contentos con eso y se dispusieron a torturar a la pareja para obligarlos a darles aún más. Angustiada, la víctima contó que los ladrones atacaron con violencia a su esposo 88 años apoyándole "la plancha en la frente cuando estaba caliente". "Le provocaron quemaduras y una marca, fue terrible", agregó la mujer en diálogo con el diario El Día, quien además describió que el robo duró no más de media hora.
"No sólo nos quitaron la plata, luego de pedirnos dólares que no tenemos, después de revolver absolutamente todo en los distintos ambientes también nos robaron nuestras alianzas, un gamulán de mi marido, un reloj viejo y hasta una olla Essen", contó Herminia. Mientras buscaban qué más podían llevarse, Vivaldo y su esposa aguardaban acostados en su habitación, con la orden de no moverse un centímetro.

Los delincuentes, contó la víctima, estaban con "gorrita con visera y barbijos" y tendrían "algo más de veinte años". "Uno de ellos nos insultó bastante", contó la mujer de 77 años y remarcó que incluso "se tomaron el trabajo hasta de desarmar un cuadro y revolver macetas de plantas, con tal de buscar más dinero". Aunque afortunadamente su compañero no sufrió heridas mayores, los delincuentes no pudieron ser atrapados por la policía.