Argentina ya vacunó a más del 35% de su población al menos con una dosis y la campaña de inmunización sigue avanzando a buen ritmo. Las vacunas contra el COVID-19 son productos nuevos y cuyos desarrollos fueron aprobados de emergencia para poder combatir el virus lo antes posible, por ello no se conocen todavía sus efectos a largo plazo.
Los expertos identificaron una serie de síntomas asociados a la vacunación que se suman a los informados por las farmacéuticas en sus estudios de Fase 3, porque aparecieron a medida que la inoculación masiva mundial avanzó.
Actualmente en el mundo se aplican una decena de vacunas avaladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), a las que se suman otras que todavía no cuentan con el respaldo del organismo pero se aplican en los países en desarrollo. En la lista elaborada por el organismo figuran las vacunas de Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Janssen, así como los sueros Sinopharm, Sinovac, Sputnik V, CanSinoBIO, Novavax y Curevac, las cuales se están aplicando en distintos países del mundo.
EFECTOS DE LA POST VACUNACIÓN
Con cada vez más dosis aplicadas, ya empiezan a aparecer reportes de efectos secundarios. En el último Informe de Farmacovigilancia de la Agencia Italiana de Medicamentos (AIFA) se habla de 204 avisos de efectos adversos por cada 100.000 dosis administradas, sin especificar vacunas ni gravedad de los síntomas. Los más comunes fueron fiebre, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular y articular, dolor en el lugar de la inyección, escalofríos y náuseas.

Entre los más peligrosos pero también más extraños de esos efectos se encuentran casos de trombosis venosa intracraneal y atípica, con un promedio de 1 por 100.000 primeras dosis administradas, principalmente en menores de 60 años. En cuanto a los efectos leves y moderados, que son el 90% del total, la reacción que se produjo en la mayoría de los casos (83%) ocurrió el mismo día de la vacunación o al día siguiente y sólo más raramente el efecto ocurrió a las 48 horas siguientes.
Después de las vacunas las reacciones más frecuentes son fiebre, dolor de brazo, fatiga y debilidad, escalofríos, malestar general y dolor en el lugar de la inyección. El dolor de cabeza agudo también puede aparecer como un efecto persistente. Los expertos afirman que los síntomas son normales y están dentro de lo esperable no solo para la vacuna contra el coronavirus, otras vacunas también producen efectos que desaparecen en uno o dos días.

El dolor en el lugar donde se recibió el pinchazo puede desarrollarse unas horas después de la inyección y durar unas horas o días. Se debe a la activación del sistema inmunológico. La intensidad de la activación y el dolor puede depender de varios factores, como la edad, el sexo y el estrés. En algunos sujetos el estado inflamatorio es más pronunciado, pero esto no significa que hayan desarrollado más respuesta inmune que otros que no presentaron dolor después de la inyección. A veces, el dolor en el brazo se asocia con la inflamación de los ganglios linfáticos en el área de la axila, lo que puede durar unos días.
En cuanto a la fiebre, generalmente ocurre dentro de los dos días posteriores a la vacunación y desaparece a las 48 horas.

Un dolor en la cabeza agudo y persistente después de la vacunación no debe preocupar y, si es necesario, luego de consultar con su médico, se puede tomar un analgésico. Asimismo, cabe aclarar que la cefalea producida por trombosis cerebral es detectable fácilmente: se trata de un dolor agudo y acompañado de dificultad para hablar, moverse o experimentar visión doble.
Los expertos mundiales recalcan que los síntomas no son preocupantes y que la estadística de casos severos ha sido muy baja en comparación al total de la población mundial vacunada.