Un menor de tres años desapareció el pasado 3 de septiembre en una propiedad rural en Hunter, Australia. Su desaparición desencadenó una búsqueda a gran escala que culminó con la localización del menor, varios días después, al costado de un arroyo.
Un menor de tres años desapareció el pasado 3 de septiembre en una propiedad rural en Hunter, Australia. Su desaparición desencadenó una búsqueda a gran escala que culminó con la localización del menor, varios días después, al costado de un arroyo.
A pesar de responder lo más pronto posible a la alerta, los agentes y voluntarios tardaron cuatro días dar con el paradero del pequeño. Sólo tenían una pista: el niño fue visto por última vez en los alrededores de la casa de sus padres en Yengo Drive, Putty, alrededor de las 11.
Al iniciar la búsqueda, las autoridades parecían estar lejos de encontrar algún indicio del menor. Fue entonces que se coordinaron múltiples agencias de búsqueda, entre ellas, Trailbike, Rescate Policial, Unidad Canina y Montada y PolAir. Además de contar con el apoyo de NSW Ambulance, el Servicio Estatal de Emergencias (SES), Servicio de Bomberos Rurales (RFS) y Asociación de Voluntarios de Salvamento (VRA).
El pequeño, identificado en un comunicado como Anthony “AJ”, fue encontrado gracias al PolAir que se encontraba sondeando la zona en su búsqueda. En un principio, la cámara hacía zoom en los arbustos y árboles para identificar, sin éxito, al desaparecido por debajo de las ramas.
Tras varios movimientos de cámara, la playera del pequeño Anthony resaltó entre el suelo del lugar y fue entonces cuando la imagen pudo enfocar al menor chapoteando y bebiendo agua del arroyo. Las imágenes se viralizaron rápidamente en redes sociales, donde celebraron el bienestar del niño.
En un comunicado oficial se dio a conocer que el arroyo al que llegó “AJ” se encontraba a unos 500 metros de su propia casa.
Tras dar con su paradero, un oficial de emergencia se trasladó al lugar y encontró al niño de rodillas junto al arroyo. El agente le puso la mano en el hombro y lo llevó a un lugar seguro, informó Simon Merrick, inspector jefe del Servicio de Emergencia del Estado.
El menor fue llevado a un hospital para mantenerlo en observación, a pesar de no mostrar lesiones graves. Actualmente, “AJ” se encuentra en casa, pero su padre, Anthony Elfalak, reveló a NBCnews que el pequeño tenía dermatitis en su pañal, abrasiones y había sido mordido por las hormigas.
Los agentes que formaron parte del rescate contaron que se emocionaron mucho al recuperar al niño. “Hemos estado involucrados en muchos trabajos que no resultan así y ha sido el otro extremo del espectro y es realmente bueno tener un resultado positivo como este por una vez”, dijo el piloto Jonathan Smith.
Tras conocer la noticia, el primer ministro australiano, Scott Morrison, expresó su alivio y agradeció el trabajo de las autoridades. “Gracias a dios. Qué alivio. No puedo imaginar lo traumático que ha sido esta experiencia para AJ y sus padres. Me alegra saber que está a salvo. Gracias a la Policía de Nueva Gales del Sur y el equipo de paramédicos”, apuntó en Twitter.