La organización que presidió Hebe de Bonafini hasta su muerte, este domingo, a los 93 años y en La Plata; fue fundada en plena dictadura cívico-militar y con los años se convirtió en un emblema de la lucha por la memoria, la verdad, la justicia y los derechos humanos no solo a nivel nacional sino en todo el mundo. Un grupo de valientes madres decidió desafiar al gobierno de facto para reclamar por la aparición de sus hijos desaparecidos y, llevando pañuelos blancos en la cabeza, comenzaron a marchar en círculos en la plaza que terminaría por darles su nombre.
La idea de reunirse surgió el 30 de abril de 1977 cuando Azucena Villaflor de De Vincenti, Berta Braverman, Haydée García Buelas, María Adela Gard de Antokoletz, Julia Gard, María Mercedes Gard, Cándida Gard, Delicia González, Pepa Noia, Mirta Baravalle, Kety Neuhaus, Raquel Arcushin y dos mujeres más de las que no se conocen sus nombres se encontraron esperando que las atendiera el secretario del vicario castrense, en la Curia Metropolitana. Cansada de no tener respuestas Villaflor les propuso a las demás mostrarse juntas para forzar al entonces dictador Jorge Rafael Videla a atenderlas: "Individualmente no vamos a conseguir nada. ¿Por qué no vamos todas a la Plaza de Mayo? Cuando vea que somos muchas, Jorge Videla (el entonces presidente de facto) tendrá que recibirnos", les dijo.
Las primeras madres se congregaron así en la Plaza de Mayo, pero dado que por entonces regía el estado de sitio la Policía Federal les informó que no podían congregarse de a más de tres personas a la vez y debían circular, fue así que tomadas de la mano y en pares comenzaron a dar vueltas alrededor de la Pirámide de Mayo, originando la primera ronda de muchas otras que se sucederían, jueves a jueves, a lo largo de todos estos años de lucha.
En la segunda de aquellas jornadas se sumó Hebe y desde entonces los jueves de cada semana, sin importar las condiciones climáticas, a las 15.30 las madres continúan realizando la marcha que las volvió mundialmente reconocidas. Villaflor, sin embargo, tuvo el mismo destino de su hijo: fue secuestrada en diciembre de 1977 y desaparecida, su cuerpo apareció el 20 de diciembre en las playas de Buenos Aires y fue enterrada como NN, pero finalmente identificada en 2005.
Los pañuelos, por su parte, habían surgido poco antes: en octubre de 1976 para festejar el Día de la Madre, la iglesia católica realizó una marcha a la Basílica de Lujan, provincia de Buenos Aires; y para identificarse las madres resolvieron poner en sus cabezas un pañal de tela de sus hijos. El distintivo ayudó a que la gente y el periodismo pudiera reconocerlas y luego esos pañuelos pasaron a ser el símbolo de las Madres de Plaza de Mayo.
LA MUERTE DE HEBE
Hebe María Pastor, más conocida como Hebe de Bonafini, nació el 4 de diciembre de 1928 en el corazón de una familia obrera de Ensenada y este domingo por la mañana falleció a los 93 años en el Hospital Italiano de La Plata. La titular de Madres de Plaza de Mayo había sido dada de alta el 13 de octubre, después de haber estado internada 3 días internada en ese mismo centro de salud para realizarse controles médicos.
Ferviente activista por los derechos humanos, Hebe fue una de las principales luchadoras por la tríada de Memoria, Verdad y Justicia en el país y ejercía como titular de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo. Afín al kirchnerismo, fue una militante de encendidas y enérgicas opiniones.
Con dos hijos detenidos y desaparecidos, se convirtió en una de las cofundadoras de la reconocida institución que en sus inicios pretendió encontrar a los miles de jóvenes secuestrados durante la última dictadura militar y con el paso del tiempo buscó visibilizar y sembrar conciencia sobre la desaparición de personas.
Fue su hija, Alejandra Bonafini, quien confirmó el fallecimiento a través de un comunicado. "Con mucho dolor informamos que hoy a las 9:20 falleció Hebe de Bonafini. Agradecemos enormemente las demostraciones de amor, acompañamiento y preocupación que en estos días de internación en el Hospital Italiano de la ciudad de La Plata, como en toda su trayectoria militante, ha recibido mi madre", indica el texto que fue publicado esta mañana y, en la misma línea, agrega: "Son momentos muy difíciles y de profunda tristeza y comprendemos el amor del pueblo por Hebe, pero en este momento como familia tenemos la necesidad de llorar a la Madre de Plaza de Mayo, a Hebe, en intimidad, por lo que iremos informando a partir de mañana cuáles serán los espacios para los homenajes y recordatorios".
"Desde ya no hay palabras que signifiquen realmente mi profundo agradecimiento para con el equipo de salud médico que durante tantos años la asistieron y cuidaron como, así también, al equipo médico, de enfermería, auxiliares y directivos del Hospital Italiano de La Plata, que durante los días de internación estuvieron al lado de mi madre cuidándola con mucho amor y respeto. ¡La seguiremos encontrando a Hebe en la Plaza y en las luchas de pueblo!", finalizó Alejandra.