Una abuela de 81 años oriunda de la ciudad de La Plata se dio el gusto de cumplir su sueño de vida este último fin de semana a modo de regalo de cumpleaños: tirarse desde un paracaídas. Su nombre es Norma Luis, quien relató cómo nació aquella vaga idea en su cabeza cuando era más chica, hasta que sus nietos se lo regalaron para una fecha más que especial y se volvió viral por su emocionante historia.
Conmovida por haber cumplido con su cometido, Norma dice que no recuerda desde cuando soñaba con esto. "Son esas cosas que un día me desperté o vi en una película y empecé a pensar qué sensación se sentiría", expresó al respecto. Más tarde, se daría cuenta de que aquella sensación fue una de las mejores cosas que sintió en su vida: "Es indescriptible, me sentí dueña del mundo y pequeñita a la vez; un cúmulo de sensaciones que no se pueden explicar, que no se pueden creer".
Ya está todo listo en el Estadio Único para los 7 shows de Los Piojos. La banda que se reencuentra después de 15 años probó sonido este viernes.
Se establecerán cortes de calles y acciones preventivas en las inmediaciones del Estadio Único y en las zonas de acceso a la ciudad.
Norma es madre de cinco hijos, tiene 12 nietos, seis bisnietos y lleva una vida bastante particular. Para llegar a concretar este sueño tuvo que sortear una serie de obstáculos, entre ellos una pandemia. Fue en el 2020 cuando estuvo cerca de tirarse desde los aires, pero el casamiento de una de sus nietas impidió que pueda cumplir el anhelo en aquel entonces.
Tras el impedimento de ese tiempo, cuatro de sus nietos y una de sus hijas comenzaron a preparar todo para el festejo de los 81 años, día en que iban a regalarle a la platense la posibilidad de tirarse en paracaídas. Finalmente el lugar elegido fue Chascomús y el salto se iba a concretar la semana pasada, pero la lluvia volvió a postergarlo para este último sábado.
Había llegado el día, Norma viajó con su familia hasta la localidad bonaerense y todo parecía que estaba muy cerca, hasta que una avioneta no podía despegar por turbulencias. En ese momento, la jubilada creyó que se arruinaba su sueño, pero no claudicó y esperó el tiempo necesario hasta que se den las condiciones climáticas.
A las horas, los del aeropuerto dieron el visto bueno para que la aeronave despegue. En primer lugar le explicaron cómo sería todo y se subió para luego dejarse caer con los brazos cruzados sobre su pecho. En ese momento, Norma estuvo en contacto con aquella sensación que tuvo hace ya varios años y que por primera vez podía disfrutar en primera persona.
“Fue maravilloso, duró unos minutos la caída, pero lo disfruté tanto que me pareció una enormidad. No sé si no lo voy a repetir”, dijo, entusiasmada a TN. Su familia, por su parte, la filmó desde fuera y esperaron a que llegue a tierra firme: "Vinieron unos cuantos, pero solo a acompañarme y a mirar desde abajo, algunos hicieron videos, pero ninguno saltó conmigo; la única loca soy yo", aseguró.
Sin embargo, uno de sus nietos quiere vivir la experiencia del ala delta y ella no descarta acompañarlo. "Mientras sea deporte fuera del agua, cualquier cosa; en agua ni en la bañadera”, cerró entre risas.