Desde que el gobernador Axel Kicillof planteó la estrategia para que la Provincia pudiera acceder a la compra de vacunas del mismo modo en que lo gestiona el Gobierno nacional, mantiene las negociaciones abiertas con cinco laboratorios en una red compleja en la que también participan las embajadas de varios países.
El plan para que el Ejecutivo provincial compre vacunas por cuenta propia fue un pedido desde Nación y podría transformar al Gobernador en el primero en efectivizar tratos con los laboratorios. La Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley para blindar jurídicamente los contratos, tanto desde el punto de vista de las farmacéuticas como de los funcionarios que eventualmente los firmen. Aunque deberá superar la prueba de la Cámara de Senadores, donde el oficialismo está en minoría, la lógica indica que la negociación es conjunta para las dos cámaras, por lo que el mandatario podría asegurarse la ley rápidamente.
Mientras ese punto termina de discutirse, Kicillof ya se adelantó a las gestiones y mantiene un diálogo abierto con cinco laboratorios:
Los negociadores del Gobierno aseguran que el listado es provisional y que los contactos y las conversaciones aún no dieron resultados positivos. La trama de las negociaciones es compleja y en todos los casos intervienen las embajadas de los países involucrados.

En la lista falta AstraZeneca, la compañía que firmó el primer contrato con el país por 22,4 millones de dosis de las cuáles ya debería haber completado el envío de 10 millones, pero tiene un fuerte retraso y prometió que a fin de mayo el país podría disponer de 6 millones.
Kicillof había activado la opción rusa cuando atisbó que la operación podía complicarse. La otra que no aparece es Pfizer, la norteamericana que mantiene una negociación muy dificultosa con el Gobierno nacional y sobre la que un asesor del Gobernador señaló que el laboratorio planteaba exigencias que podrían vulnerar la soberanía argentina.