"Mi familia me dijo que era una locura, que era muy peligroso. Además otras personas me dijeron que las mujeres no pueden jugar al rugby", cuenta Melany, unas de Las Panteras, el equipo de rugby femenino del Club Universitario, que entrena desde 2016 y fue protagonista del triunfo ante Guernica por 17-5 en el torneo Ten a Side de la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA).
La Plata Rugby Club (LPRC) y Universitario (CULP) son los únicos clubes que ofrecen a las platenses la posibilidad de hacer rugby y competir en los diferentes campeonatos del URBA. Las chicas de LPRC también arrancaron con saldo positivo el torneo, con un 65-0 frente al plantel de Ciudad de Buenos Aires en el campeonato de 12.
El primer partido de rugby femenino jugado en Argentina fue el 25 de noviembre de 1985 y en él se enfrentaron las chicas de Gimnasia y Esgrima de Ituzaingó contra Alumni, un equipo integrado por novias, mujeres y hermanas de jugadores de los planteles masculinos. Ahora, con casi 37 años de crecimiento, la actividad parece no tener techo ayudada por el movimiento feminista que también hace pie en el rugby, un deporte lleno de prejuicios y marcado por una historia de machismo.
Aunque sigue siendo amateur, las jugadoras de los ambos clubes platenses entrevistadas por 0221.com.ar coinciden en que eso no cambia su sentimiento o actitud profesional, ya que sus vidas están organizadas en función de sus equipos y el deporte que tanto aman practicar.

Melany de la U y Dina, Juana y Carolina, de las "canarias", tal como se identifican a las jugadoras de La Plata Rugby Club sostuvieron que al jugar sienten "una responsabilidad de romper con mandatos sociales de que la mujer no puede hacer esto o no puede hacer lo otro". "Nosotras somos la prueba de que las mujeres pueden hacer esto y lo que quieran", dice Melany, orgullosa de formar parte del equipo de la U. "La verdad que se siente un privilegio, porque LPRC no es cualquier club, es un club con mucha historia y trayectoria", agrega Dina por su parte.

Universitario cuenta con dos planteles que entrenan juntos. Por un lado las juveniles que van de 14 a 17 años y por otro el superior que lo conforman chicas de más de 18. Pero a diferencia de LPRC, cuenta con este deporte mixto para los más chicos de entre 7 y 9 años donde los entrenamientos los llevan adelante mujeres. En La Plata Rugby actualmente cuentan con un Plantel Superior Femenino con Primera e Intermedia y están comenzando a formar un plantel juvenil: "El club todavía no habilitó infantiles mixtos, pero es una lucha a dar para la inclusión de todas las nenas que tarde o temprano va a salir", cuentan las jugadoras.

"Todavía no tenemos comisión de género. Pero vemos que es verdaderamente necesario porque hay muchas cosas por mejorar en cuestiones en LPRC. Hay un sector que no nos ve (incluida gente de la comisión directiva) y otros que tienen interés y apoyo para nosotras. De nuestra parte naturalmente siempre los tuvimos presentes y son parte de nosotras", cuentan las canarias y agregan que la institución todavía no aplica por completo la Ley Micaela, aunque luego del asesinato de Fernando Báez Sosa se sumó una Comisión de Fortalecimiento Integral y Mejora del Comportamiento (FIMCO) impulsada desde la URBA, "pero que no tiene la difusión ni el alcance necesario".
En la U, según Melany, el ambiente va a ser el que ellas mismas empiecen a generar. "A mí nunca me faltaron el respeto y si lo hicieron, fueron mujeres. Siempre nos devolvieron respeto los hombres de nuestro club", sostuvo la jugadora y aclaró que en ese club sí cuentan con una comisión de género.

Los entrenamientos en ambos clubes son muy exigentes, al mismo nivel que los del plantel masculino; e incluso muchos profesores reconocen que la chicas tienen mayor compromiso que el equipo tradicional. "Hasta ahora han sido todos hombres (los entrenadores), pero conozco varias entrenadoras mujeres en otros clubes. Incluso en el nuestro hay un par de jugadoras que han asistido a planteles juveniles masculinos", explican y sostiene que "pronto" serán ellas las encargadas de comandar las tácticas de sus conjuntos.

En Universitario, en tanto, Melany asegura que la diferencia con el entrenamiento masculino no es lo físico, si no en cuestiones que los hombres tienen aceitadas porque empiezan a entrenar desde más chicos. Las panteras aseguran que el problema más grande para que el rugby femenino siga creciendo en su club es el valor de la cuota, aunque hay becas para ayudar a quienes no pueden pagarla. Las canarias, por su lado, están preocupadas porque "es llamativo que todavía seamos muy poquitas, a tal nivel de no poder completar un equipo juvenil de jugadoras, y muchas veces el plantel superior no sabe si se llega a completar el equipo para el domingo", cuenta Dina.
"Si hay prejuicio, cuando la persona viene, se lo saca", destacan entusiasmadas en la U y agregan que para sumarse al plantel femenino de Las Panteras solo hace falta escribirles a través de las redes sociales. Sus días de entrenamiento son los martes, jueves y viernes. Para jugar en LPRC, por su parte, es posible hablarles por Instagram o ir directamente los días de entrenamiento (lunes, miércoles y viernes de 19.30 a 21) a Centenario entre 495 y 496.